viernes, 19 de octubre de 2007

El psiquiatra


Si hoy me abstuviese de hacer algún comentario sobre el vídeo de Zapatero que ayer presentó el friki Pepiño, no sería humano. Es inevitable –en ese sentido se han de apuntar un tanto los estrategas de Pepiño- hacer referencia a esta iniciativa de Zapatero en la que una vez más nos deleita con su forma de entender la vida y la política.El vídeo encierra en sí mismo –posiblemente con mucha más profundidad de lo que hubiesen deseado sus creadores- una serie de mensajes sumamente clarificadores sobre el por qué de la forma de actuar de Zapatero al frente del gobierno.

En primer lugar hay que atender especialmente al final del vídeo, cuando Zapatero dice aquello de “esto es la verdaZ” y nos dedica la mueca que tiene por sonrisa. ¿Por qué? Muy sencillo, él sabe que nos ha estado contando la verdaz con “Z” durante toda la legislatura y por eso sonríe. Es en esto como un niño pequeño –lo que pasa es que a los niños no se les da el poder para dirigir un país- que cruza los dedos índice y medio cuando dice una mentira para evitar el castigo divino.

Durante tres largos años –los transcurridos desde aquel horrible 11-M- José Luis Rodríguez Zapatero ha utilizado todos los medios a su alcance para mentirnos porque, al igual que lo hace en el vídeo, cuando nos ha hablado de prosperidad, competitividad, igualdad, sensibilidad, modernidad, solidaridad…estaba cruzando los dedos y realmente nos estaba hablando –nos estaba mintiendo- de prosperidaZ, competitividaZ, igualdaZ, sensibilidaZ, modernidaZ, solidaridaZ

Y lo que es realmente terrible y sobrepasa con mucho lo que se puede entender como un juego de niños, cuando nos hablaba de libertad, de integridad, de dignidad, lo estaba haciendo con “Z”, es decir, nos estaba hablando de sometimiento al totalitarismo etarra, de desintegración de la Nación y de ninguneo y rechifla hacia las víctimas del terrorismo. Siguiendo con el hilo argumental del vídeo a lo mejor es un problema de su familia, pero no lo es de los leoneses ni de los españoles.

Ignoro si, como él afirma en la grabación, su familia se dedica a llamar a las cosas por nombres distintos a los reales, si cuando hablan engañan como pauta general de comportamiento familiar, pero lo que sí tengo absolutamente claro es que el resto de los españoles hemos sido objeto durante estos tres años de una burla macabra, en la que seguramente Zapatero, sus colaboradores y no sé si su familia han cruzado los dedos utilizando la “Z” en vez de la “D” para pegarse una “jartá” a reír a costa nuestra y sin embargo han sido incapaces de utilizar la “Z” para pronunciar la única palabra que con paciencia hemos intentado escuchar a través de sus hechos, paz.

Zángano, zumbado, zopenco, zoquete, zafio, zascandil, zonzo, zote, zupia, además de Chávez, son algunas de las palabras –con “Z”, como a él le gusta- que le propongo a Zapatero para que nos diga con cuál o cuales se identifica mejor.

Mucha sonrisita y mucha gaita, pero estoy seguro que este insulto a la inteligencia que nos hemos dado como presidente no ha tenido narices para hacerle la bromita de la “Z” a los independentistas. ¡A ver si tiene bemoles para llamarle “CaroZ” a don Josep Lluís!

Un pequeño apunte orientativo para Zapatero. La dislalia es una patología definida como la dificultad para articular las palabras y son los logopedas los profesionales que atienden a quienes la padecen. Sin embargo en su caso es un psiquiatra quien debería atender a su tendencia a desfigurar la realidad. Son los psiquiatras los que entienden de mitómanos.

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