viernes, 28 de diciembre de 2007

El recuerdo


El magnicidio perpetrado en Pakistán en el día de ayer, el bárbaro asesinato de Benazir Bhutto, líder de la oposición y candidata a la presidencia de su país, no deja de ser –con la gran carga de tragedia y dolor que conlleva- una nueva muestra del poco valor que la vida de las personas tiene en muchos puntos de nuestro planeta. Junto con la ex primera ministra Bhutto, en el mismo atentado, fallecieron 28 personas más y a causa de los disturbios originados tras el mismo perdieron la vida otras 14. Estos cuarenta y dos, anónimos, es decir, como si no existiesen previamente, como si no importasen más que la cifra que completan. Ese es el valor de sus vidas. ¿O no?

Nos horrorizan las imágenes que llegan desde Pakistán, la macabra mano de los terroristas, la sensación de desplome de un país con posibilidades de futuro, la sensación escalofriante de tener delante un polvorín a punto de estallar, la visión siempre dolorosa de la sangre derramada, de las heridas abiertas, de las miradas perdidas, de la impotencia manifiesta. Nos ¿tranquilizamos? pensando que están lejos, que son otras culturas, otras formas de entender la vida –o la falta de ella- y otros los motivos por los que luchar y vivir –o morir-, nos resultan atroces y sobrecogedoras pero lejanas esas imágenes.

Nos centramos –es lógico por la importancia del mismo- en el magnicidio, en la trascendencia internacional de un asesinato que puede comprometer la delicada estabilidad de la zona, del que como elemento positivo –la vida y la muerte siempre invadiéndose una a la otra, siempre reinventando sus espacios- podemos extraer la firme y prácticamente unánime condena que del atentado han hecho la mayoría de líderes mundiales. La dimensión de la persona asesinada –por eso se llama magnicidio, igual que hay que llamar magnicidio al asesinato de Miguel Angel Blanco por parte de ETA- nos lleva a relegar a un tercer plano al resto de las personas fallecidas en el atentado.

Sin embargo cuando nos detenemos a recapacitar un instante sobre la noticia en su conjunto y sobre las imágenes que estamos recibiendo, caemos en la cuenta de que junto con el magnicidio de Benazir Bhutto está el cruel asesinato de 28 personas –ayer, antes fueron más y antes otras más…- que no aparecerán en los libros de historia –desde luego no sus nombres, ni sus inquietudes, ni sus problemas, ni sus amores, ni sus proyectos, ni nada de nada- sino que habrán sido únicamente un número, un rostro ensangrentado, una imagen desgarradora pero pasajera, tan pasajera como todas las imágenes que nos llegan desde el dolor ajeno por la televisión o la pantalla del ordenador.

Pero entonces recordamos que en España, en nuestro país, también hemos visto imágenes similares en demasiadas ocasiones. También hemos conocido del dolor y el horror ajenos, también hemos visto esos rostros ensangrentados, esos cuerpos mutilados, esas miradas perdidas. Pero hay una gran diferencia además de la cercanía. A ellos sí los conocemos, conocemos sus nombres, sus edades, sus ilusiones truncadas, sus ganas de vivir deshechas, sus amores e incluso el nombre de sus seres queridos. A las víctimas de los atentados terroristas cometidos en España, sí las conocemos y las recordamos. Y no es por nuestra buena memoria, sino por el empeño que las Asociaciones de Víctimas del Terrorismo están poniendo –remando contra viento y marea en muchísimas ocasiones- en recordarnos a todos la necesidad de mantenerlos vivos en nuestra memoria.

Es así como el magnicidio de Benazir Bhutto me lleva en el pensamiento a agradecer y reconocer una vez más la gran deuda que nuestro país sigue teniendo con las víctimas del terrorismo y el inestimable trabajo que asociaciones como la AVT vienen haciendo para que nunca sean una fría y anónima cifra.

¿Es que ni en Navidades paras?, me dice Moura. Y ella misma sabe la respuesta. Me gusta la Navidad. Creo en las posibilidades que su espíritu –aunque pueda ser ficticio o virtual- nos ofrece cada año. En el impulso que generan estas fiestas para estrechar aquella mano, decir aquella palabra amable, enviar aquel mensaje o dar aquel beso que estábamos demorando más de la cuenta. Creo en el derecho que tenemos todos en este mundo a querer y a sentirnos queridos, a expresar nuestro afecto y a que nos lo expresen. Y creo firmemente que las víctimas del terrorismo también tenían derecho a ello, y que estas son unas fechas muy adecuadas para recordarlos.

miércoles, 26 de diciembre de 2007

Las felicitaciones


Los dos últimos días se me complicó bastante la escritura del blog. Atender a las felicitaciones de Navidad llegadas a través de e-mail y a los SMS portadores de espléndidos deseos para estas fechas y para el año que está a punto de comenzar, es una ocupación –muy entrañable y satisfactoria- que requiere una buena dosis de tiempo. Eso me ha impedido en buena medida –aunque esas cosas no se deben medir- abrir esa ventana sin límites por la que casi a diario me asomo desde hace ya diez meses, con la intención de saludaros, ver cómo anda el mundo –curiosa expresión que define lo que hace parte del contenido pero no el continente, que en un simpático movimiento nos lleva del día a la noche sin interrupción y con medida exactitud- y contaros lo que en cada momento me parece más oportuno, ya sea para compartir dudas, experiencias, temores, alegrías, penas, esperanzas y deseos, sin más pretensión que haceros partícipes de ellas a quienes de vosotros amigos blogueros os resulten entretenidas o interesantes.

