miércoles, 14 de mayo de 2008

El accidente


¡Menudo accidente Sr. Zapatero!

¡Hay que joderse la mala suerte que han tenido!

Nada, que iban los pobrecillos con la furgoneta en la que llevaban 200 ò 300 kilillos de explosivos –nada, lo necesario para tirar unos petarditos en la fiesta que iban a montar- y la puñetera Berlingo se les ha parado al lado de la Casa-Cuartel de la Guardia Civil de Legutiano. Menos mal que ha pasado por allí un colega y se los ha llevado en su Peugeot 306.

Parece que en la furgoneta llevaban también algún detonador –de los que usan ellos para programar la explosión de los petardos en sus fiestorros- que sin saber cómo se ha activado –desde luego sin ninguna intención- y han volado media Casa Cuartel de la Guardia Civil.

La explosión se ha llevado por delante la vida de un Guardia Civil y ha herido a otros cuatro y, al enterarse de lo ocurrido, los de la Berlingo se han llevado un disgusto enorme ya que se han quedado sin petardos para la fiesta.

Como al Guardia Civil le entra en el sueldo, no parece probable que ninguno de sus dos hijos vaya a leer un comunicado diciendo que no permitirán que nadie utilice políticamente la muerte de su padre, rodeado de los jerifaltes del PSOE, tal y como ocurrió con el anterior accidente en el que le tocó la china a un concejal socialista.

¡Mire que es mala suerte la suya Sr. Zapatero! Lleva ya seis muertos en accidentes causados por los amigos de su hombre de paz, el bueno de Otegi. Nada, nada, Ud. siga a lo suyo, que nosotros vamos a concentrarnos una vez más durante cinco silenciosos minutos en los que rogaremos a Dios por el alma del servidor de la Ley asesinado, nos acordaremos de la puta madre que parió a esos mal nacidos y nos reconfortaremos con deseos imposibles. Deseos de que el gobierno democrático de nuestro país decida vencer a la banda terrorista ETA utilizando todas las herramientas que el Estado de Derecho pone a su alcance.

Esperaremos pacientemente sabiéndonos una de las posibles próximas víctimas de un nuevo accidente mientras asimilamos las palabras del Rey Juan Carlos -¡qué pena que alguno de los presentes no le hubiese gritado ¿Por qué no te callas?!- diciendo que Zapatero “sabe muy bien hacia dónde va”.

Ya ve Sr. Zapatero qué cosas tan curiosas ocurren. Quien debería callarse –ahora ya podemos opinar todos sobre lo que haga o diga el Rey- habla metiendo la pata hasta el corvejón y a quien debería poder hablar lo deja mudo la muerte montada en una Berlingo por culpa de unos hijos de puta.

No hay comentarios: