jueves, 16 de octubre de 2008

La estela del Titanic


Me imagino que fue el Titanic, el Royal Mail Steamship Titanic“Buque Correo Real'- en aquel primer y último viaje que terminó el 15 de abril de 1912 por la herida abierta en sus entrañas a causa de la colisión con un iceberg, quien empezó a entretejer la maraña de barcos dedicados al transportar la muerte. Si bien es cierto que la suya fue fruto del más horroroso infortunio.
En una versión mucho más moderna y hambrienta que la del Titanic, los cayucos y las pateras han transportado la ilusionada muerte de miles de personas que buscaban libertad y una oportunidad para vivir hasta nuestras costas. Dolientes hermanos del Titanic, construidos con ínfimos materiales y empujados exclusivamente por el motor de la necesidad acuciante de quienes sabían que embarcaban en su posible féretro.
Ahora, cuando la temperatura de las aguas del mar empieza a alejar la posibilidad de nuevos intentos hasta la llegada del mejor tiempo, otro barco, siguiendo voluntariamente la estela del Titanic se presenta en nuestras costas, en las de Valencia concretamente, para ofrecernos el indigno espectáculo de la muerte de los inocentes valiéndose de la bandera holandesa en aguas internacionales. Recoger mujeres en el puerto valenciano para asesinarles los hijos que llevan en sus entrañas.
Todo perfectamente preparado. Llegada del barco de la muerte Langenort de la ONG holandesa Women on Waves al puerto de Valencia, recibimiento con fiesta y actuaciones musicales, con la intervención de la titiritera más repulsiva de nuestro elenco farandulero, la madre que parió a Bardem, que como era de esperar no podía faltar a una representación más de ofensa a uno de los valores que han hecho más grandes a nuestra cultura y nuestra civilización, el derecho a la vida. Me imagino que también les llevará rosas blancas a los ideólogos del barco, porque ellos matan igual que los de ETA.
La fiesta termina en alta mar, en donde bajo la bandera holandesa del barco, amparándose en la legislación abortista de Holanda, me imagino que ofrecerán los cuerpos inocentes de los niños no nacidos, arrancados de los vientres de sus madres, a vete tu a saber qué dioses de la prosperidad y la muerte. Mujeres sobre las olas –Women on Waves- a las que esta ONG podía ofrecer otras alternativas ligadas a la vida en vez de a la muerte.
Me asalta una duda que reconozco es muy dura. ¿Arrojarán los niños al mar para que sirvan de comida a los peces o los triturarán para verterlos después al alcantarillado del próximo puerto que visiten?

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