miércoles, 25 de junio de 2008

Bea


Contrastes de la vida. Contrastes que nos recuerdan que estamos vivos, que tenemos piel para sentir y cerebro para notar. Son los contrastes del blanco y el negro cotidianos entre los que bailan a un son rítmico las tonalidades múltiples del resto de colores.

El calor agobiante de los últimos días merma mis posibilidades para enfrentarme al teclado. El calor también lo siente mi piel y lo nota mi cerebro transformando el repiqueteo con fundamento de las teclas en un arrastrarse penoso de los dedos intentando localizarlas. Llega el momento –bueno, me gustaría que llegara ya- de explorar junto con Moura las siempre nuevas sensaciones que la umbría del amanecer de Galicia proporciona. Administrativa y laboralmente aún no ha llegado el día, pero anímicamente me escapo para allí cada vez que con un resoplido digo ¡qué calor!

Mientras, la selva en que el gobierno socialista que dirige -¿?- el alcalde Dionisio en Aranjuez está convirtiendo alguna zona de esta maravillosa ciudad –incluida mi calle, por supuesto- nos regala cada día con nuevos sinsabores. Obras de seis meses metidas ya en el año de duración, paradas en condiciones insalubres e inseguras sin explicación alguna, alcorques en los que se pueden obtener bambús de más de metro y medio de altura, tomas de luz pública sujetas al más puro estilo chino, basuras indebidas en lugares inadecuados en cantidades de más de un día y una escandalosa sensación de inseguridad, ante la más parsimoniosa inactividad de quienes tienen la obligación y la responsabilidad de velar por el bienestar de los ciudadanos, de TODOS los ciudadanos. Me gustaría poder pensar que no tienen clara idea de quien vive en cada calle, pero me cuesta visto lo visto.

De todas formas, por dejar las cosas completamente claras quiero expresar en este vuestro/mi blog que yo he visto Bea. Sí queridos amigos blogueros, posiblemente ya no continúe viendo esa serie porque ha llegado a donde esperaba que llegase y, precisamente porque ha llegado al punto que yo esperaba, quiero reiterar –para que lo tengan bien claro los sectarios- que YO HE VISTO BEA.

El contraste de la vida lo ponen dos poetas en torno a los 40. El gran poeta con estrellas, que se despide del uniforme después de 40 honrosos años de servicio a España, con lo que lo tendremos más enredado con la pluma, generando belleza y sentimientos para alegría de los que lo queremos y admiramos –un fuerte abrazo Juan Carlos- y el poeta urbano que tras la constatación de haber dormido 40 noches de San Juan estoy seguro que entra en un momento vibrante para los sentidos y los sentimientos que a buen seguro plasmará en más tardes de lluvia –felicidades Francis-.

Los contrastes de la vida. Lo inmundo y lo sublime. Diego y Alvaro los de Yo soy Bea.

jueves, 19 de junio de 2008

El bache


Estoy empezando a pensar que los nacionalistas catalanes, vascos, gallegos y melillenses de nuestro país tienen razón en el jode-jode que se traen con lo del idioma. Pensaréis que se me ha dado la vuelta la cabeza –como a un calcetín- ante tal afirmación, pero seguro que entenderéis los motivos que me llevan a hacerla.

Los largos días de lluvia que hemos vivido recientemente son días propicios –de las tardes de lluvia ya os he contado algo y estoy seguro que volveré sobre el tema en más ocasiones- para la melancolía y el recuerdo añorante. Son días en los que el sonido de la lluvia, su visión tras los cristales o el olor a vida que levanta de la tierra te llevan –llevan al pensamiento- hacia momentos que por una u otra razón han quedado prendidos en los hilos de la memoria y los hacen reverdecer con el mismo vigor que lo hace la naturaleza agradecida por el agua caída.

