Osos panda

¡Qué poco romántico es el régimen iraní! Publica Libertad Digital una fotografía de los 21 supuestos –no me creo de ellos ni la justicia que aplican- delincuentes ejecutados por los vecinos del difunto Sadam y, además de la repugnancia propia de ver personas cuya vida ha sido segada porque a alguien le ha dado la gana, me asalta la antipatía por comprobar la falta de romanticismo de los ejecutores. Ejecutan a los delincuentes ahorcándolos con una soga atada a ¡una grúa! ¿Acaso no tienen árboles ni patíbulos? ¡Qué poco plásticos son estos iraníes!

Con ellos entre otros es con los que quiere llevar a cabo nuestro pacificador Presidente Zapatero la Alianza de Civilizaciones. Para mí que lo tiene un poco crudo. Difícil de casar la imagen de las grúas/patíbulo que nos ofrecen desde el país de los Ayatolás con la imagen de los osos panda que China ha regalado a España llegando a la sala VIP del aeropuerto de Barajas –no sé por qué algunos se extrañan de ver en vivo y en directo el intento de suicidio de un hombre rumano ante la Subdelegación del Gobierno en Castellón, su hambre y la de su familia también habrán visto a los pandas- y siendo trasladados al zoo en una limusina. Difícil fundamentalmente porque allí la vida –la de los que no están en el aparato del régimen- no vale un pimiento y aquí hemos llegado a hablar –bueno, solo hablaron algunos que no se merecen el sueldo que les pagamos- de los derechos humanos de los monos. En fin, como dice El Boss en una de sus canciones “is a man´s man´s job”.

La geografía nunca ha sido uno de mis fuertes. Recuerdo con cariño –con el paso de los años y tras su muerte reconozco que casi es devoción- a mi padre ayudándome a memorizar las capitales del mundo una tarde de domingo previa a un examen –los lunes deberían prohibir poner exámenes- de geografía. Gracias a él, a su tesón y paciencia, a su cariño y a la facilidad que tuvo durante su bondadosa vida para crear reglas nemotécnicas para recordar distintas cosas, pude aprobar sin mayores problemas aquel examen que 24 horas antes de su comienzo me parecía un muro infranqueable.

Aprendí en aquel domingo geográfico que hay cosas que uno no puede desconocer, por mucho que la memoria le falle, por muy cuesta arriba que a uno se le haga. Puedes olvidarte en un momento dado del nombre de la capital de Burkina Faso o de las Islas Cook, pero la capital de Francia es París, la de Italia es Roma y las provincias de Galicia son Coruña, Lugo, Orense y Pontevedra, y eso no se puede olvidar.

La Ministra de Fomento, Maleni Alvarez, no tuvo la suerte de conocer a mi padre. Mejor dicho, mi padre tuvo la suerte de no conocer a la Ministra de Fomento, Maleni Alvarez. Si se hubiesen conocido y hubiesen tenido la oportunidad de hablar de geografía, la Ministra no se habría olvidado de Lugo al hablar en Galicia de las inversiones de su Ministerio. Pero lo cierto es que se olvidó y ahora intenta justificarse alegando que su memoria es incapaz de recordar las cuantiosas inversiones que su Ministerio está realizando. Ya, pero Galicia tiene cuatro provincias y una cosa es no recordar todas las inversiones -¿serán los mismos cuartos que les ha prometido también a los catalanes?- y otra muy distinta es olvidarse de la cuarta parte de una Comunidad Autónoma.

Y llegado a este punto tengo que preguntarme si estamos ante una nueva metedura de pata de esta gran hacedora de la risa nacional o si, por el contrario, nos encontramos ante una refriega política de alcance dentro de PSOE. Porque a poco que nos fijemos hemos de caer en la cuenta de que Palas de Rei, concello de la provincia de Lugo emplazado en la vía romana Lugo-Astorga, con una población superior a los 5.000 habitantes, con una considerable riqueza artística a través de su veintena de iglesias románicas, es popularmente conocido por su literario y televisivo Pazo de Ulloa, por ser etapa del viejo camino francés en el último tramo del Camino de Santiago y porque allí nació ¡el friki Pepiño!

Que no haya estudiado geografía, allá ella. Que no haya leído a Emilia Pardo Bazán, es totalmente seguro. Que no haya hecho el Camino de Santiago, a las pruebas me remito. Pero que ignore a la provincia que le dio al friki lo único bueno que tendrá en su cabeza –que cada día se parece más en su contenido a su apellido- eso es imperdonable. Solo me cabe pensar que Zapatero, al igual que pretende hacer con España a través de la Memoria Histórica que nos quieren endilgar, quiera desprenderse del friki y piense hacerlo obviando en sus acciones y discursos de gobierno la tierra donde vio la luz tamaño individuo. Espero que al menos una vez en su vida el friki Pepiño esté a la altura de las circunstancias y le recuerde a Zapatero y Maleni que Lugo también existe.