Sin embargo, a pesar del tiempo dedicado a ello en estos días, la misión –repito que para mí entrañable y satisfactoria- aún no está terminada. Una buena cantidad de SMS y correos electrónicos han de salir aún de mi teléfono móvil y del teclado de mi ordenador para dar cumplida y merecida respuesta a quienes un año más –he ahí una de las maravillosas virtudes de estas fiestas- habéis querido dejarme patente vuestro afecto y amistad. Algo más lento de lo que me gustaría, pero a la alegría de recibirlos responderé con el agradecimiento de enviarlos.

Hay una “felicitación” que nos hicieron a todos los españoles precisamente al comienzo de la noche del 24, en plena Nochebuena. Una “felicitación” macabra, cargada de terror y totalitarismo. ETA nos recordó una vez más que para los mafiosos asesinos y quienes les amparan cualquier día, cualquier fecha, cualquier celebración es un momento ideal para matar. Pues va a ser que no, que mi espíritu navideño no me va a alcanzar para pasar como si nada hubiese ocurrido. Va a ser que no, que a estos facinerosos hijos de puta no les voy a desear ningún tipo de felicidad ni alegría.

Para ellos mis más sinceros deseos de que los detengan, los juzguen y se pasen una buena temporada en la cárcel. Y si es posible, que les condenen a escribir a mano postales navideñas que vendan después a beneficio de las víctimas de sus atroces actos.

A ellos no los he sentado a mi mesa en estas fiestas. A los demás sí. A unos -¡qué suerte la mía!- los he tenido físicamente conmigo, a mi lado. A otros –los más, unos porque estaban/estabais lejos y otros porque habitan en el corazón- no los he podido ver ni tocar, pero los he sentido conmigo, muy cerca, trasmitiéndome el cariño y la amistad que hicieron que ocupen en mi corazón ese rincón sin dobleces, sin aristas ni recovecos, ese rincón sin esquinas del que ya os he hablado en alguna ocasión que es capaz de guardar lo esencial, lo bueno, lo que merece la pena. Desde ahí, desde ese rincón lleno de luz y alegría me han acompañado –realmente nos acompañan a todos los que los quisimos y los queremos- cuando al sentarme a la mesa la noche que precede al día en el que recordamos el nacimiento de Jesús, he tenido la agradable sensación de estar compartiendo algo que va más allá de la vida y la muerte.

viernes, 21 de diciembre de 2007

Feliz Navidad


Pensaba que tras el anuncio del fin de la legislatura hecho ayer por Zapatero –en los pasillos del Congreso -dándole la solemnidad debida, ignoro si camino de los aseos- pensaba que mis comentarios en este blog –en lo concerniente a lo que ocurre en el país- estarían limitados a las propuestas –engañifas en el caso de ZP y el friki Pepiño- que nos hicieran para las elecciones generales del próximo 9 de marzo. Sin embargo me temo que no va a ser así, pues los ministros seguirán hasta la formación del gobierno que surja de las urnas y algunos –lo deben de llevar en los genes y no pueden desprenderse de ello- dirán barbaridades hasta el último día.

El Ministro de Sanidad –que ya no recuerda cuando fue la última vez que viajó en taxi por Madrid- culpa a los taxistas madrileños de fumar en el taxi. Aún no he alcanzado a comprender por qué algunos talibanes de la cosa pública agrupada en el Movimiento Anti-Esperanza Aguirre, cuando quieren meterse con ella lo hacen con burdas mentiras -¡que larga tiene la nariz Bernat Soria!- agrediendo innecesariamente a sectores importantes de la población. ¿Qué culpa tendrán los taxistas de los sectarios dogmatismos de ese incapaz ministro?

Llegado a última hora al gobierno de Zapatero, sin tiempo ni capacidad –más menguado lo segundo que lo primero- para hacer alguna labor que vendernos a quienes le pagamos el sueldo, quiere hacer posibles de cara a su futuro al lado del peor presidente que ha tenido nuestro país y para ello no se le ocurre mejor “hazaña” que meterse con los taxistas madrileños. Porque no es que se meta con los taxistas en general, sino con los madrileños exclusivamente, y lo hace esgrimiendo una mentira tan grande y delirante como el sablazo que nos pega el gobierno de Zapatero con el Canon Digital.

Por cierto, este Bernat Soria es valenciano, no catalán como algunos pudierais pensar por el nombre y es que no solo en las filas de los nacionalistas catalanes encontramos intolerantes mentirosos como él. A algunos personajes de nuestro país el gobierno debería aplicarles un impuesto tipo Canon Digital por mentir. En el caso de los miembros del gobierno de Zapatero –incluido por supuesto el One, el Best, el Boss- el impuesto lo tendrían que pagar todos.

Se acabó la legislatura a efectos parlamentarios, Marín –si lo llega a saber antes se queda en Bruselas- pidió perdón, Zapatero no le aplaudió, Solbes salvó un desencajado y descuadrado Presupuesto con los votos agradecidos de nacionalistas y un tránsfuga del PP -¿dónde queda aquí la ética de los socialistas admitiendo este voto?-, aprobaron vaciarnos 100 millones de euros de nuestros bolsillos para regalárselos a los titiriteros -¿como pago por llevar la pancarta contra la guerra?- y para dejar una última constancia parlamentaria de la gran mentira que les inspira, han retirado del Código Civil la posibilidad de corregir razonable y moderadamente a tus hijos.