A través del recuerdo de esos momentos, uno toma conciencia de la gran pérdida que ha ido experimentando nuestro idioma, el español, la lengua común en su uso para todos los españoles, en los últimos años. No voy a ocultar aquí la convicción que arrastro de que, el juego de la semántica al que nos viene sometiendo Zapatero junto con su gobierno y personajes tan poco edificantes como el friki Pepiño, tienen una elevadísima cuota de responsabilidad en esta catastrófica pérdida de identidad nacional, pero he de reconocer que no son los únicos.

Hace años cuando alguien te decía que era de noche, te asomabas a la ventana y realmente estaba oscuro y mirabas el reloj y seguramente ya pasarían las manecillas de las 22’00 (hora ferroviaria). Si alguien hablaba de la luna y la señalaba con el dedo –ya sé que no es de buena educación señalar con el dedo- al mirar hacia el cielo comprobabas que la tierra de los selenitas permanecía allí, flotando en el universo e iluminada –si era tiempo de luna llena- por el sol oculto en un rincón detrás de nosotros.

Pero amigos blogueros, esos eran otros tiempos. Hoy el idioma que debería servir como vehículo que trasmitiese datos, sentimientos, ideas, proyectos, ilusiones y certezas entre los españoles ya no sirve para ese cometido. Los empresarios españoles, al igual que el resto de ciudadanos –con la excepción ya conocida de Zapatero y sus voceros oficiales y oficiosos- hablan a diario de la profunda crisis que está empezando a sacudir a nuestro país. Con quien hables, da igual el sector en el que trabaje, te dice que las cosas van cada día peor, que vienen tiempos muy difíciles. Es la pauta común. Es el sentir de quienes respondemos a la crisis con nuestro bolsillo.

Ayer Zapatero se quiso hacer la foto –debe tener un álbum muy grande- con sindicatos y empresarios. La foto, por conocida fue lo de menos. Las dificultades de Fidalgo, el líder de CCOO, para explicar que se habían reunido para nada fueron notables. La presencia como figurante del líder de UGT no llamó excesivamente la atención –lleva ya mucho tiempo pillado- pero lo que asombró al personal fueron las declaraciones del presidente de la patronal. Quien representa a cientos de miles de empresarios que a diario están quejándose abiertamente de una crisis de graves consecuencias, dijo sencillamente que estamos atravesando “un bache”.

Ya no hablamos el mismo idioma. Los empresarios y quien los representa hablan idiomas distintos. El castellano ya no quiere decir lo mismo para unos que para otros. Ahora entiendo a los nacionalistas. Tenemos una lengua oficial común, pero utilizamos distintos diccionarios.

De todas formas, antes de dar el paso, prefiero estar una temporada aprendiendo el lenguaje de Moura y sus amigas meigas. El lenguaje de los sentimientos, el que no necesita palabras. Ella dice que llevan así toda la vida –la vida de ellas es “toda la vida”- y que nunca han tenido ningún problema para entenderse.

Lo único malo es que con ese lenguaje tampoco conseguiré entender a Zapatero. Las Meigas no tienen sentimientos que puedan trasmitir mentiras.

miércoles, 18 de junio de 2008

Látigo


Me pregunto yo si Al Gore –el que va a hundir junto con ZP a Obama- tiene alguna solución de bolsillo –su bolsillo debe estar lleno de demagogia y teatro- para paliar el desencuentro entre Miguel Sebastián y Pedro Solbes. Me refiero al desencuentro sobre el precio final de la energía eléctrica que acabará –siempre acaba así- fundiéndonos los bolsillos.

Que mantengan posturas tan distintas estos dos hombres de Zapatero me importaría un bledo si no fuese por el pequeño –ínfimo para ellos- detalle de que hablan de nuestro dinero. Ni siquiera hablan del dinero que era nuestro y por la natural vía de los impuestos ahora parece de ellos. No, ¡qué va! hablan y juegan y discuten con el dinero nuestro que aún tenemos en los bolsillos, el que en teoría podemos utilizar como nos venga en gana. Hablan del dinero que podremos gastar en la hipoteca, el gas, la luz, el agua, la comida, en definitiva parece que hablan del dinero que nos sobra.

