Ya he mencionado en alguna ocasión mi lucha con (que no contra) el inglés. Si alguna expresión utilizo en ese idioma, intento pasarla por filtros suficientes para cometer el menor número de errores posible y, cuando eso no es suficiente y el error se produce, algunos amigos rápidamente me lo comentan para que corrija y evitarme así alguna crítica de más. Sin embargo no es el caso de ayer. Pixi y Dixi (famosos ratones perseguidos por el gato Jinks) es el nombre que les da nuestra Ministra de Cultura que, no sé si sabrá inglés, pero de latín anda pez tal y como demostró en el Senado. Pixie y Dixie es el nombre correcto de los “malditos roedores”.
María San Gil, la presidenta del PP del País Vasco ha comunicado que abandona temporalmente la política para atender a algo que es vital para ella en este momento. Mantener su atención y esfuerzo en la batalla que está librando contra un cáncer de mama del que parece que los médicos le han dado un excelente pronóstico. Valiente y con coraje en su vida pública y según lo visto, valiente y con coraje en su vida personal. Aunque ella no lea este blog (a buen seguro que tendrá ocupaciones más importantes) desde esta ventana le envío todo mi apoyo en esta dura etapa de su vida en la lucha que ahora mantiene, en la que sin duda se verán reflejados muchas mujeres y hombres de nuestro país que a diario mantienen también –unos con más fortuna que otros- su vital lucha contra esa maldita enfermedad.
Al mismo tiempo que se publicaba la noticia sobre María, leíamos en la prensa que el repugnante De Juana Chaos ya sale del hospital para ir de compras. ¿Que no es extraña y compleja la vida?
El lehendakari Ibarretxe ha anunciado que hará un referéndum en el País Vasco a todas luces ilegal. Puestos a hacer un referéndum ilegal, ¿por qué no lo hace en toda España para preguntarnos si meten en la cárcel a De Juana? Tendría así el discípulo del señor del “árbol y las nueces” una idea muy clara de lo que pensamos los españoles.
La matanza llevada a cabo por un demente (es imposible que no lo fuese) en la Universidad de Virginia nos ha sobrecogido a todos. Esperaremos a que nos cuenten los especialistas lo mismo de otras veces, pero al final la realidad es siempre muy parecida. Muchos de los que le conocían ya le habían notado algo raro, pero no dijeron o no hicieron nada. Los muertos, muertos están y eso ya no tiene remedio. Y, para mí lo más grave, en E.E.U.U. venden las armas de fuego igual que aquí las bolsas de pipas. Mientras no se decidan a poner fin a ese despropósito, siempre estarán expuestos a que les ocurra lo mismo.
Aquí en España, algunos especialistas afirman que estamos expuestos (a la vista de la violencia existente hoy en día en las aulas) a algo similar, aunque a mi me cuesta trabajo creerlo. Al fin y al cabo en nuestro país solo pueden utilizar armas los miembros de los cuerpos y fuerzas de seguridad, los del ejercito, los servicios de protección debidamente autorizados por el Ministerio del Interior y los de ETA (estos al por mayor y sin pagarlas).
El cáncer es lo que tiene, que te suele pillar desprevenido. Existen algunas medidas de prevención cada día más extendidas, pero ni las hay para todos los tipos ni mucho menos son conocidas por la mayoría de las personas.
Por otro lado la medicina aún no ha encontrado remedio para todos los tipos de cáncer y, además, cada persona es única, sus circunstancias son suyas, su mente también y el resultado final no es exacto.
En la sociedad, en los distintos órdenes de la vida, ocurre igual. No como enfermedad sino como situación maligna y terminal, la encontramos con mucha frecuencia. La prevención también es muy complicada y, generalmente, cuando nos damos cuenta el mal ya se ha introducido y extendido de forma traicionera con el resultado final de proyectos, ilusiones, organizaciones totalmente truncadas y destruidas.
Ni de la enfermedad ni del mal social estamos ninguno a salvo. La detección temprana es lo único que nos puede ayudar una vez que se ha instalado en nosotros. En el ámbito de la salud de las personas las revisiones periódicas aconsejadas por médicos y autoridades sanitarias nos pueden ayudar a conocer precozmente su presencia y a combatirlo.