Estamos en Navidad y, entre los muchos motivos que cada uno tengamos para dar gracias a Dios, el fin de la legislatura, de esta legislatura de disparate y desatino, es un motivo más que suficiente. Que se vayan a su casa, que descansen, que se diluyan, que se esfumen, que se auto fagociten, que se larguen, que emulsionen, que se disipen, ¡que nos olvideeeeeeeeeen!... y que los Reyes Magos de Oriente –y si es necesario también los de Occidente- les traigan deseos de dedicarse a cualquier cosa, por muy disparatada que sea, menos a seguir haciéndonos la vida imposible con autorizaciones a ZP para que negocie con ETA, aprobación de cánones para cobrarnos por adelantado delitos que no hemos cometido, compadreos con los nacionalistas con Estatutos de sesgo totalitario o inclusiones en el Código Penal de delitos que no lo son y pretenden eximirlos a ellos y al gobierno que sustentan de la responsabilidad de tener las carreteras españolas en perfecto estado.

Para ellos –porque se van- y para vosotros amigos y amigas blogueros –porque habéis estado, estáis y espero que sigáis estando- mis mejores deseos para estas fiestas. ¡FELIZ NAVIDAD!

miércoles, 19 de diciembre de 2007

Modelo impositivo


Todos somos presuntos delincuentes. Al menos eso es lo que dicen el gobierno y la SGAE. Se pasan la Constitución –una vez más- por donde les cabe y se saltan a la torera la presunción de inocencia que nos debe amparar a todos los españoles. Es más, fomentan la delincuencia, ya que pagamos por un delito que no hemos cometido entra en la más pura lógica que a partir del pago nos dediquemos a delinquir. Al fin y al cabo se trata de buscar el equilibrio. Es decir, ya es una aberración el hecho de que nos consideren delincuentes y nos hagan pagar por ello sin demostrar que hemos cometido el delito y sin juicio previo, pero sería inadmisible bajo cualquier prisma que nos quisiesen condenar dos veces por el mismo delito. Por lo tanto, condenados y pagada la condena, tenemos derecho a cometer el delito.

Esto que dicho así no pasa de ser un razonamiento lógico pero muy simple, no es sino el resumen de un debate que tiene muchísimo más calado del que puede aparentar. No es un tema que afecte solo a los aficionados a la música, a los jóvenes –teóricos usuarios mayoritarios de las nuevas tecnologías de la grabación y reproducción- o a los internautas. Nos afecta a todos, a todos sin excepción. ¿Quién hoy en día no utiliza para distintos cometidos CD’s, DVD’s, mp3, grabadoras, impresoras…? ¿Los pendrive los usamos todos para copiar música? Los documentos elaborados por nosotros mismos, en los que solo existen conocimientos, ideas, trabajos nuestros ¿cómo los salvamos con una copia de seguridad? ¿nos los tatuamos en la punta del…? ¡Pues menuda forma de limitar la producción intelectual!, porque en ese caso no contaría la calidad, sino la cantidad…de espacio donde tatuar.

La propia administración, los funcionarios, las empresas independientemente de su actividad, los propios funcionarios de Hacienda, las ONG’s, la Guardia Civil y la Policía Nacional, los jueces y magistrados, el Congreso y el Senado, los católicos, los musulmanes y los budistas, los niños y los ancianos, los negros, los blancos y los amarillos, hasta la Vice-Vogue. Todos presuntos delincuentes. ¡Esta medida sí que es igualitaria!

Al margen de la indecencia que supone el que nuestros gobernantes nos –se- consideren presuntos delincuentes por el mero hecho de satisfacer las desmesuradas aspiraciones económicas de una sociedad, que no representa ni con mucho a todos los autores de nuestro país, lo que está muy claro es que este es el principio del nuevo sistema impositivo al que nos va a someter Zapatero si gana las próximas elecciones generales.

Si no os lo creéis amigos blogueros, estad atentos –no se os pasarán desapercibidos- a los próximos movimientos fiscales que hará este defensor de los titiriteros de la farándula subvencionada. Llevamos viéndolo amagar desde hace unos años y no nos estamos percatando de cuales son sus tendencias, sus intenciones. Un nuevo modelo impositivo basado en la presunción de culpabilidad que permitirá a Zapatero seguir vaciándonos los bolsillos para que él pueda repartir subvenciones a troche y moche en función de su interés lectoral.

¿Para qué pensáis si no que se está entrenando el Director General de Tráfico durante esta legislatura? ¿Acaso ha hecho algo distinto a experimentar distintos sistemas de persecución recaudatoria? El próximo paso está claro, un impuesto directo en los carburantes por las posibles infracciones de tráfico que podamos cometer. Ese es el camino por el que van y no pararán salvo que los paremos en las urnas. Y para las bicicletas –no creáis que librarán a los ciclistas- como no consumen carburante dos alternativas. Impuesto en las comidas que generarán la energía necesaria para que delincamos con la bicicleta o impuesto directo al echar aire en las ruedas.

Por supuesto amigos blogueros guardaros mucho de copiar la letra o la música de cualquier canción en papel. De momento los folios no están penados con el Canon Digital, aunque solo es cuestión de tiempo y de necesidad de cuartos para regalar en subvenciones.

