martes, 10 de junio de 2008

Lluvia


¿Galicia, Aranjuez? En estas tardías lluvias del cuarenta de mayo ¿acaso no son idénticas las tardes? Quizás no para los sentidos, pero sí, un sí rotundo y contundente para los sentimientos. Tardes de lluvia arrulladora abriendo los poros del alma y llenando los vasos de la emoción. Tardes para compartir con uno mismo y para explorar el sentido de la rayana perla escrita por el amigo poeta.

Volar con Moura –mi entrañable y bella amiga meiga- sorteando el caos circulatorio, la escasez de productos en las estanterías de los hipermercados y la sórdida incompetencia de Zapatero y su cohorte de aduladores. Dejar de lado lo vacuo e insustancial y volar a ras de las nubes –siempre por debajo de ellas para recibir su fresco fruto- permitiendo que el aire entre en los pulmones sin olor a rancio ni a combustible.

Aterrizar en lo pequeño, lo íntimo, lo humano, lo que hace que el mundo se mueva –o que se pare- y extasiarse en su contemplación y su interpretación. Acercarse a los colores, a las temperaturas, a los sonidos –los emitidos y los omitidos- del alma, a los colores de la inocencia, la verdad y la amistad legibles en los ojos de las personas.

Sentirse uno con otros y reconocer en ellos la alegría de la vida compartida. Recoger para dar y dar sin recoger. Entender que podemos pasar pasando o podemos pasar permaneciendo. Decidir desde el vuelo rasante bajo los cirros dónde está lo accesorio y dónde lo vital y descender después al suelo y andar el camino elegido.

Pasar permaneciendo para que personitas recién llegadas a la gran jungla -como Javier, el hijo de mi encantadora amiga Carmen- tengan luces suficientes y adecuadas para recorrer el camino de su vida.

Tardes de lluvia, tardes para sumergirse en las “Tardes de lluvia” de Francis, de cuya amistad me valgo para hacer referencia a su inestimable don con la pluma y el papel y que no se me cabree por esta más que merecida mención.

Tardes de lluvia para henchir el corazón. ¿Galicia, Aranjuez? Tardes idénticas para los sentimientos.

No hay comentarios: