jueves, 12 de abril de 2007

En la prensa


Me llama la atención en la prensa de hoy una información sobre los presos que se han puesto en huelga de hambre en las cárceles españolas tras el éxito cosechado por el asesino De Juana Chaos. Al menos 29 presos comunes, según las informaciones publicadas, han decidido coger el camino del chantaje que tan buen resultado le dio al criminal etarra. En concreto me fijo en un recluso de la prisión de Aranjuez cuya celda está al lado de la que ocupó en su día Ignacio de Juana Chaos.

Aunque el nombre aparece en algunos medios, no viene al caso y voy a omitirlo. Cumple condena por varios delitos contra la propiedad, entre ellos asaltar un almacén de jamones. Si el mencionado preso hizo uso del producto de su asalto, hemos de suponer que durante unos días no tendrá problemas gracias a las reservas calóricas acumuladas. Sin embargo transcurridos esos días se dará cuenta –al igual que el resto de los 29- que ha cometido una torpeza que le puede llevar, en caso de no cesar en su actitud, a acompañar para siempre a quienes hoy miran a la muerte en tiempo pasado.

Y es que en este nuestro país de fronteras cada vez más difusas (no sabemos si empiezan más allá o más acá de las pateras que siguen sembrado de muerte y desesperanza nuestras costas), si uno pretende ponerse en huelga de hambre para reivindicar algo –sobre todo si depende de Zapatero- sin llegar a conocer a la amiga de la guadaña, tiene que cumplir una de estas dos condiciones. O estar dispuesto a abandonar la huelga sin conseguir su objetivo, o ser un asesino de ETA capaz de decirle a un juez aquello de: ”me cago en el kilómetro cinco de tus cuernos” y tener a sus espaldas 25 asesinatos.

Por tanto, sean cuales sean los delitos cometidos por los 29 presos comunes, lo mejor que pueden hacer si en algo aprecian sus vidas es dejarse de huelgas y hacer las comidas que tengan estipuladas por su centro penitenciario. Al fin y al cabo a nosotros no nos van a rebajar los impuestos si el gobierno se ahorra sus comidas.

Durante la pasada Semana Santa las carreteras españolas se han llevado la vida de más de 100 personas. Según los informes aparecidos en distintos medios de comunicación, la mayoría de los accidentes y las víctimas se produjeron en carreteras secundarias de nuestra geografía. Todos conocemos esas carreteras y sabemos de muchos puntos en los que los accidentes se pueden producir por el mal estado de las mismas. De acuerdo que el dinero público no llega para cubrir todas las demandas de los ciudadanos, pero ¿sería mucho pedir que en vez del dineral empleado para la pantomima última de Otegi –con viaje en avión privado incluido- o el coste de la ¿huelga de hambre? del asesino De Juana se gastasen nuestros cuartos en arreglar esas carreteras?

Y si además alguien le pide por favor a Pepiño que no nos atormente con sus reflexiones (las suyas sí que son frívolas) sobre la necesidad de reducir aún más la velocidad en las carreteras secundarias, pues mejor que mejor. Menos mal que de momento no ha podido hacer estadística sobre la ideología de cada uno de los implicados en los accidentes, aunque viendo su “talante” poco tardará en decir que son del PP los que los causan. Es lo que hace siempre que habla ¿no? Me recuerda este personaje a Diaño Bulreiro, un ser mitológico gallego, un demonio que disfruta burlándose de la gente, atemorizándola y gastándole bromas pesadas. ¿Qué otra cosa hace si no cada vez que abre la boca?


El Consejo de la Juventud ha decidido gastarse los cuartos (los nuestros por supuesto) en contarles a los jóvenes que a los que no “tomen la calle” les saldrá en el cuerpo la verruga Warren, un asqueroso personaje pegado a su piel que les habla y les incordia mientras no hagan lo que ella quiere. Me pregunto si Warren no podría salirle en donde la espalda pierde su buen nombre a De Juana y a Otegi para recordarles a cada momento las maldades cometidas contra nuestro país.

Para escribir con letras doradas en cualquier antología del disparate, la noticia del equipo benjamín del Barça que se negó en una final a salir al campo de juego para escuchar el himno nacional. ¿Será por eso que Zapatero es seguidor del equipo barcelonés? ¿O hará eso el equipo barcelonés porque Zapatero es seguidor suyo?

Infinidad de veces me cuesta creer que en toda esta fauna puedan influir o estar presentes las meigas, pero no es menos cierto que la determinación mostrada por algunos personajes públicos para hacernos la existencia más complicada, sí coincide con esa especie de suerte que recitan las meigas cuando se dirigen al Aquelarre montadas en sus escobas: “Por encima dos silveiros e por debaixo das carballeiras…” para que nada las detenga en su vuelo. Recuerda a aquel “sea como sea” de Zapatero ¿verdad?

En todo caso, como no siempre es fácil distinguir entre el mal de las meigas y el bien de los hombres, seguiré teniéndolas presentes cuando reflexione sobre lo que nos pasa en nuestro cotidiano caminar.

En Aranjuez hoy llueve como si fuera Galicia (curiosamente en Galicia hace un sol de carallo). Parece que esta noche puede ser propicia para meigas y lobos (más). Mañana os contaré. De momento me llenaré de valor. Puro y sin azúcar.

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