Están peleándose en nuestra cara y a costa de nuestro bolsillo sobre el aumento del recibo de la luz. Y me pregunto si no estaría más en su papel Miguel Sebastián, como Ministro de Industria, si empezase a plantearle a su amado jefe ZP -¡qué tío! ¡vaya forma de ponerse de perfil con la crisis económica!- que nuestro país necesita replantearse la política energética y apostar al igual que lo hacen los países del “Primer Mundo” por la energía nuclear.

Mientras nuestros referentes sean personajes como Al Gore o como toda la inmensa caterva de progres demagogos vestidos de verde que han rodeado tradicionalmente a la izquierda de nuestro país, estaremos abocados a frenar nuestro desarrollo por la dependencia energética –otros nos irán marcando el ritmo- a pagar precios desorbitados para atender nuestras necesidades en ese aspecto y a contribuir al encarecimiento disparatado de los alimentos básicos por la transformación de los cultivos en busca de energías alternativas.

Mientras los responsables de la economía y el medio ambiente de nuestro país se mueven entre la demagogia y la patraña, mientras al nefasto Presidente que nos ha tocado repetir le guste más moverse en el terreno de la Alianza de Civilizaciones que en aliarse con la civilización, y mientras dé más votos demonizar la energía nuclear y subir el precio de la luz echándole la culpa al PP, a Bush y a Franco, nuestro futuro tendrá cada vez menos luz.

Vale que a pesar del gafe que para Obama supone el apoyo de Zapatero y Al Gore, al candidato demócrata a la presidencia de los EEUU, no en vano sus padres le debieron poner Barack (“látigo” en su procedencia palestina) como nombre de pila. Un nombre que nos indica la fuerza que sus padres quisieron depositar en él y que a buen seguro habrán forjado a lo largo de sus años de educación y formación y que le permite por tanto continuar siendo una opción posible en el futuro inmediato del país norteamericano. Pero ¿acaso alguna Meiga puede encontrar el motivo por el que los padres de ZP condenaron a todos los José Luis de este país a llevar el mismo nombre que Zapatero?

En nuestro país, alguien –sin complejos- debería a valorar sin más demora las ventajas de la utilización de la energía nuclear y alguien –también sin complejos- tendría que explicárselo a Zapatero. El ya ha demostrado que no sabe de eso (ni de otras cosas).

martes, 17 de junio de 2008

Barack


La presencia de un hombre negro (de color negro) como candidato demócrata a la presidencia de los EEUU es ya en sí misma una noticia revolucionaria. Es uno de esos hechos que sin necesidad de mucha profundización en el análisis estamos convencidos que marcarán un hito en la historia de la democracia de aquel país en el que –aunque muchos se nieguen a aceptarlo- saben muy bien qué es eso de la democracia.

Los profundos cambios que se pueden atisbar en la sociedad norteamericana si Obama alcanzase la presidencia sí necesitan de un cuidado y detenido análisis que –por supuesto- no me empeñaré en hacer en este blog por dos motivos básicamente. No me creo cualificado para entrar en tamaño estudio de una sociedad y una historia que están al otro lado del Atlántico, es decir, la leche de lejos y no creo que aunque pudiese y supiese tuviese derecho a someteros, amigos blogueros, a tamaño ladrillazo.

Me sorprendió –por lo que de humilde tenía- la afirmación del friki Pepiño de que no había manifestado su apoyo al candidato Obama durante las primarias demócratas para no interferir en el proceso. ¡Hombre sabía de la capacidad de su jefe ZP para gafarle los resultados electorales a unos cuantos dirigentes internacionales, pero ignoraba que dicho “don” formase parte también del amplio carrusel de de cualidades del friki!

