Tristeza

Debe ser muy triste tener el insulto como único recurso intelectual. Debe ser muy triste tener que mentir para conseguir alguna audiencia. Debe ser muy triste no poder contar a quién del PSOE pertenece el medio en el que se alardea de independencia. Debe ser muy triste recorrer escondidamente el corto camino que separa Egin del fascismo. Debe ser muy triste tener que impedir que un falso Rey Mago hable para la competencia como único método para ganarle el mercado. Debe ser muy triste ser un totalitario y tener que estar disimulándolo a diario en las ondas. Debe ser muy triste tener que ocultar –como parte del sueldo- día tras día, semana tras semana, las trolas e incapacidades del alcalde Dionisio. Debe ser muy triste saberse pagado por mentir y manipular a través del micrófono. Debe ser muy triste que a uno se le vayan continuamente los colaboradores –a colaborar con otros indudablemente mejores- y se queden siempre los mismos, los zafios, los chusqueros, los serviles. Debe ser muy triste tener que mantener la coleta como único vestigio de la inteligencia que nunca llegó a asomar. Debe ser muy triste que un título –algunos deben regalarlos- solo sirva para trasladar la voz del amo. Debe ser muy triste tener en la mentira y en el engaño los únicos objetivos de toda una vida profesional. Debe ser muy triste correr siempre a babear al gobernante de turno. Debe ser muy triste saber que al otro lado de las ondas habrá algún oyente pero ningún amigo. Debe ser muy triste saber que leyendo las barbaridades semanales no habrá nadie que nos quiere y sobre todo debe ser muy triste saberse incapaz profesional e intelectualmente y no tener el sentido necesario para evitar mostrarlo al resto del mundo.

Quien esta Nota de Redacción publica -“No publicaremos nigún anónimo y, salvo expeción, tampoco niguna carta sin firma.”- da muestras más que suficientes de la tristeza intelectual, profesional y democrática que embriaga su anodino ser.

¡Qué torpes son algunos intentando crear cortinas de humo! Lo que realmente le interesa a los ciudadanos lo dan otros medios que no se dedican a escribir servilmente al dictado de quien desgobierna en Aranjuez, mi maravillosa ciudad.

El Comité de Empresa de Indra en Aranjuez, a través de su Presidente, ha dejado bien claro al alcalde Dionisio que aquello de la Ciudad de la Tecnología es puro humo y que es mejor que se dedique a conseguir que la empresa mejore las instalaciones actuales para asegurar su presencia futura en nuestra ciudad.

El Ayuntamiento de Móstoles ha anunciado la presentación de una querella contra el alcalde Dionisio y su equipo de desgobierno, por la acusación de prevaricación vertida por estos en el último Pleno a través de una propuesta escrita.

A los amantes de las estadísticas les invito a buscar el número de alcaldes que han cometido la torpeza de crear un problema institucional, como el generado con este asunto por el perezoso alcalde Dionisio. Creo que solo encontrarán otro caso, el del emperador Castro –el de Getafe, que cada día se parece más al de “la flaca”- en su descarado y malsonante insulto a los votantes de la mitad de los alcaldes de la Federación Española de Municipios que él –con poco sentido del decoro- continúa presidiendo.

Estas son las historias reales -y tristes en sus consecuencias para quienes vivimos y amamos esta ciudad- que coletas incapaces ocultan o manipulan a sus lectores y radio oyentes.

Mª José Martínez, la portavoz del PP en el ayuntamiento de Aranjuez, seguro que ha tomado buena nota de cuáles son para ella las “amistades peligrosas”.

Sí, ya sé que algún día al volver de jugar al golf me puedo encontrar con algo que no entienda, pero en los estudios de periodismo deberían enseñar –a lo mejor lo enseñan pero seguramente este solo asistía a los seminarios de manipulación y engaño- que no se debe decir “del Cepeda”, sino “del fascista Sánchez”.