miércoles, 19 de mayo de 2010

El baile y el pollo


¡La madre que los parió! ¡Vaya tropa! Es normal que Belén Esteban haya ganado el concurso de baile de Tele 5. ¡Ah! ¿Qué no imaginabais amigos blogueros que vea ese programa? Si la mismísima nieta de Franco participó como concursante en el mismo, no sé por qué no voy a poder verlo yo. Un programa que aún no había caído en las miserias y chabacanerías de otros de la misma cadena de televisión, que no mete a los concursantes en una casa durante meses, ni en una academia internos y enclaustrados, metiendo las cámaras entre almohadas y ventosidades y que promociona un bello arte como el baile, aún tenía su punto de enganche para mortales como yo, capaces de admirar el esfuerzo para la superación. Pero el año que viene lo verá la madre que los parió a todos ellos. Lo más vulgar, lo más chabacano, lo más vago, lo más antiestético es el modelo elegido para proclamar la vencedora. Belén Esteban. ¡Manda huevos! que diría el de ¡Viva Honduras! comandando a las tropas españolas.

Y no ya por la interfecta, que hace muy bien en forrarse a costa de los que le ríen sus horteradas, si no por la cadena de televisión que ha chingado un programa entretenido para promocionar aún más a su esperpéntica musa.

Estando así las cosas no me extraña en absoluto el encuentro planetario entre Obama y Zapatero, esa llamada a través de satélite –me imagino que de ahí el término “planetario” utilizado por Leijín- ese pedazo de carne con ojos que solo sabe hablar del PP cuando tiene que explicar lo que hace su jefe Zapatero- para que el presidente de los siempre/hasta ahora odiados americanos por el rojerío progre le dijese a Zapatero aquello de: “amigo mío, la has cagado completamente”. Ese es el triste encuentro planetario que figurará ya de forma inmediata como epílogo del triste y desolador paso de nuestro prescindible Presidente por la medio-presidencia de turno de la Unión Europea.

¿Os dais cuenta amigos blogueros de que quien menos habla últimamente es Trolalcaba? Zorro viejo, tiene claro que la nave se hunde y no está dispuesto a ir al fondo con ella.

De todo lo que está ocurriendo en las últimas semanas sería muy complicado destacar por su importancia algunos hechos y como no soy el analista mejor preparado para hacerlo, voy a reflejaros en dos líneas lo que más me ha llamado la atención.

Garzón -¡qué poco me gustan los jueces estrella y cuánto menos todavía los jueces dioses!- ha sido protagonista indudable de la actualidad, aunque prefiero comentaros en otro momento lo que opino sobre todo lo que está rodeando al proceso jurídico y judicial en el que hemos visto en poco tiempo la ingente cantidad de obstáculos que alguien de la casa puede poner a la justicia para retrasar o impedir su camino.

Lo curioso de Garzón son los que han querido retratarse con él, y entre las curiosidades el apoyo de Cristina Fernández, una señora que cuando señorita –no vamos a entrar aquí en detalles- militaba en una organización juvenil ligada a los Montoneros. Esta buena mujer no conoce bien al figura. Que pregunte a Barrionuevo si quiere saber por qué es mejor estar con la boquita cerrada. Además, ¿que no han creado problemas suficientes su marido y ella en Argentina como para venir a darnos clases de algo? De urbanidad y protocolo les vendrían bien a ella algunas clases para que fuese consciente de la descortesía que supone hacia el Príncipe de España y para los españoles a quienes nos representaba en esa recepción el hecho de llegar tarde, muy tarde, fuera de hora. Los argentinos siempre me han caído bien –es cierto que son algo pesaditos y te lían en cuanto te despistas- pero el matrimonio Kirchner es de los que te hacen mirarlos siempre por el rabillo del ojo y atendiendo a tu cartera, por si las moscas.