Me imagino que el “sueño Obama”, una vez que cuenta con el apoyo de Zapatero se tornará en frustración cuando llegue el mes de Noviembre ya que, por lo que llevamos viendo en estos años, el gafe de ZP no deja títere con cabeza entre sus admirados.

Sin embargo, si algo le faltaba al líder demócrata en el lastre que supone el apoyo de Zapatero, se le ha enganchado –cual libélula dispuesta a succionar todo jugo con algún valor contable- el gran defensor del planeta Al Gore. El tío que ha sido capaz de utilizar imágenes manipuladas para contarnos la milonga medio ambiental con la que se está forrando a ganar dinero y ha tenido la desfachatez de venderlas para su uso en los colegios.

Tengo que reconocer que –salvando las distancias generacionales e intelectuales- ha habido momentos en la carrera de las primarias demócratas en los que Barack Obama me ha recordado aquel histórico “I have a Dream” de Martin Luther King. Ahora, conocido el apoyo de Zapatero y de Al Gore, me imagino al bueno de Barack repitiendo a cada momento “I have a Nigthmare”. Y es que lamentablemente existen apoyos que se convierten en verdaderas pesadillas.

En Aranjuez, hace muy pocos días, en un bar conocido, el padre de una mujer embarazada le decía a un hombre algo más joven que él “has sido tú, hijo de puta, has sido tu”. Parece que el tema de conversación no era la posible paternidad del hijo que espera la embarazada. Y es que hay gente que impide que se pueda respirar a su alrededor.

martes, 10 de junio de 2008

Lluvia


¿Galicia, Aranjuez? En estas tardías lluvias del cuarenta de mayo ¿acaso no son idénticas las tardes? Quizás no para los sentidos, pero sí, un sí rotundo y contundente para los sentimientos. Tardes de lluvia arrulladora abriendo los poros del alma y llenando los vasos de la emoción. Tardes para compartir con uno mismo y para explorar el sentido de la rayana perla escrita por el amigo poeta.

Volar con Moura –mi entrañable y bella amiga meiga- sorteando el caos circulatorio, la escasez de productos en las estanterías de los hipermercados y la sórdida incompetencia de Zapatero y su cohorte de aduladores. Dejar de lado lo vacuo e insustancial y volar a ras de las nubes –siempre por debajo de ellas para recibir su fresco fruto- permitiendo que el aire entre en los pulmones sin olor a rancio ni a combustible.

Aterrizar en lo pequeño, lo íntimo, lo humano, lo que hace que el mundo se mueva –o que se pare- y extasiarse en su contemplación y su interpretación. Acercarse a los colores, a las temperaturas, a los sonidos –los emitidos y los omitidos- del alma, a los colores de la inocencia, la verdad y la amistad legibles en los ojos de las personas.

Sentirse uno con otros y reconocer en ellos la alegría de la vida compartida. Recoger para dar y dar sin recoger. Entender que podemos pasar pasando o podemos pasar permaneciendo. Decidir desde el vuelo rasante bajo los cirros dónde está lo accesorio y dónde lo vital y descender después al suelo y andar el camino elegido.

Pasar permaneciendo para que personitas recién llegadas a la gran jungla -como Javier, el hijo de mi encantadora amiga Carmen- tengan luces suficientes y adecuadas para recorrer el camino de su vida.

Tardes de lluvia, tardes para sumergirse en las “Tardes de lluvia” de Francis, de cuya amistad me valgo para hacer referencia a su inestimable don con la pluma y el papel y que no se me cabree por esta más que merecida mención.

Tardes de lluvia para henchir el corazón. ¿Galicia, Aranjuez? Tardes idénticas para los sentimientos.

lunes, 9 de junio de 2008

El pobre


Quedan lejanos aquellos tiempos en los que desde los ámbitos del poder se nos hacía partícipes de una insólita campaña –desarrollada fundamentalmente durante las Navidades- a través de la cual quienes gobernaban lavaban sus vergüenzas aliviando nuestras conciencias. “Siente un pobre a su mesa” venían a recomendar en torno a tan entrañables fiestas. Bien es cierto que no era obligatorio ni el “pobre” estaba definido conceptualmente, lo que permitía aliviar más conciencias de las deberían haber obtenido el amparo por el hecho en sí.