Puestos así, a lo mejor deciden hacer un paquete impositivo preventivo. Ya que de lo que hablamos es de impuestos preventivos, de impuestos que vamos a pagar porque el gobierno de Zapatero nos considera a todos delincuentes, esto se resuelve mejor de una vez y en el momento adecuado. Es decir, que cobren a los padres en el momento del nacimiento de los hijos un impuesto por cada uno nacido, ya que Zapatero considera que han parido un presunto delincuente.

Curiosa cuanto menos la doctrina que inspira a este nefasto Presidente. Por un lado castiga con la imposición del Canon Digital a millones de españoles que deberíamos gozar de la presunción de inocencia que nos reconoce la Constitución y por otro lado va a modificar la Ley del Aborto para que trabajen dentro de la legalidad los que trituraban y vertían al alcantarillado público cadáveres de fetos que eran seres vivos hasta que ellos les pusieron encima sus infectas manos. Esos son los valores de quien dirige nuestro país. Lo demás son espejismos.

martes, 18 de diciembre de 2007

El cumpleaños


A veces son tan toscos en sus expresiones y pensamientos –más lamentable lo segundo que lo primero- que cuesta trabajo que el espíritu se deje acunar por los latidos de vida y sentimiento de Moura y sus amigas. La Navidad, esa fecha en la que como me recuerda mi buen amigo José Luis Lindo dejamos fuera de la fiesta al que cumple los años cuyo cumpleaños celebramos –este año serán 2008 si El quiere- tiene entre sus virtudes –ya sé que algunos no le encontráis ninguna- la de conseguir que helados corazones sientan el templado aliento de la bondad y permitan a sus dueños una menor aspereza en los modos, las expresiones y –esto es lo mejor- los sentimientos.

Será una sensación, un cumpleaños infinito, una quimera mercantilista, una ficción o el recuerdo imperecedero del día en que vino al mundo quien había de ser crucificado 33 años después, pero lo cierto es que las cosas en Navidad no son iguales al resto del año. Las alegrías que podamos recibir en estos días tienen –a lo mejor los astrofísicos pueden explicarnos el motivo algún día- un sentido y un alcance distinto, son más emotivas, nos iluminan más y, en el mismo sentido, las desgracias que puedan llegarnos traen –si llegan en estos días- una doble carga de sentimiento y dolor que rememoraremos anualmente al vivir estas fechas.

Sin embargo algunos –menos mal que son los menos, los muy menos en una expresión matemática indefendible desde la corrección de los números y las letras- son tan toscos, tan rudos, tan bastos, tan zafios, indelicados y ordinarios que ni siquiera en estas fechas son capaces de disimular con el silencio la oscuridad de su interior.

Estos días es noticia de primera plana en la prensa local de Aranjuez y destacada en la prensa regional el hecho de que el alcalde Dionisio ha sido llamado a declarar como imputado por un juzgado de Aranjuez, atendiendo al traslado que el fiscal ha dado a ese juzgado de unos hechos denunciados por Acipa, en relación con unos terrenos en los que se instalará una empresa cuyo nombre entiendo que no viene al caso en este blog. En una huida hacia delante, sacando los pies del tiesto, el alcalde Dionisio pretende hacer creer próximo el fin del mundo por la actuación del juez, del fiscal y de Acipa diciendo aquello de “esto pone en grave riesgo la creación de los 300 puestos de trabajo previstos por esta empresa”.

No sé –jurídicamente- lo que hay o deja de haber en el fondo del asunto, pero me parece a todas luces inapropiado intentar poner como pantalla defensiva la creación de 300 puestos de trabajo –cuya posibilidad negaba el hoy alcalde cuando estaba en la oposición y el equipo de gobierno que yo dirigía ponía en marcha este proyecto (con estipulaciones distintas en el acuerdo firmado con la empresa a las establecidas por el alcalde Dionisio)- reitero me parece inapropiado defenderse en los puestos de trabajo si lo hecho no fuese –eso lo dirá el juez- legalmente correcto. Como dice mi amigo Juan, puestos así dejemos que los “camellos” sigan vendiendo droga. También son puestos de trabajo.

Hoy se inauguraba la comisaría conjunta de policía nacional y local de Aranjuez con la presencia –según rezaba la invitación cursada al efecto- del Ministro Rubalcaba y el alcalde Dionisio. El alcalde sí estuvo pero Rubalcaba –como era de suponer- no apareció. Unas instalaciones fruto del convenio que en su día firmé –siendo alcalde de Aranjuez- con el Ministerio del Interior en las que la Comunidad de Madrid ha puesto mucho dinero. Un proyecto positivo, pionero e innovador que una vez más se ha visto manchado por la gestión que del mismo ha hecho este mal alcalde. Un proyecto sobre el que pesa la sombra de la sospecha de la ilegalidad. Con ese panorama, es lógico que al químico se le haya complicado la agenda y se haya escaqueado.

La jeta de los nacionalistas catalanes la hemos podido ver hoy con meridiana claridad. Estaban dispuestos a apoyar en el Senado la reprobación de Maleni propuesta por el PP a cambio de que los populares retirasen el recurso en el Constitucional al Estatuto de Cataluña. ¡Vaya filibusteros! Cualquier día venden a su madre. Pues eso, la Navidad según algunos.

lunes, 17 de diciembre de 2007

La inflación


Aún no habíamos terminado de leer en el libro de cocina las distintas formas que existen de cocinar el conejo –con la sana intención de enviárselo a Zapatero y demás ilustres mentirosos oficiales- cuando a Solbes –inmerso en plena demagogia para hacerse merecedor del número que ocupará en la lista de ZP- no se le ocurre otra parida mental que echarnos la culpa a los ciudadanos que pagamos su espléndido sueldo de no haber interiorizado el euro. Y no encuentra mejor ejemplo de esta falta de interiorización que el de las propinas. Según este señor –a quien cada día le reconozco menor autoridad en lo concerniente a la economía- la culpa de la inflación la tienen las propinas que damos.

