domingo, 3 de junio de 2007

Las visitas


Estoy convencido de que a Zapatero le vendría bien conocer a mi amigo. Es más, creo que Zapatero se sentiría encantado de conocer a mi amigo Arévalo.

Le duelen las mejillas al presidente Zapatero de forzar la sonrisa. Lleva el hombre dos días de esos malos, malos de verdad. Primero le llega Sarkozy. ¡No había otro para venir de visita! Creo que mientras esperaba en el interior de Moncloa la llegada del Presidente francés, reiteraba una y otra vez el ensayo del saludo con una gran dosis de nervios. ¡Bienvenido amigo Nicolèn! –decía- no, no, Segolèn era a la que fui a apoyar a Paris, este es…¡ah, si!, ¡Bienvenido amigo Sarkoyal! –intentaba de nuevo- jolines, tampoco es así, Royal perdió con mi apoyo.

Y entre ensayo y ensayo se le fue pasando la espera y, cuando se quiso dar cuenta, ya tenía allí a Nicolas Sarkozy, Presidente de la República francesa, dándole dos besos y demostrándole como se comporta un Señor Presidente. No tuvo que nombrarlo de ningún modo y la traductora que les sirvió de puente, me imagino que no trasladaría al mandatario francés todo lo que fruto de los nervios fue saliendo por la boca de Zapatero.

La reunión, fue breve dada la apretada agenda de Sarko en nuestro país –Rajoy y el Rey lo vieron después-, pero a Zapatero se le hizo interminable. A todo decía que sí y esperaba que en cualquier momento Sarkozy le hablase contrariado de la política de inmigración o de la nefasta actuación de ZP en materia antiterrorista. Por suerte tenía ante él a un verdadero hombre de estado, que está demostrando su buen hacer desde los primeros momentos de su mandato. ¡Lo que hubiera dado Zapatero porque se largase pronto esa visita!

Aún no se había repuesto de la turbación cuando le llegó Condoleza, la añorada pero temida “zarina” de la diplomacia de EEUU. Rápida y contundente: “chicos, con lo de Cuba la estáis pifiando”. Y el ahogo de ZP -¡ahhggg!- no conseguía esconder los colores de Moratinos.

Mi amigo Arévalo es un guarro, un verdadero cochino. Bajo el pretexto de reciclar todo lo reciclable tiene la insana costumbre de reutilizar las servilletas y los pañuelos de papel. Como lo oís amigos blogueros. Una vez utilizados los tiende a secar y a poco que no te des cuenta te los ofrece de nuevo bien planchaditos. Lo que os digo, mi amigo Arévalo es un guarro.

Seguro que a Zapatero le encantaría conocer a mi amigo Arévalo. A fin de cuentas ¿hay mayor guarrada que la que Zapatero nos está haciendo a todos los españoles y especialmente a las víctimas del terrorismo, con su política anti-antiterrorista? Pues el método de reutilización de servilletas y pañuelos de papel del guarro de Arévalo le vendría de maravilla a Zapatero para quitarse de encima visitas molestas como las dos referidas anteriormente. Bastaría con que Moratinos contase en las distintas cancillerías el método de reutilización por parte de ZP y no tendría ni una visita.

Mi amigo Arévalo es bastante joven y tiene desde hace tiempo la extraña obsesión de querer convertirse en príncipe. La verdad es que con sus cochinadas, ni príncipe de la paz, ni príncipe de la ribera. Más bien príncipe de la pocilga podría ser. De todas formas sirve mal a su reina y solo le ocasiona dolores de cabeza.

Ha llegado a mis manos una “Décima con licencia para el ínclito Bermejo”, escrita por un magnífico traductor de los sentidos que comienza “Mal ministro, peor poeta…”. Buen retrato de un nefasto ministro que animo a su autor introduzca en este blog enviando un comentario al mismo.

Mi primo –supongo- Bonny Cepeda tiene una amplia y calentita discografía de “merengues”, ese baile caribeño tan similar a la salsa. Prefiero los merengues de Bonny a las milongas de Zapatero y la cochinadas de Arévalo.

1 comentario:

El Alquimista dijo...

Rajoy no debería bajarse los pantalones ante el que nos conduce al desastre.
Creo que ZETAP debería dimitir, y Rajoy llevarle a los tribunales a él y a cada uno de su equipo de gobierno cada vez que pongan en peligro una sola vida de cualquier ciudadano.
Porque España, los ciudadanos, los españoles honrados, responsables, respetuosos y trabajadores de la nación española, partidarios de la reconciliación española, el consenso y la concordia que se consiguió con la constitución española del 78, partidarios de una democracia de juego limpio, con seguridad, garantías y principios, no se merecen un presidente (y otros dirigentes y cargos públicos) tan irresponsables, partidistas, sectarios, politiqueros, irrespetuosos, manipuladores y contaminadores como estos, y que vienen llevando a España y a los españoles a lo peor, están rompiendo España, su constitución, unidad y solidaridad, negando la existencia de la nación española, legitimando a la ilegal banda terrorista ETA-Batasuna y su política, así como a sus socios antiespañoles, separatistas, guerracivilistas y anticonstitucionales, sembrando odio, enfrentándolos entre sí y enfrentando a los muertos de unos contra los de los otros.
Lo cual, además de ser inadmisible y muy negativo, es completamente rechazable y muy peligroso, peligrosisimo.

Integridad es lo que Zapatero debería conocer. Así pues, a ver si tienes una foto de esta virtud para que se la envies.