Tan lejanos son esos tiempos que se me antojan –a mí- difíciles de analizar sin entrar en un estudio de una profundidad que no viene al caso y que me llevaría mucho más tiempo y esfuerzo del que me es necesario para expresar, amigos blogueros, la idea que hoy quiero trasladaros. Si el pobre que se sentaba a la mesa era lo suficientemente pobre para dar sentido al objetivo de la campaña, es algo que se me escapa de largo y desde luego se me escapa –ahora porque lo dejo escapar- también de largo la dudosa moralidad que podía encerrar este mensaje desde las altas esferas del poder.

También el concepto de pobre ha cambiado de entonces a ahora. En esta sociedad mucho más internacionalizada, mucho más abierta, mucho más permisiva, mucho más insegura es posible que ninguno nos atreviésemos a sentar a la mesa a nadie, salvo que viniese acompañado de todo un carpetón lleno de certificados de todo tipo que lo convirtiesen en “pobre oficial”. Esos ya no existen. Existe el hambre, la marginación, la explotación, la injusticia social, la insolidaridad, y un largo etc. de adjetivos para definir a quienes en esta vida lo están pasando realmente mal, pero no hay pobres para sentar a la mesa como antes.

He hecho esta introducción para acercarme escénicamente a lo que va a ocurrir en muy pocos días si Dios no lo remedia. Ignoro si quienes leéis este vuestro/mi blog sois creyentes, pero independientemente de la postura que tengáis respecto a las creencias religiosas, estoy convencido de que estaréis conmigo en que si alguien puede solucionarnos un problema, ¡será siempre Dios antes que Zapatero! ¿Verdad que estamos de acuerdo?

Bien, pues a la vista de lo que está arreciando en estos momentos, no vamos a tener que esperar a las Navidades para recibir un mensaje desde las altas instancias del poder a la hora de sentarnos a la mesa. Llevan ya unos días algunos pescadores en huelga y en este momento todas las flotas se han sumado a la misma, es decir, no está entrando pescado en las lonjas de nuestro país y los grandes barcos congeladores tampoco nos van a traer el fruto de su esclavo trabajo.

A esto, desde la medianoche pasada, hemos de sumar la huelga iniciada por los transportistas españoles, que amenaza con desabastecer por completo a nuestro país exigiendo –al igual que los pescadores- un descenso en el precio del combustible ya que en estos momentos van todos a la ruina.

En los próximos días amigos blogueros nos llegará el mensaje. “Pon una sonrisa en tu plato”. Combatiremos así la falta de alimentos. Seremos –tal y como quiere Zapatero- optimistas frente al plato vacío.

miércoles, 4 de junio de 2008

Photoshop


Nunca he sido –lo he reconocido en múltiples ocasiones- muy aficionado a los toros. Encuentro que tienen su cierto atractivo, que cumplen un papel social y cultural al que no debemos renunciar por mucho que unos cuantos presionen y albergan una de las tradiciones más arraigadas y mejor conservadas a lo largo y ancho de nuestra España, cuya silueta recuerda no en vano a una piel de toro.

He ido a los toros cuando me ha apetecido y cuando las responsabilidades de la representación que como Alcalde de Aranjuez ostentaba hacían protocolariamente aconsejable mi presencia. Es cierto que algunas corridas (también de toros) me han apetecido más que otras y también es cierto que cuento entre mis amigos –muchos, gracias a Dios, y de pata negra- con excepcionales aficionados, conocedores profundos de la Fiesta Nacional (también en Cataluña se llama así) que me han ayudado a comprender lo que ocurría dentro y fuera del ruedo en cada momento de la lidia.

