Bueno, pasó el 27-M y ya tenemos ante nosotros la realidad democrática del día después. Decía Zapatero hace unos días que las elecciones las ganaría el partido que sacase mayor número de votos. Pues está más claro que el agua de los manantiales de los que beben mis amigas meigas. Las elecciones, según Zapatero, las ha ganado el Partido Popular. Según Rajoy también. ¡Por fin están de acuerdo en algo!
Ahora solo falta que acuerden –ya me extraña después de haber escuchado al friki Pepiño (por cierto ya han pasado las elecciones y me imagino que cumpliendo con su palabra Conde Pumpido iniciará actuaciones en torno al cobro de comisiones ilegales por parte de los socialistas de Ibiza) esta mañana en la radio- solo falta que acuerden, reitero, el gobierno de Navarra que permita que esta Comunidad Autónoma siga siendo española.
Para esta región de España ha llegado el momento de la verdad. Si los socialistas navarros pactan con Nafarroa Bai, Zapatero estará siguiendo su hoja de ruta para ceder a las exigencias de los terroristas. Ahora ya no sirven disfraces. Las Elecciones Generales están cerca.
Teníamos dos objetivos, conseguir que la Comunidad de Madrid continuase presidida por una Presidenta y que el ayuntamiento de Aranjuez tuviese por primera vez al frente una Alcaldesa. Objetivo cumplido para la Comunidad de Madrid. Esperanza Aguirre será de nuevo Presidenta con unos resultados impresionantes. Sin embargo,
Los resultados obtenidos en Aranjuez son contundentes en lo que a Esperanza Aguirre se refiere y bastante claros en el ámbito local. El Partido Popular de Aranjuez, con una pequeña pérdida de votos, ha conseguido mantener los 9 concejales obtenidos en 2003. Está claro que en líneas generales la renovación llevada a cabo ha sido aceptada por los ciudadanos de Aranjuez. Esa es para mí la primera conclusión.
A partir de ahí todos –no unos más que otros- tenemos por delante un reto muy importante para el futuro de Aranjuez. Que el peor alcalde que ha tenido Aranjuez en su reciente historia, el socialista Dionisio, haya obtenido la mayoría absoluta en nuestra ciudad podría entenderse como una consolidación del voto de izquierda en Aranjuez. Sin embargo observando la gran diferencia de votos existente entre Esperanza Aguirre y
Salvo la experiencia –apoyada claramente por la derecha local- de la candidatura independiente que obtuvo dos concejales en 1979, en Aranjuez este tipo de iniciativas han contado a lo sumo con un único representante en las distintas legislaturas. Ayer, a pesar de las expectativas que existían, los ciudadanos decidieron con su voto dejar las cosas igual. Están desde luego en todo su derecho a continuar trabajando desde su opción. La renovación desde la suma del único partido que puede aspirar a gobernar con mayoría absoluta en vez del PSOE ribereño, a buen seguro que estará por asumir también ese necesario reto de integración.
Por delante cuatro preciosos años, mucha gente con ganas de trabajar, la ilusión de muchos ribereños y el claro apoyo mostrado por Esperanza Aguirre. Asumamos el reto y pongámonos a trabajar.
Un aplauso para los estrategas de los comunistas ribereños. ¡Lástima que los socialistas no tuviesen los mismos!
Enhorabuena a
1 comentario:
La primera vez casi siempre deja un recuerdo imborrable en nosotros, y si la experiencia ha sido buena y satisfactoria, mucho más. Solemos mantener activos esos recuerdos. Solo se borran de nuestra memoria aquellos acontecimientos que abandonándolos, no queremos volver a recordar para no hacernos daño.
Desde que nacemos, nos pasamos celebrando y recordando esa primera vez: el primer mes, el primer año, la primera comunión, el primer amor, el primer beso, el primer viaje, el primer trabajo, el primer sueldo, la primera casa...Y así pasamos la vida en buena parte recordando y aprendiendo por la experiencia que ha dejado en nosotros el conocimiento de la vida adquirido por las circunstancias o situaciones del pasado.
Sin duda el día de ayer, para todos los que hemos vivido más o menos de cerca la política de Aranjuez, fue de un estado de inquietud, de incógnita, de un desconocimiento de resultados imprevisibles aún más que en otras ocaiones. La cosa estaba desde días antes un poco revolucionada y muy pocas fueron las porras que consiguieron premio.
Para mi, personalmente, se me planteó un retorcido dilema, una disyuntiva que en otras ocasiones no había tenido, y que sin duda de camino a mi colegío electoral, debiera haber solucionado.
Aún teniendo claro cuales son mis ideales políticos, no pude hacer, por primera vez, lo que me hubiera gustado.
Un día para recordar aunque duela. Confieso haber sido infiel.
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