martes, 27 de marzo de 2007

No eran meigas

No son meigas. No nos confundamos. Por mucho que queramos dibujar de una forma amable la realidad, ya sea esta local o nacional, no podemos achacar a las meigas lo que solo es producto de lo sembrado a lo largo de años. Son fascistas y no meigas quienes agredieron ayer a Antonio Aguirre, miembro del Foro de Ermua, a las puertas del juzgado donde Ibarretxe y Otegui prestaban declaración. Tres décadas de gobiernos nacionalistas en el País Vasco y la entreguista política de Rodríguez Zapatero han conseguido llevar a esa parte de España al peor escenario que nunca pudimos imaginar.

Seguro que encontramos voces que critican la presencia de miembros del Foro de Ermua a las puertas del Palacio de Justicia de Bilbao, pero no me merece la pena perder tiempo en razonar sobre quiénes son ellos para decidir quien puede y quien no puede transitar por según que lugares del País Vasco ¿y de España?

Encontraremos -¡cómo iban a faltar!- quienes verán en este deleznable hecho la penúltima ocasión para responsabilizar a la política de oposición del PP por haber creado el clima que está propiciando acontecimientos como el de ayer, pero saben que no es el PP quien está intentando negociar “como sea” con la banda terrorista, saben que no es Rajoy quien ha hincado la rodilla ante ETA-Batasuna y saben que nos es al líder de la oposición a quien los terroristas parecen tener cogido por la dolorosísima zona objeto de la agresión de ayer.

Y también veremos como hay quienes se llevarán las manos a la cabeza, sin pararse a saber quienes son responsables de lo ocurrido y dirán aquello de “pero ¿a dónde vamos a llegar?, esto tiene muy mala pinta; el día menos pensado hay un muerto y entonces a ver qué hacemos”. Porque esto hay mucha gente que lo piensa e incluso lo comenta en sus ambientes más íntimos. Y no se dan cuenta de que el muerto ya ha llegado. Llegó hace ya años, y no es uno sino que son cerca de mil. El último, fruto de la Kale Borroka. Los dos anteriores en la T4 de Barajas.

Los muertos llegaron ya hace mucho y vinieron de la mano de los terroristas (bueno, algunos de la del señor X). Por lo tanto quienes teman lo que ocurriría si hubiese un muerto, solo tienen que mirar a nuestra historia más reciente para ver las consecuencias.

La patada que ayer recibió Antonio Aguirre -¡joder cómo tiene que doler!- no es otra cosa que una más, por muy brutal que fuese, de las múltiples agresiones físicas, psicológicas, verbales y de toda índole que a diario reciben en el País Vasco aquellos que no opinan igual que los descerebrados matones que campan a sus anchas por la geografía política vasca pasándose por lo que más le dolió ayer a Antonio Aguirre, la Ley de Partidos, el Pacto antiterrorista, la inclusión de ETA y Batasuna en la lista internacional de organizaciones terroristas, el Estado de Derecho y la memoria de las víctimas.

Quienes vivimos en otros rincones de la geografía española, inmersos en nuestros problemas o disfrutando de nuestras alegrías, no somos realmente conscientes de la situación de acoso a la que viven sometidos los demócratas en el País Vasco. Un acoso en el que tiene mucho que ver la actuación de los nacionalistas desde el gobierno autonómico. No nos olvidemos que quienes ayer increpan, insultan y agreden a los miembros del Foro de Ermua estaban arropando al Lehendakari. Quienes en este momento defienden la libertad y la democracia en ese territorio español tienen, hemos de reconocerlo, una firmeza y un valor que solo puede ser recompensado a través del apoyo público y constante a su posición.

Ellos saben muy bien -porque lo llevan haciendo muchos años- que tienen que plantar cara a los matones, que no se pueden dejar amilanar, que su poder está en la razón y que cuentan con nosotros. Por que nosotros aunque estemos físicamente lejos, nos sentimos con ellos continuamente y aportaremos nuestro granito de arena para ayudarles en su lucha, que es la nuestra.