Con grandes carencias por mi parte, pero esos amigos me permiten disfrutar en estos momentos del conocimiento necesario para disfrutar del espectáculo, el arte, el ambiente y la lucha entre tan majestuosa bestia y el hombre cuando decido ir a los toros.

Hoy se celebra en Bruselas, dentro del edificio que alberga al Parlamento Europeo, una mesa redonda sobre los toros en donde me imagino que los representantes españoles explicarán con detalle y sin demagogia las raíces de nuestra fiesta taurina y las indisolubles señas de identidad con nuestro pueblo. Curiosamente ayer o anteayer –dentro de una campaña contra las corridas de toros desarrollada en nuestro país pos algunos postmodernos- fue presentado un cartel en el que aparecía una mujer con sendas banderillas clavadas en su espalda.

Lo curioso –ya hemos visto en otras ocasiones lo ridículos que pueden ser algunos antitaurinos en sus expresiones- es que la mujer está desnuda y le han puesto la cara de Alaska, la abuelita con pelos de colores que funcionó allá por los años de la movida madrileña y, lo más curioso es que el cartel lo presentó ella misma.

Y digo que lo más curioso es que lo presentó ella misma, porque su presencia allí, al lado del cartel, dejaba bien claro y patente que el cuerpo del cartel no era el suyo y la cara había pasado –en el cartel también- por indescriptibles retoques para aparentar lo que no es, lo que ya no es.

Deberían algunos antitaurinos fijarse un poco más en el desarrollo y la esencia de esa tradición que quieren abolir a golpe de demagogia. Sería bueno que algunos, Alaska entre ellos, cayesen en la cuenta de que a lo largo de la lidia, incluso en el momento de la muerte, el toro conserva toda la dignidad que la naturaleza le ha otorgado. Hasta el último suspiro. No la pierde en ningún instante, ni siquiera en los carteles. Su naturaleza, la que le proporciona el respeto y la admiración de todos los aficionados, no le permitiría usar el Photoshop.

martes, 3 de junio de 2008

El mobiliario


Existe mobiliario de despacho que debería ser sometido a determinadas pruebas de seguridad antes de ponerlo en el mercado. No me cabe la menor duda de que los fabricantes de este tipo de muebles intentan velar por el adecuado resultado y rendimiento de sus productos y, con ese fin, estoy convencido de que tendrán establecidas un buen número de pruebas –fundamentalmente de resistencia o ergonómicas en el caso de sillas y sillones- que garanticen la calidad de lo que fabrican.

Sin embargo da la sensación de que lo que realmente no está estudiado y calculado es la mejor colocación de esos muebles para que su uso sea seguro, sobre todo teniendo en cuenta las posibles reacciones de sus usuarios en función de la actividad que estén desarrollando.

Me explico. La verdad es que cómodos sí que son los sillones con ruedas que te permiten desplazarte unos centímetros –aunque puedas desplazarte kilómetros con ellos, no se trata de utilizarlos para sustituir a las piernas- o girarte para enfrentarte más cómodamente a los distintos puntos que conforman un puesto de trabajo. Algunos llegan a tal grado de sofisticación y ergonomía que podrían utilizarse para practicar el reconfortante deporte nacional de la siesta.

Lo habitual es contar detrás del sillón y la mesa con alguna estantería o librero que permita tener a mano los libros, archivos etc. de uso más habitual, determinando así junto con la mesa de escritorio, la mesa auxiliar para el ordenador y el sillón con ruedas el espacio en el que el usuario de tales muebles desarrolla una buena parte de su actividad.

Pero amigos blogueros, es precisamente ahí, en la actividad que desarrolla el usuario en donde radica el origen que pone de manifiesto la falta de seguridad de la que os hablaba al principio del post.

