viernes, 15 de junio de 2007

L'âne


Bueno, parece que en algo estamos casi todos de acuerdo. La concesión del Premio Príncipe de Asturias de las Artes a Bob Dylan. Por algún sitio hay que empezar.

En el otro asunto, en el de la lucha contra ETA, vamos pasando todos de puntillas sobre las posibles recriminaciones y desconfianzas con la esperanza –al menos los ciudadanos de a pié- de conseguir efectos inmediatos y contundentes. Navarra sigue siendo pieza clave en este proceso y no debería el PSN ser ajeno a los mensajes y actitudes mostrados por los demás en el resto del país.

Las lealtades y la confianza lo son en los dos sentidos y para ambas partes. Es decir, satisfacen o amargan a quienes participan de ellas. Yo he sido siempre –lo sigo siendo- muy confiado. Desde luego los amigos –incluidas mis adorables voladoras en escobas- no solo la tienen, sino que son los propietarios de ella. No la tienen solo en depósito. Los que no la tienen por derecho propio sino porque se la he depositado, la pueden usar –de hecho la tienen para usarla- como si fuera de ellos.

A lo largo de mi vida, en múltiples ocasiones, me han preguntado si no me sentía traicionado por tal o cual persona, ante determinados acontecimientos en los que habían malutilizado la confianza depositada en ellos. No, la verdad es que no. La traición, cuando lo es hacia la confianza depositada por otra persona, es un sentimiento que no tiene el traicionado, sino el que traiciona. Por eso puedo seguir confiando. Por eso sigo siendo confiado. Los que traicionan la confianza de otro no suelen padecer del corazón, sino del estómago.

Curiosamente en el mundo de las meigas –es todo un mundo distinto- la traición no existe. Ellas son como son. Cada una es como es, sin dobleces, sin intereses ocultos, sin aspiraciones innobles. Todas se muestran tal cual son –entre ellas, eso sí- y no hay lugar a equívocos –entre ellas repito- ni a malas interpretaciones. Por eso Moura, mi buena y bella amiga meiga con quien he retomado la agradable experiencia de hablar sobre asuntos humanos y no humanos –es decir, extraordinarios- me confiesa que a ella y a sus compañeras les resulta muy chocante nuestra forma de ser.

Hoy se cumplen 30 años de las primeras elecciones democráticas celebradas en España tras la muerte de Franco. Aquellas elecciones sirvieron para acabar con las dos Españas y para iniciar un proceso de cambio que se ha notado profundamente en todo el país. Es cierto que alguno, con su errático empeño en abrir todos los melones, nos pone en un tris continuamente, pero lo cierto es que hoy la mayoría de españoles seguimos trabajando para que no vuelvan las dos Españas.

Curiosamente los únicos franquistas que quedan hoy son los de ETA. Ellos sí se han quedado anclados en el pasado. Ellos matan desde el pasado cavernícola de sus mentes sucias y retorcidas y les encantaría convertir al País Vasco y Navarra en una dictadura totalitaria. Aún no han querido darse cuenta de que no vamos a ceder. Como decía ayer el Rey en su discurso en el Congreso de los Diputados “Treinta años de democracia son ya muchos para dejar claro, una vez más, que la violencia terrorista nunca conseguirá sus objetivos”. ¡Da gusto cuando uno se siente representado por el Rey en sus palabras!

Mañana se constituyen los nuevos ayuntamientos surgidos tras el 27-M. ¿Para cuando la modificación de la Ley Electoral? Es impresionante e impresentable la ingente cantidad de lecturas de los resultados electorales que hacen en cada municipio los distintos partidos políticos. Solo con una nueva Ley Electoral que permita que los ciudadanos manifestemos con absoluta claridad lo que queremos que ocurra tras el paso por las urnas, terminaremos con esta vergonzosa y reiterada lectura mercantil de la voluntad de los ciudadanos.

Malas noticias hoy en Aranjuez con el asesinato de una mujer a manos de su compañero -con saña y sangre- y malas también por el inicio de movilizaciones de los trabajadores de Fyse ante la inminente reducción de plantilla anunciada por la empresa. Tienen mi apoyo, aunque corresponde a los sindicatos torear este morlaco y al sentido común la solución.

El sábado pasado el diario ABC ofrecía una noticia sobre un diputado socialista llamado –no tenemos ningún parentesco, ni tan siquiera político- José Cepeda, que por lo visto pertenece a la corriente guerrista del PSM. ABC ilustraba la noticia con una fotografía mía. Además de los cachondeos propios y adecuados de mis amigos, algunas personas de buena fe –que no tienen por qué conocerme lo suficiente como para saber que si algún día dejase el PP sería para alejarme definitivamente de la política- me han llamado para preguntarme el motivo de mi cambio de ideología.

Le cuesta trabajo al diario ABC rectificar sus errores y, cuando lo hace, lo hace a escondidas. Hablé con el Redactor Jefe de la Sección de Madrid por teléfono y no entiende que debe rectificar en la misma forma en que cometieron la equivocación. Es un poco cazurro. Lo más seguro es que un día de estos me confunda yo en mi blog y haga referencia al susodicho poniendo debajo la foto de un burro. Lo que me gusta es leer a Carlos Herrera, pero me conformaré con escucharlo en la radio. No engordaré con un euro diario a estos zafios.

Lo de Beckham –permitir su marcha- le costará la presidencia a Calderón. No porque mis meigas me lo hayan dicho, sino porque hay errores que solo se pueden pagar con el cargo.

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