Pensaba que tras el anuncio del fin de la legislatura hecho ayer por Zapatero –en los pasillos del Congreso -dándole la solemnidad debida, ignoro si camino de los aseos- pensaba que mis comentarios en este blog –en lo concerniente a lo que ocurre en el país- estarían limitados a las propuestas –engañifas en el caso de ZP y el friki Pepiño- que nos hicieran para las elecciones generales del próximo 9 de marzo. Sin embargo me temo que no va a ser así, pues los ministros seguirán hasta la formación del gobierno que surja de las urnas y algunos –lo deben de llevar en los genes y no pueden desprenderse de ello- dirán barbaridades hasta el último día.
El Ministro de Sanidad –que ya no recuerda cuando fue la última vez que viajó en taxi por Madrid- culpa a los taxistas madrileños de fumar en el taxi. Aún no he alcanzado a comprender por qué algunos talibanes de la cosa pública agrupada en el Movimiento Anti-Esperanza Aguirre, cuando quieren meterse con ella lo hacen con burdas mentiras -¡que larga tiene la nariz Bernat Soria!- agrediendo innecesariamente a sectores importantes de la población. ¿Qué culpa tendrán los taxistas de los sectarios dogmatismos de ese incapaz ministro?
Llegado a última hora al gobierno de Zapatero, sin tiempo ni capacidad –más menguado lo segundo que lo primero- para hacer alguna labor que vendernos a quienes le pagamos el sueldo, quiere hacer posibles de cara a su futuro al lado del peor presidente que ha tenido nuestro país y para ello no se le ocurre mejor “hazaña” que meterse con los taxistas madrileños. Porque no es que se meta con los taxistas en general, sino con los madrileños exclusivamente, y lo hace esgrimiendo una mentira tan grande y delirante como el sablazo que nos pega el gobierno de Zapatero con el Canon Digital.
Por cierto, este Bernat Soria es valenciano, no catalán como algunos pudierais pensar por el nombre y es que no solo en las filas de los nacionalistas catalanes encontramos intolerantes mentirosos como él. A algunos personajes de nuestro país el gobierno debería aplicarles un impuesto tipo Canon Digital por mentir. En el caso de los miembros del gobierno de Zapatero –incluido por supuesto el One, el Best, el Boss- el impuesto lo tendrían que pagar todos.
Se acabó la legislatura a efectos parlamentarios, Marín –si lo llega a saber antes se queda en Bruselas- pidió perdón, Zapatero no le aplaudió, Solbes salvó un desencajado y descuadrado Presupuesto con los votos agradecidos de nacionalistas y un tránsfuga del PP -¿dónde queda aquí la ética de los socialistas admitiendo este voto?-, aprobaron vaciarnos 100 millones de euros de nuestros bolsillos para regalárselos a los titiriteros -¿como pago por llevar la pancarta contra la guerra?- y para dejar una última constancia parlamentaria de la gran mentira que les inspira, han retirado del Código Civil la posibilidad de corregir razonable y moderadamente a tus hijos.
Estamos en Navidad y, entre los muchos motivos que cada uno tengamos para dar gracias a Dios, el fin de la legislatura, de esta legislatura de disparate y desatino, es un motivo más que suficiente. Que se vayan a su casa, que descansen, que se diluyan, que se esfumen, que se auto fagociten, que se larguen, que emulsionen, que se disipen, ¡que nos olvideeeeeeeeeen!... y que los Reyes Magos de Oriente –y si es necesario también los de Occidente- les traigan deseos de dedicarse a cualquier cosa, por muy disparatada que sea, menos a seguir haciéndonos la vida imposible con autorizaciones a ZP para que negocie con ETA, aprobación de cánones para cobrarnos por adelantado delitos que no hemos cometido, compadreos con los nacionalistas con Estatutos de sesgo totalitario o inclusiones en el Código Penal de delitos que no lo son y pretenden eximirlos a ellos y al gobierno que sustentan de la responsabilidad de tener las carreteras españolas en perfecto estado.
Para ellos –porque se van- y para vosotros amigos y amigas blogueros –porque habéis estado, estáis y espero que sigáis estando- mis mejores deseos para estas fiestas. ¡FELIZ NAVIDAD!
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