En el ámbito social, empresarial, político, la detección precoz es muy difícil y…suele ser letal.
En Aranjuez bien, como siempre. Aunque también lo hay. De los dos tipos.
María San Gil, la presidenta del PP del País Vasco ha comunicado que abandona temporalmente la política para atender a algo que es vital para ella en este momento. Mantener su atención y esfuerzo en la batalla que está librando contra un cáncer de mama del que parece que los médicos le han dado un excelente pronóstico. Valiente y con coraje en su vida pública y según lo visto, valiente y con coraje en su vida personal. Aunque ella no lea este blog (a buen seguro que tendrá ocupaciones más importantes) desde esta ventana le envío todo mi apoyo en esta dura etapa de su vida en la lucha que ahora mantiene, en la que sin duda se verán reflejados muchas mujeres y hombres de nuestro país que a diario mantienen también –unos con más fortuna que otros- su vital lucha contra esa maldita enfermedad.
Al mismo tiempo que se publicaba la noticia sobre María, leíamos en la prensa que el repugnante De Juana Chaos ya sale del hospital para ir de compras. ¿Que no es extraña y compleja la vida?
El lehendakari Ibarretxe ha anunciado que hará un referéndum en el País Vasco a todas luces ilegal. Puestos a hacer un referéndum ilegal, ¿por qué no lo hace en toda España para preguntarnos si meten en la cárcel a De Juana? Tendría así el discípulo del señor del “árbol y las nueces” una idea muy clara de lo que pensamos los españoles.
La matanza llevada a cabo por un demente (es imposible que no lo fuese) en la Universidad de Virginia nos ha sobrecogido a todos. Esperaremos a que nos cuenten los especialistas lo mismo de otras veces, pero al final la realidad es siempre muy parecida. Muchos de los que le conocían ya le habían notado algo raro, pero no dijeron o no hicieron nada. Los muertos, muertos están y eso ya no tiene remedio. Y, para mí lo más grave, en E.E.U.U. venden las armas de fuego igual que aquí las bolsas de pipas. Mientras no se decidan a poner fin a ese despropósito, siempre estarán expuestos a que les ocurra lo mismo.
Aquí en España, algunos especialistas afirman que estamos expuestos (a la vista de la violencia existente hoy en día en las aulas) a algo similar, aunque a mi me cuesta trabajo creerlo. Al fin y al cabo en nuestro país solo pueden utilizar armas los miembros de los cuerpos y fuerzas de seguridad, los del ejercito, los servicios de protección debidamente autorizados por el Ministerio del Interior y los de ETA (estos al por mayor y sin pagarlas).
El cáncer es lo que tiene, que te suele pillar desprevenido. Existen algunas medidas de prevención cada día más extendidas, pero ni las hay para todos los tipos ni mucho menos son conocidas por la mayoría de las personas.
Por otro lado la medicina aún no ha encontrado remedio para todos los tipos de cáncer y, además, cada persona es única, sus circunstancias son suyas, su mente también y el resultado final no es exacto.
En la sociedad, en los distintos órdenes de la vida, ocurre igual. No como enfermedad sino como situación maligna y terminal, la encontramos con mucha frecuencia. La prevención también es muy complicada y, generalmente, cuando nos damos cuenta el mal ya se ha introducido y extendido de forma traicionera con el resultado final de proyectos, ilusiones, organizaciones totalmente truncadas y destruidas.
Ni de la enfermedad ni del mal social estamos ninguno a salvo. La detección temprana es lo único que nos puede ayudar una vez que se ha instalado en nosotros. En el ámbito de la salud de las personas las revisiones periódicas aconsejadas por médicos y autoridades sanitarias nos pueden ayudar a conocer precozmente su presencia y a combatirlo.
En el ámbito social, empresarial, político, la detección precoz es muy difícil y…suele ser letal.
En Aranjuez bien, como siempre. Aunque también lo hay. De los dos tipos.
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