Al parecer, ha visto a algún descerebrado de los que toman café por 80 céntimos –Zapatero dijo que él los tomaba por ese precio- dejar 1 euro de propina al pagar un café. Sé que los camareros de toda España andan a la búsqueda de semejante cliente-chollo que a buen seguro salvaría la desvencijada economía de más de uno, pero en el fondo saben todos que ese tipo de dadivosos gilipollas no andan sueltos por la calle y que a Solbes –de momento Vicepresidente de Economía del gobierno de Zapatero y piante donde los haya- le pueden ocurrir dos cosas. O que no haya reconocido a su jefe de filas cuando lo ha visto tomando café en algún bar o que pretenda desviar nuestra atención de los conejos diciendo una barbaridad que hasta ahora solo era propia del Director General de Tráfico, para quien cualquiera menos él es responsable de los accidentes que semana tras semana se producen en nuestras carreteras.

Además de haber provocado la hilaridad nacional, no ha conseguido Solbes su objetivo de tapar con una cortina de humo el asunto de los conejos. Es más, yo creo que nos ha llevado a mezclar ambos temas porque –se quiera o no- en determinados momentos se pueden cruzar.

No nos han explicado hasta este momento si en la recomendación que nos hace el gobierno Zapatero –fruto del descalabro de nuestros bolsillos- del consumo de conejo en estas fiestas navideñas se refieren a conejos de campo o de ciudad. Y no es este un asunto menor si tenemos en cuenta el tema de las propinas, ya que en el consumo de unos u otros conejos puede existir por parte del consumidor una cierta y comprensible tendencia a dejar propinas. Aunque es cierto que no es esa una actitud garantizada. Hoy sin ir más lejos, la prensa recoge la noticia del incendio declarado en un club de alterne en la A-6, en Collado Villalba, que ha tenido que ser desalojado en su totalidad. La Cruz Roja ha tenido que socorrer con mantas a los evacuados ya que –según la prensa- iban ligeros de ropa. Seguramente nadie habrá dejado propina, haya comido conejo o no.

Lo de Solbes es un nuevo insulto a la inteligencia de los españoles, un nuevo intento de desfigurar la realidad en base a mentiras y patrañas. Ya no me molestan estas cosas, sencillamente me producen risa, me provocan vergüenza ajena y me reafirman en la convicción de que este país no puede seguir cayendo y para eso es imprescindible que gane Rajoy las próximas elecciones generales.

En Aranjuez, como siempre, bien. Aunque el alcalde Dionisio mienta una vez más al ocultar el compromiso adquirido por el Consejero de Sanidad Juan José Güemes de no cerrar ningún servicio sanitario de los que están funcionando en nuestra ciudad. Cortinas de humo que intentan desviar la atención sobre el asunto que nos ha llevado –le ha llevado- a las páginas de la prensa regional. Cortinas de humo para tapar la incapacidad –o el regalo- para mantener Aranjuez como Subsede olímpica de Remo en el 2016, la misma incapacidad que le llevó a perder las disciplinas de Aguas Bravas cuando Aranjuez acompañaba a Madrid como Subsede para el 2012.

Lamentablemente otros –que parecen condenados a cometer perpetuamente los mismos errores- colaboran –espero que sin saberlo- en estas maniobras de camuflaje. Que una parte de los pacientes residentes en localidades vecinas hayan sido desviados para los análisis al recientemente inaugurado hospital de Valdemoro, disminuyendo en un 50% aproximadamente el número de extracciones que se realizan en Aranjuez, no puede ser sino un motivo de alegría tanto para usuarios como para profesionales del laboratorio de Aranjuez. El mismo personal con la mitad de carga de trabajo es una garantía de calidad y de buena atención.

Si tal y como denuncian los sindicatos puede existir una relación sospechosa entre un funcionario de la Comunidad y el uso de un laboratorio privado en los análisis realizados en el Hospital de Valdemoro, deberían acudir a los juzgados inmediatamente en vez de calentar la cabeza a los trabajadores y a los ciudadanos.

Antes de que se me pase, desde este humilde blog quiero hacerle llegar mi total apoyo a la Alcaldesa de San Martín de la Vega en el proceso de externalización de determinados servicios de aquel municipio. La mejor gestión de los recursos del municipio, dentro de la legalidad y la absoluta transparencia, es el mejor trabajo que puede hacer por sus vecinos. Por los que la votaron y por lo que no. Por los que se le manifiestan en la delante del Ayuntamiento y por los que no. ¡Animo Alcaldesa!

viernes, 14 de diciembre de 2007

El de la Chistera


Con tanto Pájaro Bobo, tanto canon digital y tanto conejo para las Navidades, uno echa en falta una solvente disponibilidad de dinero y de tiempo para perderse en compañía de Moura, atendiendo solo a los cantos de lo extraordinario que desde los sentimientos permitan alcanzar la paz y el sosiego en los sentidos.

