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Dicen algunos comentaristas políticos que el PP está en el final de un ciclo. ¿Se puede estar en el final de un ciclo con resultados tan espectaculares como los de Madrid, Valencia o Murcia? ¿A qué ciclo se refieren? ¿A un ciclo ideológico, o personal, o generacional? Más bien creo que lejos de finales o comienzos de ciclos, nos encontramos en el momento en el que creemos que tenemos que llamar a las cosas por su nombre y mostrarnos tal como somos, no tal como quieren que seamos, sobre todo porque los que nos quieren de otra forma no nos quieren como somos. ¡Elemental!

La lícita aspiración de un partido político de conseguir el poder para cambiar la sociedad desde el ejercicio del mismo, no nos debe llevar a la errónea conclusión del “todo vale” para conseguir ese poder. Es decir, el disfraz de nuestras ideas no puede ser el camino adecuado para llegar al poder. Cuando más claros y libres de complejos nos hemos mostrado, los resultados electorales han sido extraordinariamente favorables. Ahí está el ejemplo de Madrid.

Es curioso cómo ante una situación económica de consecuencias gravísimas y ante el debate de investidura del nuevo Presidente del Gobierno, los medios de comunicación son capaces de proporcionar al PP las portadas y renglones que no nos dedicaron en toda una legislatura y es –además de llamativo- indignante el hecho de que determinados periodistas que no tienen el valor necesario para presentarse a unas elecciones pretendan erigirse en salvadores que iluminen el camino que ha de seguir el PP.

El friki Pepiño ha dicho que no será ministro. ¿Es que realmente alguna vez pensó en serlo? ¿Tan deteriorada considera las capacidad de Zapatero para discernir entre los real y lo circense? Me imagino que a fuerza de ver ejemplares como Moratinos, Bermejo, Maleni, Trujillo o la ViceVogue, el friki habrá llegado a la conclusión de que él es tan “mejor” como cualquiera de ellos, pero parece que Zapatero tiene los “concetos” algo más claros.

Me gustó –entre otras cosas- escuchar ayer a Esperanza Aguirre decir que apoya el establecimiento de la cadena perpetua para determinados delitos. No solo estoy completamente de acuerdo con ella, sino que os invito amigos blogueros a que apoyéis con vuestra firma la petición que en ese sentido están realizando los padres de la niña Mari Luz y hago mía esa campaña desde este momento, aunque no limito mi petición de cadena perpetua para pederastas asesinos, sino que deberían contemplarse otros delitos de indudable gravedad.

Con el expediente abierto al juez Tirado –así es como le van a dejar todos los que deberían asumir responsabilidades en este asunto- parece que pretenden dar carpetazo a un hecho que ha puesto de manifiesto ante la opinión pública lo precario de la justicia en nuestro país. ¿Acaso no tienen responsabilidades en este drama la Junta de Andalucía, el Ministerio de Justicia, los representantes de los españoles en las Cortes y los órganos de control e inspección de la judicatura, además del juez Tirado? Y algo que me intriga desde hace muchos años, ¿los jueces no van nunca a la cárcel? ¿Acaso son dioses?

Se inicia hoy con el debate de investidura la nueva andadura de esta legislatura. Hasta ahora me había referido a Zapatero como ZP o como Rodríguez Zapatero. Tras comprobar por las últimas noticias aparecidas en prensa la magnitud y el calado de sus mentiras en torno a las negociaciones con los terroristas de ETA, os anuncio amigos blogueros que me referiré a él desde este momento utilizando las siglas que mejor responden a su actitud ante los españoles. Será RE, Rodríguez Embustero. Tiene toda una legislatura por delante para recuperar las que le corresponden según el Registro Civil. Estas se las ha ganado a pulso por trolero.