Por lo pronto, vamos a impedir que quienes les acosan, insultan y agreden continúen recibiendo apoyos que les permitan actuar con impunidad. Uno de nuestros objetivos debe ser quitarnos de encima a través de las urnas al presidente más nefasto que ha llegado a ocupar ese cargo en nuestro país (a lo que hace no se le puede llamar gobernar).

Venzo la tentación de hablar en el espacio que me queda de las meigas, porque al hilo del tema que hoy me ocupa me gustaría dejar constancia de lo que opino sobre las palabras de Felipe González al afirmar que en España se vive un clima prebélico.

Nada más lejos de la realidad. En España vivimos, asombro tras asombro, las consecuencias de un mal gobierno de la nación y los sueños de inmortalidad histórica de un presidente que ya había perdido el sentido común incluso antes de ser elegido. En esos términos y no en los que nos quiere trasladar FG resolveremos nuestro futuro.

Quien nos intenta vender la burra de la situación prebélica trabaja en esta ocasión para los intereses mezquinos de Rodríguez Zapatero. Es bien sencillo, si aceptamos ese presupuesto estaremos dando carta de naturaleza al denominado por el gobierno “proceso de paz”, ya que en tiempo de guerra es consecuente hablar de proceso de paz. Pero no, nosotros seguimos hablando de proceso de rendición ante el chantaje terrorista. Es en lo que están. Los de ayer no eran meigas, eran fascistas.

2 comentarios:

adela dijo...

Me parece interesante tu blog, lo seguire a diario, pero cuidado¡ que "haberlas hailas"

Unknown dijo...

Querido José María:
Permíteme que, en primer lugar te felicite por la iniciativa de abrir un blog en donde expresar tus ideas sobre la realidad que estamos viviendo.
En cuanto a los contenidos quiero manifestarte mi acuerdo con los mismos aunque creo que desgraciadamente el que seamos muchos los que compartimos esa preocupación no soluciona el problema, más bien lo agrava porque la sinrazón de una minoría está arrastrando a este viejo país por un camino de despropósitos cuyo final no es fácil de adivinar. Pese a todo creo que hay esperanza y que ésta pasa por afirmar el poder de la sociedad civil a la que hay que recordar que nada es imposible y que los mensajes amenazadores de desastres infinitos si no se comulga con el pensamiento único de la izquierda desmemoriada, analfabeta y demagoga que nos desgobierna y que incluye una referencia a temas tan tristes y malhadados como la guerra civil son solo maniobras de distracción para no enfrentarse a los verdaderos problemas del país que son cosas bastante más próximas. Por mi parte me niego a entrar en el juego de revisión de la historia: cada cual contará lo que quiera recordar filtrando anécdotas, vivencias familiares, frustraciones personales, …. . Solo el tiempo podrá establecer la distancia suficiente para poder hablar sin ira de lo que fue aquello; costará muchos años así que me parece inútil enzarzarnos en un análisis que hoy por hoy debe llevarse a cabo en el ámbito académico.
En la cotidianidad, que es el ámbito en donde la gente normal desarrolla su vida, debemos aprender a hablar sin ira - ¿te acuerdas de aquello de ‘libertad sin ira’? – a debatir con argumentos, a exponer razones, plantear proyectos, abrir cauces de expresión como tu blog, crear plataformas de participación –organizaciones empresariales, deportivas, culturales, fundaciones de estudio, ongs, club de debate, … - , en fin, crear un clima acorde con el nivel de madurez de nuestra sociedad y no convertir la política en el patio de monipodio en donde nadie escucha y todos insultan.
No es fácil porque quien gobierna está empeñado en deconstruir como los cocineros de la ‘nouvelle cuisine’ este país, empezando por eliminar cualquier atisbo no de oposición, sino, ni siquiera, de discrepancia y considera que este comportamiento de insulto, descalificación y amenaza, es lícito porque ‘son’ gobierno como si eso fuese una especie de patente de corso para masacrar a la oposición, olvidando que la democracia exige el respeto a las minorías que en este caso representa más de 10 millones de votos.
En fin José María no debes darme pie para seguir porque el tema es apasionante, al menos para los que tenemos una cierta preocupación por la ‘cosa’ política, pero si sigues enviando comentarios sobre aspectos concretos cuenta conmigo, ya que creo que será difícil que pueda callarme.
Un abrazo
A.Gosálvez