El que ha dado la imagen y la medida de la tropa ha sido el amigo de Zapatero. Se apellida igual que la inolvidable Gracita, pero nada tiene que ver con ella. Ni en la gracia, ni en el talento, ni en la inteligencia, ni en la honestidad. Todas esas cualidades le faltan a Evo Morales, el “pollo boliviano” para poder llegar a la suela de los zapatos a Gracita. Cuando las personas fallecemos, independientemente de las creencias que cada uno podamos tener o dejar de tener –para mí esta vida no tiene ningún sentido si no hay otro estado de conciencia a continuación de la muerte, en la que compartamos eternamente con toda la gente que hemos conocido y querido- lo cierto es que cuando fallecemos nos ahorramos oír y ver algunas cosas. Gracita, que nos abandonó en el ya lejano 1.995 sin que la vida y nosotros la hubiésemos tratado lo bien que se merecía, se ahorró al morir oír la gilipolleces y bravuconadas de este individuo que tras la teoría, que aún no he oído rebatir a Zerolo ni a Bibiana, sobre la inclinación femenina que adquirimos los hombres tras la ingesta de pollo –como si esa inclinación o el pollo fuesen cosas malas- ahora, ya en plan machito, a lo gorila venezolano –ese gran maestro de dictadorzuelos que tanto nos quiere a los del PP desde Venezuela- viene a España y no se le ocurre otra idiotez mayor que acusar al PP de urdir intrigas golpistas en su país a través de la Fundación FAES.

Ignoro el nivel económico de Bolivia. Es más amigos blogueros, os prometo que voy a dedicar algunas horas a ponerme al día de la situación de este país andino, intentar conocer si el Lago Titicaca o el Altiplano continúan siendo referencia obligada para conocer de los orígenes de importantes civilizaciones. Intentaré también conocer el hoy de este país. ¿Tendrán medios de comunicación? ¿la radio se oirá? ¿la televisión llegará a todas partes? Sinceramente me temo que no, porque si así fuese habrían oído “la teoría del pollo” -¿se puede ser más estúpido?- o lo habrían visto y escuchado aquí en España ayer. Lo podía haber dicho más alto pero la idiotez que dijo no podía ser mayor

Tiene suerte el “pollo boliviano” de que Garzón esté suspendido. Si lo llega a pillar en activo, a la trena. Lo manda inmediatamente a la trena, porque lo de juzgar a muertos, o espiar las conversaciones de los abogados con sus defendidos o pedir cuartos a los banqueros, eso serán los del Supremo los que digan si lo hace bien o mal, pero meterse en asuntos internacionales como este, eso lo hace que es un primor.

¡Qué bien le viene todo este circo a Zapatero para mantenernos entretenidos! Al fin y al cabo ¿hay alguna diferencia entre Belén Esteban y él? Las cejas, solo las cejas. Pues a ver si tiene un par de cejas bien puestas y convoca elecciones.

jueves, 6 de mayo de 2010

Cosas Normales


Zapatero sigue vendiéndonos burras. Lo hace a todas horas y aprovechando cualquier circunstancia. No pasa nada mientras no caigamos en la tentación de comprárselas. La reunión de ayer con Rajoy sirvió para lo mismo de siempre, es decir para nada, salvo que ayer Rajoy se postuló en plena Moncloa como alternativa real para salir de la crisis. Ahora lo que hace falta es que lo repita continuamente, acelerando desde la acción de la oposición la llegada de unas elecciones generales que nos permitan albergar un mínimo de esperanza sobre el fututo de nuestro país.

Rodríguez Zapatero es como un niño con un juguete -un niño terco y mentiroso- del que se ha encaprichado y una vez conseguido no hay nadie que consiga cambiárselo, y mucho menos quitárselo. Intentadlo amigos blogueros, intentad cambiarle a un niño un juguete por otro. ¡Imposible! Y si el niño no es tal y tiene las cejas arqueadas, y miente más que habla, y es feliz cuando los demás somos conscientes de que la está pifiando –pongamos por ejemplo Zapatero- entonces además de ser imposible cambiarle el juguete, nos contará que el juguete se lo dio alguno de sus famosos abuelos y que es un recuerdo de lo mal que lo pasaron ellos durante la oprobiosa.