La bruma del amanecer, la paz. El olor de la hierba mojada por el rocío de la húmeda noche del norte, la paz. El verde incontrolable, la paz. El verde reconocible, la paz. El verde respirable, la paz. La frondosidad que tamiza al día, la paz. La lujuriosa espesura traspasada por la luz del alba, la paz. El frescor del sol en la mañana, la paz. El rumor del Atlántico, la paz. El nordeste que todo lo enloquece, la paz. El valor de la vida en los acantilados, la paz. Las historias venidas en el océano, la paz. Las vidas vividas en el mar, la paz. Las entrañas en donde se hunde el sol cada día, la paz. El tiempo sin medida, la paz. La piel en la piel, la paz. La vida para vivirla y la paz para sentirla.

Pero no. Lejos de poder disfrutar –aunque solo fuera virtualmente- de los placeres de la tierra –nación les gusta decir a quienes no tienen más ocupación intelectual que matar moscas con el rabo- del ficticio Breogán, aquí las trasnochadas mentiras de un Pájaro Bobo, la avaricia recaudatoria de quienes pretenden cobrarnos a quienes a diario defendemos la libertad –la nuestra y la de ellos- de creación, por reconocer sus virtudes a través del conocimiento de su obra o el empeño de quienes no suficientemente satisfechos con querer conducir por nosotros, ahora quieren elegirnos el menú que pondremos a la mesa en estas navideñas fiestas, estamos más entretenidos de lo que nos gustaría porque en esto del entretenimiento –al igual que en la mayoría de las cosas (he dicho la mayoría, no todas)- lo importante no es la cantidad, sino la calidad.

Comparada con la de otras especies animales, la carne del conejo es más rica en proteínas, en determinadas vitaminas y en minerales. Por el contrario, es más pobre en grasas y tiene menos de la mitad de sodio que otras carnes. La del conejo doméstico es carne totalmente blanca, ya que ha consumido alimentos naturales y se ha criado de forma higiénica en granjas especializadas. La carne de conejo es la que aporta menos calorías y menor cantidad de colesterol. Es dietética por excelencia. ¿Acaso alguno de vosotros amigos blogueros ha elegido precisamente estas fechas para ponerse a dieta, quitarse unos kilos de encima y rebajar sus cifras de colesterol? Entonces, ¿a santo de qué nos quieren obligar a comer conejo estas Navidades?

Está claro. Las economías familiares, el poder adquisitivo de las familias españolas –ese que Solbes y el gran economista ZP llevan diciendo toda la legislatura que iba viento en popa- están notando la “política social” de Zapatero y su gobierno y creen –me imagino por lo peregrino de la idea que será una ocurrencia del friki Pepiño- que con lo del conejo no nos vamos a dar cuenta del paupérrimo estado en el que se encuentran nuestros bolsillos. Nos contarán en breve que el conejo es un tradicional alimento navideño de nuestro país. Y el Pájaro Bobo también. Nos lo vendrá a contar posiblemente el director del banco en el que tenemos la hipoteca.

El Pájaro Bobo tiene los pies cortos –igual que las mentiras- y recibe este nombre por la facilidad con que se deja capturar. El Pájaro Bobo es moreno, ¿o es Moreno el Pájaro Bobo? Sea como fuere, las mentiras de Moreno tienen las patas muy cortas, justo lo contrario que su afán recaudatorio. Por eso el mayor depredador que ha tenido acceso al bolsillo fiscal de los ribereños, intenta tapar con burdas mentiras sobre la deuda contraída por el anterior gobierno municipal del PP de Aranjuez el indecente sablazo que le va a meter a los bolsillo de los contribuyentes de este lado del Tajo -y del otro del Jarama- con la abusiva subida de Tasas e Impuestos Municipales aprobada con los votos exclusivos de su grupo de concejales, el de los socialistas, el que dirige el Alcalde Dionisio a quien por cierto el fiscal le acaba de amargar las Navidades –no se si con conejo o sin conejo- citándolo a declarar como imputado por una serie de decisiones que tendrá que explicar al juez.

La música me gusta. Prácticamente toda la música, aunque reconozco –ya lo he hecho en infinidad de ocasiones- que tengo mis preferencias, aunque eso no viene al caso. Me imagino que es el momento, el lugar por el que transita el alma en cada instante, lo que determina que tarareemos una u otra melodía. Recientemente estuve en Beijing y me traje algunos palillos –de los que allí utilizan para comer- de recuerdo. Me costaron muy poco, creo que en torno a 15 céntimos de euro cada par de palillos. Esto y mi afición por la música me están creando un verdadero dilema que no soy capaz de resolver.

De vez en cuando, me doy cuenta que estoy tatareando Whole Lotta Love de Led Zeppelín, al tiempo que llevo el ritmo sobre la mesa con alguno de los palillos que adquirí en Beijing. Dado que el precio de los palillos no incluía el Canon Digital y cuando tarareo la canción en mi cabeza permanece no solo la melodía, sino también la imagen del legendario grupo en plena actuación, ¿debo volver a China para que me cobren allí el Canon o lo ingreso aquí en España? En caso de tener que ir a China ¿me pagará el viaje la SGAE? El dinero que ingrese por el Canon Digital de los palillos ¿se lo enviarán a la cuenta de Led Zeppelín? Y una última cuestión, si a ellos –a los que sean- les gusta componer, cantar, tocar y grabar ¿por qué tengo yo que pagarles un canon, si hacen lo que hacen porque quieren?

