martes, 5 de febrero de 2008

La interpretación


Creo que Chaves tiene razón. Chaves con “S”, no con “Z”. El de la “Z” -¡hombre, que casualidad!, con “Z” de Zapatero- es un gorila golpista que está intentando someter a los países de su entorno, convirtiéndose en un devorador de voluntades, destinos y libertades al que algún día la comunidad internacional –que seguro que no tiene nada que ver con las “instancias internacionales” que solicitaron a ZP que siguiese negociando con los asesinos de ETA después del atentado de la T4- tendrá que plantearse llamar al orden. Por el bien de los venezolanos y del resto del mundo.

Bueno, pues como decía, me parece que estoy de acuerdo –espero que no sirva de precedente- con Manolo Chaves. Le llamo Manolo en vez de Manuel, porque al fin y al cabo son ya muchos los años en los que este andaluz más aburrido que Solbes manda en lo que ha convertido en su cortijo, Andalucía y se ha tornado por tanto en algo cotidiano, usual, algo familiar –salvando las distancias, ya que no me gustaría contarlo como miembro de mi familia- a quien parece más lógico llamar Manolo que Manuel.

Como los ciudadanos andaluces siguen siendo –me imagino que algo tendrá que ver en ello Chaves- los que más aportan en número de personas a las listas del paro, al sin par genio que tienen dirigiendo aquel cotarro se le ha ocurrido la brillante idea de dar formación a sus sufridos -¿acaso les gustará?- ciudadanos para que aprendan catalán, euskera y gallego. Con un par. Por el aprendizaje de esas tres lenguas me parece aceptable la idea, aunque es descabellada por el planteamiento de que los andaluces para trabajar tengan que irse fuera de Andalucía. Aún no me explico cómo no lo han tirado a un pilón o –aprovechando las preciosas playas que tienen- al mar.

¿Cómo es posible –os preguntaréis- que esté de acuerdo con Manolo en su pretensión que los andaluces aprendan catalán, euskera y gallego, cuando tenemos una lengua común, el español? Y yo os pregunto ¿acaso entendemos el español? ¿Acaso cuando nos expresamos en español, las palabras significan lo mismo para unos que para otros? Convenid conmigo en que no es así. Acordad conmigo que el castellano, como lengua común a todos los españoles, que hemos aprendido en los colegios, en los institutos, poco o nada tiene que ver en el significado de sus palabras y frases con lo que hoy en día se usa. Es más, lo dicho por unos tiene un significado diametralmente opuesto para otros.

Pondré algún ejemplo para explicar por qué es más sencillo que los andaluces aprendan catalán, euskera y gallego que español.

Si Zapatero tras el atentado de la T4 dice que rompe el dialogo con ETA y no lo hace, eso no es una mentira sino que nos cuenta la realidad con prudencia.

Si en enero van al paro 132.378 personas eso no es que el empleo vaya mal, son cantos apocalípticos de la derecha, según dice la ViceVogue.

Si los obispos hacen una reflexión a los fieles católicos para recordarles actitudes que están en contra de la doctrina cristiana, eso no es el ejercicio adecuado de su papel de pastores de la Iglesia Católica sino un ataque político frontal al PSOE realizado por una pandilla de integristas y fundamentalistas.

Si la Junta islámica pide abierta y directamente el voto para el PSOE, eso no es un ataque al PP y a la democracia, sino el ejercicio de la libertad de expresión inherente a cualquier ciudadano en un país democrático como el nuestro.

Si los peritos que valoraron las sedaciones en el Hospital Severo Ochoa de Leganés se ratifican en la mala praxis del Dr. Montes, eso no es la realidad. La realidad es que el PP persiguió al mencionado jefe de urgencias por motivos políticos.

Y así, una tras otra, podríamos recordar miles de frases vertidas por Zapatero, Zerolo, la ViceVogue, Bermejo, Bono –sí, Bono también- Rubalcaba, Caldera, Trujillo, Soria, el friki Pepiño, López Garrido, Moratinos, Solbes, Maleni –repito, nunca confundir con Malena-, Salgado, Alonso, etc., etc. en las que lo expresado por ellos, por los del “no nos merecemos un gobierno que nos mienta”, y lo que les hemos entendido el resto de los españoles no tiene nada que ver.

Me imagino que por eso están los titiriteros tan contentos con ellos, porque cada frase es todo un filón para la interpretación.

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