miércoles, 2 de julio de 2008

No fueron ellos


Dice la ViceVogue que “de otras situaciones peores hemos salido” y no le falta razón. Habría que añadir un simple –aunque me temo que abismal- comentario a la afirmación de la mano de hierro de ZP. Cuando hemos salido de situaciones peores no gobernaban ellos. Las mentiras de Zapatero, las engañifas hilarantes de Solbes, los insultos facturados por el friki Pepiño o los asaltos a mano armada al bolsillo de los consumidores de Sebastián no podían tener ningún efecto –ni bueno ni malo- por el sencillo hecho de que ellos no gobernaban.

Fueron otros, con nombres y apellidos conocidos, los que nos sacaron de situaciones mucho peores –de momento, ya que la cuesta abajo se va inclinando más a medida que van pasando los días- a pesar de las trabas de los socialistas. Fueron los mejores, aunque haya un empeño -¿generalizado?- de denostar sus figuras y su recuerdo, los que consiguieron poner a una España hundida por la corrupción instalada durante los gobiernos de FG en situación de privilegio y reconocimiento tanto interno como externo.

Fueron otros con nombres demonizados por la maquinaria que hábilmente dirige el friki Pepiño, nombres como Aznar, Rato, Acebes, Zaplana, Cascos, Arenas, Rajoy, Aguirre, Montoro, de Palacios, Mayor Oreja, Trillo, Michavila, del Castillo, Costa…y un largo etcétera de valiosos políticos, los que llevaron a España a una situación de prosperidad como nunca habíamos imaginado, que en cuatro escasos años Zapatero ha dilapidado penosamente.

¡Claro que lleva razón la ViceVogue!, pero no son ellos los capaces para afrontar la difícil situación con la que nos enfrentamos.

¿Acaso puede ser la solución para esta enorme crisis económica que empezamos a padecer la escandalosa subida de la energía eléctrica acordada por el gobierno de Zapatero? Visto lo visto, pretenden que volvamos al tiempo de las lámparas de carburo o al uso de velas para alumbrarnos. La sociedad del bienestar construida con el esfuerzo de casi todos, pretenden liquidarla con su incompetencia unos pocos.

¿Qué seguridad jurídica podemos tener cuando el gobierno de Zapatero, por decreto, deja sin efecto la tarifa nocturna a la que estaban acogidos cientos de miles de hogares españoles? ¿Quién les paga la adecuación de la instalación al capricho del gobierno? ¿Quién se hace cargo del enorme desembolso que les va a suponer el cambio de sus aparatos de calefacción? ¿Hay derecho a semejante atropello?

Nunca he tenido tarifa nocturna, pero me indigno al pensar en cómo un gobierno que se besa a sí mismo, que está encantado de haberse conocido, que se ha querido colgar cientos de veces la bandera del reparto solidario del dinero común de los españoles, puede actuar de forma tan vil.

Lamentablemente para Zapatero y sus voceros ya pasó la fiebre que nos envolvió a todos con el triunfo de la selección española de fútbol en la Eurocopa. Comienza el mes de Julio y los que no tienen ya agotada la línea de crédito de sus tarjetas, están dudando sobre las vacaciones. Muchos saben que en Octubre -como muy tarde- la realidad que Zapatero oculta con la semántica les abofeteará en plena cara.

Todos sabemos que “ellos” nunca nos sacarán del abismo. Solo saben mentir y ni siquiera se atreven a decirnos qué diccionario debemos utilizar para entenderlos. Posiblemente “la fuerza del cambio” consista en obligarnos a todos a convertirnos en semantistas. ¡To the shit!

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