El Grupo Popular del Senado no cometió ningún error. Hizo lo mismo que nos gustaría hacer a la mayoría de españoles. No podemos votar en el Senado, pero tenemos Internet.

www.todoscontraelcanon.es

miércoles, 12 de diciembre de 2007

Ferroviaria


Cabalgan a diario sobre los caminos de hierro. Son las invisibles amazonas que conducen sin mandos, sin volantes, sin teclas ni instrumentos los caminos de cientos de miles de viajeros a través de las líneas del ferrocarril, a través del “chemin de fer” que dirían mis buenos amigos franceses. Imaginarias conductoras que –sin conocer los olores y colores de una cabina de conducción del tren- nos llevan a través de las líneas paralelas e interminables que los dos raíles van trazando caprichosamente a lo largo de la geografía de nuestro planeta..

No saben conducir un tren pero son maravillosas expertas en conducir los derroteros de quienes arrastrados por la loca máquina del vapor, o en versión más moderna por la electricidad que aporta la catenaria, estamos dispuestos a conocer y vivir experiencias que solo a lomos de la atronadora serpiente de metal se pueden recoger.

En su boca, sus ojos, su gesto y sus palabras podemos encontrar las virtudes de nuestro planeta o –si ellas quieren- la negación de la propia existencia. Nos pueden dibujar un idílico recorrido gozado tras los cristales de una volátil ventanilla y –si quieren, y casi siempre quieren- nos pueden ensoñar con el simple hecho de relatarnos las horas –con sus minutos incluidos- en los que visitaremos a través de un letrero de estación de ferrocarril mil y una poblaciones que sin duda formarán –si es que no lo formaban ya- parte de la historia que contaremos a nuestros nietos. Porque eso sí que es seguro, los viajes que hayamos realizado en tren, sobre el camino de hierro, son viajes que contaremos a nuestros nietos, son viajes que –por lo que de intrépidos siguen conservando- no podremos resistirnos trasmitir como vivencias cuasi existenciales.

Detrás de esas bocas, esos ojos, esos gestos y esas palabras, están personas anónimas para la inmensa mayoría de quienes recorrerán los caminos que ellas les han indicado. Para quienes por distintos motivos hemos alcanzado a conocer –aunque sea levemente- a las personas que las portan, a las personas que con su sonrisa, su buen hacer, su amabilidad nos ayudan a viajar a los confines de la tierra, hoy es un día triste. Un día en el que somos conscientes de que hemos perdido una sonrisa que ocultaba detrás a una encantadora mujer, María Jesús. Muchos viajeros serán conscientes más adelante de su ausencia. Hoy, muchos ferroviarios y muchos de quienes sin trabajar allí sabemos cómo huele el carbón y el tiempo que tarda en repararse la catenaria, lloramos por su temprana pérdida. En el cielo –en donde seguro que hay “chemins de fer”- estará ayudando a los ángeles con su amable sonrisa para que no se les pierda ningún viajero. Lo lleva en la sangre, como todos los ferroviarios, y lo lleva en el alma.

martes, 4 de diciembre de 2007

El bosque


Sinceramente, estamos mareando la perdiz. Las cosas a veces son mucho más simples de lo que aparentan. Los múltiples matices que se podrían añadir a la convocatoria de la manifestación que por la derrota de ETA se va a celebrar hoy, no dejan de ser –con toda la carga de razón que puedan tener- meros obstáculos para lanzar un firme mensaje de condena y rechazo a la banda asesina.

¿Qué no va Zapatero?, pues que no vaya. ¿Qué sabemos que en cuanto nos demos la vuelta va a intentar negociar con ETA?, pues ya lo sabemos. ¿Qué darán todas las largas posibles para no instar la ilegalización de ANV?, no es nada nuevo. ¿Qué seguirán velando por mantener sus espléndidas relaciones con el mundo de los asesinos?, exactamente igual que hasta ahora. ¿Qué ningunearán, ignorarán, humillarán e incluso perseguirán –ahí tenemos al bueno de Alcaraz ante los tribunales- a las víctimas de los terroristas?, igual, igual que desde el primer momento de la llegada de Zapatero a la Moncloa. ¿Qué seguirán llamando accidentes a los brutales atentados de los mafiosos asesinos?, como hasta ahora, ¿o acaso el friki Pepiño sabe hablar más allá de los insultos que vomita continuamente contra el PP y contra la AVT?

Todo eso y muchas otras barbaridades conocemos desde hace años –casi cuatro- y todo eso y mucho más venimos aguantando desde hace años, muchos años, muchos más de cuatro años. ¿Y ahora nos vamos a volver remilgados? Ahora que la pancarta de la cabecera pedirá la derrota de ETA –no la desaparición, ni la disolución, ni la solución del conflicto, sino la DERROTA- ¿vamos a andar con matices, con condiciones previas?

El bosque y los árboles llevan obstaculizándose toda la vida y así seguirá siendo por los siglos de los siglos, sin embargo está entre nuestras obligaciones, las que tenemos como ciudadanos demócratas, como defensores de las libertades en un país en el que unos desde el chantaje, la amenaza, el terror y otros desde la mentira, el chanchullo, la mediocridad intentan recortárnoslas –las libertades- con la muerte unos y con la semántica otros, está entre nuestras obligaciones repito, intentar desbrozar para ver con la mayor claridad posible.

Que Zapatero no vaya a la manifestación, que vuelvan a negociar con ETA, que no ilegalicen a ANV, que mantengan relaciones con los asesinos, que intenten humillar a las víctimas y que intenten hacer aparecer como accidentes los macabros asesinatos de ETA tiene solución fácil y sencilla. Es tan sencillo como introducir una papeleta en la urna en las próximas –cercanas- Elecciones Generales. Ahí es en donde podemos terminar con esta sangría de deshonor, claudicación y engaño. No con la manifestación de esta tarde, sino en las urnas.