Estás razonablemente cómodo sentado frente a tu ordenador y de pronto, al repasar las noticias en la prensa digital –antes de que hablen los que sentencian sin conceder presunción de inocencia, recordar que el trabajo de algunos lleva implícito por necesario el repaso diario de la prensa más importante- viene a tus ojos el último dislate de las calenturientas mentes que pueblan los distintos despachos oficiales. ¡En Melilla quieren que la gente se exprese en Tamazigh, lengua tradicional de los bereberes!

Pues podéis imaginar lo que viene a continuación. Los ojos como platos, la boca haciendo una O y los brazos abiertos –tal y como le pasa a Bruno, el niño protagonista de “El niño con el pijama amarillo”- y un irrefrenable estirón de ambas piernas ante tamaña sorpresa que te empuja a toda velocidad sobre las suaves ruedas del sillón contra la librería que –lejos de cumplir con su cometido habitual- te abre la crisma en dos por la violencia de la acometida.

¡Menos mal que no estoy en Barcelona!, en donde –al igual que en el resto de Cataluña- van a contratar a 900 médicos de distintos países sin proceder a una mínima homologación de su título. Al que le toque uno de Botsuana o de Ruanda que se dé por jodido. Lo dicho, deberían comprobar mejor la seguridad de esos cacharros.

lunes, 2 de junio de 2008

Optimismo


Llevo dos largos día riendo a carcajada limpia con la única esperanza de ver hecha realidad la aseveración de nuestro irresistible Presidente Zapatero. A decir verdad no he notado –salvo un creciente y molesto dolor de mandíbulas- nada que pueda hacerme presagiar que la situación económica va a mejorar a golpe de carcajadas. ¿Acaso hay algo que trasmita mejor el optimismo que la risa?

Me da que una vez más nos encontramos ante una nueva tomadura de pelo, un embuste al uso suyo, de ese charlatán con plus de cejas. Da igual –para eso creó el ministerio de Igual Da- ya nos hemos acostumbrado y no nos inmutamos. Porque no nos inmutamos ¿verdad? Al fin y al cabo, el que más y el que menos está esperando el “regalo” de los 400 euros y no abre la boca no vaya a ser que se cabree Solbes y le retire la paga.

Hombre, si lo miramos como Zapatero seguro que le encontramos algún matiz optimista y positivo a la actual situación –de profunda crisis económica, la llamen como la llamen los correveidiles zapateriles- en la que cientos de miles de empleos se están destruyendo en las últimas semanas. Veamos. Uno de los mayores problemas con los que se vienen enfrentando los empresarios hosteleros de nuestro país en los últimos años, es la falta de mano de obra para atender a sus establecimientos. Todos conocemos una interminable relación de empresas de este sector que no estaban pudiendo atender adecuadamente a sus clientes por la falta de mano de obra. Pues hete aquí que pueden encontrar una solución a sus males –y los de los clientes- a través de la óptica optimista de Rodríguez Embustero.

“La actual desaceleración económica que vive nuestro país –culpa de los americanos, del PP y de Franco- será aprovechada por el gobierno socialista –único y real hacedor de la situación de bonanza vivida por los españoles en los últimos 10 años- para llevar a cabo una reorganización de los sectores económicos españoles que permitirá la apertura de nuevas oportunidades de negocio, en los que la generación de puestos de trabajo que acojan a los demandantes provenientes del sector inmobiliario está garantizada.”

¿Qué no han dicho ZP y el friki Pepiño esa frase? Todavía no, amigos blogueros. No la han dicho todavía, pero la dirán y por supuesto esa larga parrafada tiene un escueto significado “Por fin tenemos camareros”.

¿Y qué voy a pensar si no en un país cuya Presidenta del Tribunal Constitucional ha sido pillada con el carrito de los helados y aún no ha dimitido?

Voy a reírme otro ratito para colaborar con el gobierno, aunque me parece a mí que las listas del paro no es risa lo que provocan ni hay optimismo que las digiera.