miércoles, 18 de abril de 2007

Pixi y Dixi


Ayer no escribí. Vino la parca a invitar a un amigo para que la acompañase y me turbó el ánimo. ¡Cuánto trastoca cuando anda cerca! Cuando así ocurre nos hace reflexionar más de lo normal. Llega una edad en la que reflexionamos con mucha frecuencia.

La viajera última también visitó ayer el juicio del 11-M. Testimonios dolorosos, emotivos, horrorizados. Testimonios desde dentro de la llaga. Tristemente marcados por el desconsuelo. Solo ellas -las víctimas- pueden sentir lo que sienten, y su testimonio en la sala del juicio nos brinda una oportunidad única para conocer las vidas, presentes o pasadas, de quienes están inmersos en la macabra cifra. Mi respeto y mi comprensión incluso en aspectos que no comparto.

Responsabilizar al gobierno de Aznar de los atentados del 11-M no tiene sentido. Los culpables, los únicos culpables, son los terroristas (los que hayan sido), solo ellos. Si nos salimos de ese discurso les damos alas, justificamos lo injustificable, los excusamos y los admitimos como parte aceptable del sistema. No caigamos, por muy profundo e irreconocible que sea el dolor, en esa trampa que nos están tendiendo desde siempre con el concurso de algunos irresponsables interesados.

Tras el atentado cometido por ETA en la T-4 de Barajas, vinieron a decir -los asesinos, los que parece que ahora tienen patente de corso para hablar cuando y donde quieran- que el atentado estaba motivado porque el gobierno (esta vez el de Zapatero) no estaba haciendo bien los deberes. Entonces ¿Zapatero es responsable del atentado? No, nunca. Los terroristas, solo los terroristas. Voy a pensar además que la “gente que tiene dentro de la policía” Zapatero no se enteró de que ETA atentaría el 30 de diciembre en Barajas. Repito, los únicos responsables son los terroristas.

Poco recomendable para la salud esta confesión hecha por Zapatero al director del diario El Mundo con respecto a los policías del PSOE. Una vez más voy a confiar en el Estado de Derecho y en la profesionalidad de los funcionarios públicos. En las urnas solucionaremos el sectarismo y la impunidad de que hace gala con demasiada frecuencia el partido del gobierno. Esa misma que les permite detener a dos militantes del PP de Madrid por increpar a Bono en una manifestación o a un canario por cantarle las verdades del barquero a ZP.

A partir de ahora las Matemáticas, la Lengua, la Geografía, la Historia, la Física, etc., etc. serán más fáciles. Sobre todo en bachillerato, en donde podrán pasar los alumnos de 1º a 2º aprobando solo la mitad de las asignaturas. O dicho de otra forma, podrán dejar sin estudiar las asignaturas más duras sin que eso les suponga retraso en sus estudios.

Argumentan algunos defensores de la medida -estamos creando un paraíso para la incultura que tanto les gusta a los progres- que los alumnos repetidores están en la antesala del abandono, del fracaso escolar. Entonces ¿es mejor hacer la vista gorda? ¿Miramos para otro lado y los dejamos avanzar en su incultura? ¿Hasta qué nivel? ¿Qué parte de las oposiciones a jueces, o notarios, o médicos, o profesores, o policías, o enfermeros…les perdonamos?

A lo mejor los tres notarios detenidos en la Operación Malaya en Marbella son un ejemplo adelantado de lo que quieren hacer los socialistas con nuestros hijos.

En lo que a mi respecta, la próxima vez que vaya al médico (a partir del 3 de mayo podré pedir cita a través de Internet tal y como ha anunciado hoy Esperanza Aguirre) le exigiré al facultativo las notas obtenidas en cada asignatura durante la carrera, no vaya a ser que aprobase Gimnasia pero suspendiese Anatomía.

Para los que no llegan tendrán que buscar una salida (que piensen en ello los que cobran por pensar en ello). Pero la salida no puede ser reconocerles una preparación y unos conocimientos que ni han adquirido ni tienen.

Por aquí por Aranjuez ya sabéis, bien. Una meiga que rechazó la compañía de Warren gracias a las expertas manos de algún cirujano (de los que aprobaban para no repetir), es una adelantada al nuevo sistema educativo y en su currículo hace constar aquello de “estudios de arquitectura”, por si cuela. En sus tiempos de estudiante –en los que había que aprobar para pasar curso- le negaron el título de Arquitecto. Pues nada, que lo intente ahora con el método que han inventado los suyos.

Visto lo visto, no me extraña nada lo de Pixi y Dixi.

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