Por eso, los numerosos matices que se pueden añadir a la convocatoria de hoy, no son sino un esfuerzo inútil que solo puede servir para dar al traste con una oportunidad que no sabemos si volverá a presentarse. Caminar todos juntos –no hace ninguna falta Zapatero- para exigir la derrota de la banda asesina debe ser el único objetivo que nos planteemos para hoy, porque hoy no se celebran las Elecciones Generales.

Las víctimas y sus familiares son los grandes damnificados de la acción asesina de ETA, con las víctimas estamos siempre que nos llaman, su lema de Memoria, Dignidad y Justicia es la bandera que nos mueve a millones de españoles desde hace años. Hoy vamos a manifestarnos por la libertad, por la derrota de ETA y –como siempre- por mantener viva la memoria de las víctimas. Hoy queremos caminar tras una única pancarta tal y como venimos reclamando desde hace tiempo, mucho tiempo, demasiado tiempo. En el dolor también hay obligaciones. Hoy a las víctimas les toca estar con nosotros, con todos los españoles.

lunes, 3 de diciembre de 2007

NO Gorila, NO


Meter en el mismo saco las dos noticias que han ocupado a los informadores de los distintos medios durante el fin de semana no es muy ortodoxo. Sin embargo las dos me invitan a hacer algún comentario que no quiero dejar pasar y por eso van a viajar juntas en el blog.

El atentado contra dos guardias civiles en el sur de Francia es algo –no deseado- que sabíamos que podía ocurrir en cualquier momento. ETA lo estaba intentando desde que dio por finalizada su tregua y solo era cuestión de tiempo y oportunidad que consiguiese llevarse vidas. Un guardia civil muerto y otro en estado de coma, en una situación en la que solo podemos esperar un milagro para que siga estando entre nosotros.

Las reacciones han sido inmediatas y positivas. De nuevo los demócratas unidos contra la banda mafiosa y asesina y de nuevo también la filial de ETA, ANV, sin condenar el atentado. Espero que a ningún esperpéntico nacionalista, ni a ningún progre de los que juegan al dialogo con los terroristas mientras los muertos los ponen otros, se le ocurra insinuar que el PP está aprovechándose del atentado para sacar ventaja electoral por el hecho de pedir en estos momentos la ilegalización de ANV.

Lo que todavía no soy capaz de comprender –y me parece que de entendederas en esto estoy como la inmensa mayoría de los españoles- es cómo es posible que hayan realizado un referéndum ilegal, no hayan condenado el atentado y todavía estén en libertad. Ilegalizados y en la cárcel es en donde corresponde estar a esas alimañas que gracias a la estúpida actuación de Zapatero y sus gobierno han podido acceder a las instituciones democráticas de Navarra y el País Vasco.

Ahora vendrán intentos de explicación por parte de Rubalcaba y el friki Pepiño sobre lo ocurrido, posiblemente cojan a los asesinos, quizá se produzcan nuevas detenciones de etarras, pero lo importante es que un guardia civil ha muerto, otro está en estado gravísimo, ETA ha demostrado una vez más su voluntad y ANV está clarísimamente en la cuerda de ETA. La misma situación que existía –y se consiguió frenar- cuando PP y PSOE firmaron el Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo. Su recuperación no admite demora.

El golpista Hugo Gorila Chávez sudaba como lo que es ante las cámaras de televisión cuando reconocía que el NO a sus pretensiones totalitarias había triunfado en las urnas. Lo minimizaba –habrá que conocer la realidad de las últimas cifras- en un baldío intento por rebajarle la moral a sus opositores, pero sudaba, sudaba como quien ha sido pillado con las manos en la masa intentando llevarse todo, hasta la libertad.

Ignoro lo que dirán los analistas políticos, ignoro –y me importa bien poco aunque lo respete- lo que digan esperpénticos tramoyistas de la política del cambalache como el insólito Jorge Verstrynge, pero me parece que el pueblo venezolano -¡qué gran pueblo y qué hermoso país!- le ha dicho NO a Hugo Chávez y le ha dicho, animado por el Rey de España y por los millones de españoles que pensamos como él, como ellos, ¡¿Por qué no te callas?! Más de la mitad de los venezolanos –habrá que conocer la realidad de las últimas cifras- le han dicho a Hugo Gorila Chávez, al golpista vestido de libertador, que se vaya, que no lo quieren al frente de su país.

Los españoles deberíamos sacar alguna conclusión de lo ocurrido este domingo en Venezuela – y nuestros gobernantes deberían sacarla de lo ocurrido en el sur de Francia, aunque no tenga nada que ver con el NO a Chávez, ¿o si?- para nuestro futuro inmediato. Los venezolanos, con la presión ejercida por el tiranuelo, con graves recortes en las libertades en aquel país, han sido capaces de salir a la calle e ir a las urnas a decirle NO. Chávez ha amenazado a los españoles diciéndonos que si gana el PP las próximas Elecciones Generales, empresas como Repsol tendrán que irse de Venezuela, las echará. ¿Vamos a dejar que someta nuestra voluntad un gorila golpista que aún no sabe si tiene que atrasar o adelantar el reloj para tener el sol a hora más temprana?

¡Ole, ole y ole! para los venezolanos.