viernes, 7 de noviembre de 2008

El norte


Continúa la Audiencia Nacional cayendo en un error –menos mal que no son dioses- que se torna insultante a ojos de quienes creemos que están haciendo prevalecer una lectura excesivamente dolorosa de unos derechos frente a otros.
¿Por qué os comento esto amigos blogueros? Es la consecuencia de la decisión de la Audiencia de seguir permitiendo que la etarra Beloki continúe riéndose de todos nosotros. Dice la Audiencia que puede seguir fuera de prisión con su charlotada la fecundación in vitro ya que no existe riesgo de fuga.
Pero ¿de qué vamos?, ¿qué árboles nos están tapando el bosque? No se trata de que pueda fugarse o no, se trata sencilla y llanamente de que tiene que estar en la cárcel para cumplir su condena. Una condena que le viene dada por formar parte de una banda de mafiosos asesinos que aún hace un par de días continuaban mofándose en un comunicado de nuestro dolor. No está condenada por un delito menor, sino que lo está por asesina –me da igual que empuñe pistolas o no- y esa es la primera condición que la Audiencia debería tener en cuenta.
Es complicado no perder el norte. Lo es en los distintos ámbitos de la vida, aunque siempre tendremos una oportunidad –por pequeña que sea- de retomar el rumbo correcto. Es mucho más complicado perder la dignidad y encontrar el camino para recuperarla. Algunos no tienen más norte en su vida que aquel que les lleva a perder la dignidad día sí, día también. Es una pérdida consciente y consentida, disfrazada unas veces de complacencia, otras de servilismo y otras incluso de amistad, pero es una pérdida siempre negada, nunca reconocida por quien la padece. Es penoso –no solo intelectualmente sino también y sobre todo humanamente- contemplar como quienes tienen razones para callar se permiten la inútil frivolidad de querer dar clases sobre lo digno y lo que no lo es.
Como bien dijo Lucio Anneo Séneca, el filósofo, tenemos los vicios ajenos delante de los ojos y los propios a la espalda.
En otro orden de cosas amigos blogueros, no voy a contaros de nuevo lo que opino sobre el cambio climático y los suculentos negocios montados por distintos espabilados de la vida en base al agorero futuro que nos achacan. Me encanta terminar la semana comprobando que mi humilde opinión –reiterada en este blog- coincide con lo que piensa el mejor presidente que ha tenido España en nuestra historia contemporánea –José María Aznar, por si alguno tiene dudas- y con lo que igualmente piensa Esperanza Aguirre.
Hoy viernes voy a dejar tranquilo a Zapatero a petición de una buena amiga y mejor escritora. Al fin y al cabo bastante tiene el pobre con escucharse a sí mismo a diario.

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