Eu non son

De la nevada de ayer, con sus correspondientes cortes en carreteras nada locales como pueden ser la A-1 y la A-6, y las posibles responsabilidades de Maleni en las consecuencias mejor ni hablo ¿no? Después de escuchar sus explicaciones en la última comparecencia en la Comisión correspondiente del Congreso de los Diputados –aún no alcanzo a entender por qué la ministra de la cosa de las miembras, la desocupada Aido, no ha exigido que se llame Congreso/a de los/as Diputados/as- cualquier responsabilidad de la Ministra Maleni en asuntos de su ministerio está descartada. O dicho de otra forma más corta y entendible, en los temas relacionados con el Ministerio de Fomento la Ministra Maleni es una irresponsable, los responsables son otros.

Voy a dejar lo de la nevada tranquilo porque aún ando algo impresionado por las imágenes que Moura –mi extraordinaria y bella amiga Meiga- me ha traído desde mi tierra natal Galicia. Imágenes y relatos de lo ocurrido en aquella maravillosa tierra durante el temporal de la semana pasada. Imágenes y relatos de una Galicia que está anclada –gracias al bipartito gobierno que la estrangula- en el pasado siglo. Pensaba acudir a escuchar a Pérez Touriño a un acto en Santiago, pero no estoy para perder el tiempo. Me imagino que se me notaría la cara de amargura por mi tierra al escuchar a quien a utilizado el mandato que asumió en contra de lo que queríamos la mayoría de los gallegos –ahí están las urnas para narrarlo en detalle- para dejar que la rueda del futuro girase hacia atrás en Galicia, repito que se me notaría la cara de amargura al oírle hablar de sus intenciones y promesas en torno al I+D+i en la nación del mítico –por inexistente- Breogán.

¿Con qué cara hablará Touriño de modernidad, de progreso, de futuro, cuando un temporal ha tenido a miles de gallegos sin luz y sin teléfono durante siete días? ¿Esa es la Galicia que nos ofrece; el futuro que queremos para nosotros y nuestros hijos?

A juzgar por el coche que calza –los coches, mejor dicho- la Galicia de Touriño y su “eu son Anxo Quintana” debería tener una respuesta más eficaz y rápida que el EEUU de Obama, porque si no es así –y no lo ha sido- ¿cómo justifica semejante dispendio en ese pedazo de Audi?

Menos mal que en esta ocasión los gallegos residentes ausentes –los que ayudan a España desde su trabajo en tierras americanas, nuestros emigrantes- votarán por correo con identificación vía DNI o pasaporte y, además, Touriño no contará con la inapreciable ayuda de la agente electoral Mª Isabel Blanco, que se dedicó a recaudar votos para el PSOE gallego en las anteriores elecciones de aquella comunidad, viajando por tierras argentinas a costa del erario público y por encargo del furtivo de Muxía.

Sin esas “herramientas” electorales, Touriño está cada vez más cerca de pasarle el pedazo de Audi a Núñez Feijoo. Es el fruto de la ineficacia, el despilfarro y la trola nacional-tercermundista.