miércoles, 5 de marzo de 2008

El semental


Los últimos días de esta campaña electoral están poniendo de manifiesto la existencia de una España que yo consideraba superada, no tanto por la evolución de las ideas como por el paso del tiempo. La España de “charanga y pandereta” que cantara Antonio Machado en “El mañana efímero”, lejos de convertirse en la España “de la rabia y de la idea”, como él soñó, está más en línea con la de “pan y circo” que tan malos momentos ha propiciado a la historia de nuestro país.

Y no lo está tanto en nosotros, los ciudadanos mondos y lirondos, como en algunos de los personajes influyentes que pululan a diario por los distintos medios de comunicación. Influyentes por el poder que tienen e influyentes porque utilizan su poder para influir.

Pasado ya el segundo debate entre Zapatero y Rajoy -¿alguien puede ser objetivo en su valoración?- que creo sinceramente ganó Rajoy pese a la falta de educación y talante mostrada por el candidato Zapatero, llega el momento de decidirse. ¿Votar a Zapatero? ¿Votar a Rajoy? ¿No votar? Es la hora de asumir nuestra responsabilidad de cara al futuro de España y tomar una decisión.

¡Oiga! ¿y a Llamazares? Por favor, estoy hablando de tomar decisiones responsables.

La peor opción de las tres planteadas es no votar. Esa es la opción de la dejación, la irresponsabilidad y la cobardía. Es la opción en la que se quieren amparar aquellos que gustan de jugar al “si es que son todos iguales”, “es que van todos a lo mismo”, “es que si voy y no llevo la papeleta que me han traído a casa, me la cargo”.

De las otras dos opciones respeto la opinión que cada cual tenga, pero las cifras y los datos son extremadamente tozudos y –por mucho que se empeñe Zapatero en sus mentiras- este país está jodido. Difícilmente podemos creer su promesa de creación de dos millones de empleos, cuando en este momento se están destruyendo más de 4.000 empleos diarios y no ha puesto encima de la mesa más programa económico que el de las subvenciones y los regalos a sus amigos.

Tengo claro –igual que le pasa a la mayoría de españoles- que el PP en sus ocho años de gobierno fue capaz de sacar a España de la catastrófica situación en la que la dejó Felipe González que -¡vaya coincidencia!- tenía como Ministro de Economía al soporífero Solbes, y que por lo tanto un nuevo gobierno del PP podría sacarnos de nuevo de esta situación generada por Zapatero y el consabido Solbes.

Tengo claro que quiero que España deje de ser la del “pan y circo” y que apostemos de una vez por todas por la modernidad, la estabilidad económica y la libertad y eso, está en manos de Mariano Rajoy como futuro Presidente del Gobierno de España.

No puede estar en manos de quien ha convertido la España de “pan y circo” en la España de “polvos y pasteles”. Una España en la que Zapatero dice que hace el amor todos los días durante la campaña electoral –me imagino que verá todos los días a Sonsoles ¿no?- y a Olga Viza, la supuesta moderadora del Debate, solo le faltó llevarle una bandejita de pasteles a Zapatero para que se encontrase completamente a gusto. De “polvos y pasteles” o de “faroles y reverencias”, no es esta la España, ni son esos los personajes que pueden trabajar por nuestro futuro.

Rajoy no estuvo perfecto, porque la perfección solo la tiene Dios, y para dios ya nos llegó Felipe González. Prefiero ya alguien más mortal, más humano, más sincero, más serio y riguroso al tratar los temas que nos afectan a los españoles. Prefiero, sin ningún género de dudas, a Mariano Rajoy. Os invito amigos blogueros a romper con Zapatero, os invito a votar por el futuro de todos los españoles, os invito a votar a Mariano Rajoy, para cambiar “polvos y pasteles” por “trabajo y libertad”.

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