martes, 22 de abril de 2008

Ribereño del siglo XXI


La vida es curiosa en tantos escenarios como la podamos transitar. Tantas situaciones como seamos capaces de imaginar, contendrán en el momento de su realización, en su presente fugaz, elementos que la harán distinta a como la pensamos, con hechos distintos, personajes distintos y consecuencias también diferentes.

Viene esto a cuento, porque en este mundo en el que vivimos, en esta España contemporánea –en la que la absoluta falta de pensadores nos deja continuamente a los pies de los leones- los futuros imaginables van siempre a la zaga de lo que nos deparan los presentes cumplidos.

Años, muchos años de aspiraciones de un pueblo. La reivindicación por la necesidad para conseguir que la administración competente construyese en Aranjuez -mi querido Aranjuez, ese regalo de Dios a través de la inteligencia de los hombres que tanta sana envidia le proporciona a Moura- un hospital que atendiese como se debe atender en pleno siglo XXI las necesidades sanitarias de quienes aquí tenemos la dicha de vivir.

Años con tiempo para que un Alcalde –de cuyo anhelo por atender a esa vieja aspiración sanitaria de Aranjuez no dudo- se equivocase emitiendo un disciplinado voto/disciplina de grupo, que segaba la propuesta del PP en la Asamblea de Madrid para dotar de un hospital a Aranjuez. ¡Qué lástima de voto y qué lastima que se les llene la boca de hablar de democracia teniendo estos documentados antecedentes!

Años con tiempo para que otro Alcalde –lo siento por los que se molesten, pero è così, era yo- consiguiese el compromiso de Alberto Ruiz Gallardón para su construcción. Una construcción que no pudo llevar a efecto durante su gobierno, pero que fue asumida por Esperanza Aguirre antes de ser Presidenta de la Comunidad de Madrid. En las hemerotecas, en una gran cantidad de fotografías y en la memoria de miles de ribereños –lo somos porque tenemos rio (dos a falta de uno) aunque Zapatero con su maniquea utilización de los trasvases nos lo quiera dejar morir- queda aquel acto en el que con Esperanza Aguirre y EchánizConsejero de Sanidad de Ruiz Gallardón- tuve la oportunidad de poner la primera piedra del Hospital de Aranjuez.

Es cierto que la inicial ubicación fue cambiada por una más alejada de la inmensa mayoría de la población, pero con mayor espacio para acoger el nuevo hospital, pero eso entiendo que fue positivo toda vez que permitía la incorporación al proyecto de los nuevos gobernantes socialistas de Aranjuez. Si no, ¿qué hubieran aportado ellos a la consecución del proyecto de más calado popular y social de nuestra ciudad? La foto necesaria para el Alcalde Dionisio, una más de las muchas conseguidas con el trabajo ajeno.

En aquel acto, Esperanza Aguirre manifestó con rotundidad y con la claridad y contundencia que la caracterizan un hecho destacable del que habíamos estado hablando minutos antes. ¡Por fin los niños de Aranjuez volverán a nacer en Aranjuez! Esa frase recogía sin lugar a dudas aquello con lo que miles de ribereños llevábamos soñando décadas.

Hoy el Hospital del Tajo es una realidad en Aranjuez. Para nosotros, los ribereños, no es uno más de los ocho hospitales construidos por el gobierno de Esperanza Aguirre en la legislatura pasada. Es nuestro hospital. Sentimos por él –por lo que representa, por lo que contiene, por las vidas que traerá y se llevará, por el sueño hecho realidad- cariño. Hoy, a pesar de quienes intentan desgastar políticamente a Esperanza Aguirre desde la complejidad de la puesta en marcha de un nuevo hospital, el Hospital del Tajo funciona y se ha hecho realidad aquella afirmación de Esperanza. ¡Por fin los niños de Aranjuez nacen en Aranjuez!

Inesperadamente –de ahí mi inicial afirmación sobre los curiosos escenarios de la vida- el primer ribereño nacido en el Hospital del Tajo es un bebé chino. Sí amigos blogueros, un ribereño chino del que ignoro el nombre que le querrán poner los padres. No sé si le llamarán Wen o Juan, pero lo que tengo muy claro, es que es uno de los nuestros. Es la demostración a nivel internacional de la capacidad de un pueblo para hacer realidad sus sueños y lo beneficioso que es para esos sueños contar con el apoyo de buenos/as gobernantes. Felicidades a los padres del recién nacido y por supuesto a todos los ribereños.

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