La táctica ha de ser otra. Nada de quitarle el juguete. Lo que hay que hacer es regalarle otro para que tenga dos. Si queremos que el primer juguete desaparezca lo que tenemos que hacer es que el segundo juguete que le regalemos sea capaz de destruir al primero. Por ejemplo, si el primer juguete es electrónico, el segundo bien podría ser un juguete de agua, como por ejemplo una pistola lanzadora de agua. Las posibilidades de que el niño termine mojando el juguete electrónico y lo escachifolle son bastante elevadas. Tal es la solución para alguno de los juguetitos que Zapatero se ha buscado a lo largo de su mandato/broma pesada.

Intentar convencerlo de que el ministerio que dirige Bibiana Aido es un sinsentido, es una tarea tan ardua como estéril, es en definitiva como intentar quitarle el primer juguete al niño. Mi propuesta –que no es ni con mucho tan frívola como lo que se hace desde el ministerio de Igual-Da, o como lo que viene haciendo Zapatero con España en sus años de mandato/broma pesada- consiste en convencer al feliz optimista de que en estos momentos debe crear un ministerio nuevo, pongamos por ejemplo el Ministerio de Cosas Normales. Para dirigir este ministerio –sería conveniente que con el rango de Vicepresidente- es difícil encontrar algún cualificado dirigente socialista, no por lo de ostentar una Vicepresidencia del Gobierno -que para este menester ya nos ha demostrado que puede poner a cualquiera- sino porque encontrar alguna similitud entro “lo normal” y cualquiera de los ministros del actual gabinete es prácticamente imposible.

Podía Zapatero, para dar una salida airosa al Sr. Gómez –el que ha terminado por hacer bueno, muy bueno, a Don Rafael Simancas- y así despejar el camino para la candidata de Ferraz a la Comunidad de Madrid, nombrar ministro de la cosa normal al mencionado dirigente de la FSM.

No es que le adjudique yo ningún valor a Tomás Gómez -ni capacidad alguna- para dirigir un ministerio, pero este en concreto y teniendo en cuenta la finalidad del mismo –quitarle el juguete a Zapatero- me parece que viene que ni pintado. Al fin y al cabo el dirigente socialista madrileño se está mostrando como un gran inquisidor entre las huestes de su formación. Ha hecho suya la manida frase del anciano Alfonso Guerra, aquella que hacía temblar a los más pintados de su partido, “el que se mueve no sale en la foto”. En eso está Gómez en estos momentos. En eso o en hacer la foto del que se mueve para someterlo al inquisitorio proceso por la lealtad debida.

Visto lo visto, desde el Ministerio de las Cosas Normales tendría motivos y argumentos harto sobrados para acabar con las tontadas y cuchipandas de Aido y compañía. El chorro de agua al juguete electrónico.

Solo tiene un peligro esta idea que planteo. A poco que el prescindible Gómez se diese una vuelta por el resto de ministerios –vicepresidencias incluidas- Zapatero tendría que cesarlo fulminantemente para evitar que llegase a la mismísima Moncloa, vestido con ostentosa túnica y los símbolos propios de su alineación ideológica y acompañado del séquito de sus leales del sur de Madrid, al igual que lo haría el Gran Inquisidor Díaz de Torquemada, presto a seguir pistas sobre manifestaciones del caos e infestaciones demoniacas, que terminarían con el mismísimo Zapatero condenado.

Ahí, reconozco que hay un riesgo para Zapatero.

Otra solución sería que el feliz optimista invitase a su buen amigo Evo Morales a que viniese a explicarle “in person” a Bibiana su ocurrente y homófoba “teoría sobre el pollo”. Le crujía hasta los cimientos del ministerio a Bibiana este amiguete de Zapatero.