Antes de despedirse

Una cosa es no saber perder –quienes lo conocemos bien en sus andanzas políticas ya sabíamos que la digestión de la derrota se le haría, como si de un Cocido Maragato en pleno mes de agosto en Madrid se tratase, altamente dificultosa- una cosa es eso y otra muy distinta es dar públicas y notorias muestras de sinvergonzonería política pasándose por el arco del triunfo –permitidme la coloquial expresión amigos blogueros- los intereses de todos y cada uno de quienes para suerte nuestra y envidia de los demás vivimos en Aranjuez.

Aunque legalmente es alcalde en funciones hasta el próximo 11 de Junio –alcalde solo a efectos de atender a asuntos de mero trámite- los ribereños lo cesamos con nuestro voto el pasado 22 de Mayo. Desde ese preciso momento, en el que quedó claro el papel que los ciudadanos le otorgábamos, atender a asuntos de trámite y traspasar toda la información verbal y documental de lo hecho y lo pendiente a quien será la primera Alcaldesa de Aranjuez desde el día 11, María José Martínez, debían haber sido las únicas labores del hasta ahora alcalde Dionisio.

A eso se le llama responsabilidad, sentido del deber, comportamiento democrático y juego limpio. A lo contrario, a gastarse 8 millones de euros en el pago de determinadas facturas, condicionando con ello no solo los primeros momentos del gobierno Popular de María José Martínez, sino también y de manera escandalosa el cobro de la próxima nómina de los empleados municipales, es desleal para con Aranjuez, sus ciudadanos y sus intereses y se convierte claramente en un acto que describe y dibuja nítidamente a este personaje.

Busca dejar un erial tras su derrota en las urnas, le importan un bledo los ribereños para los que supuestamente trabajaba estos 8 años, supedita una parte de nuestro futuro a su vendetta contra quienes con nuestro voto, limpia y democráticamente (además de con alegría) le hemos dicho que coja los bártulos de su incompetencia, vagancia y sectarismo y se vaya con la música de la engañifa y el compadreo a otra parte.

Hace lo que quienes hemos visto desde hace años sus maniobras políticas esperábamos.

Lo que entra en el más ridículo de los esperpentos es el escenario con el que nos encontraríamos si llegase a ejecutar el pago de los 8 millones de euros. Unos de los destinatarios de estos pagos son los sindicatos. ¡¡¡No alcanzo a imaginarme la cara de los trabajadores municipales sabiendo que no pueden cobrar la nómina porque han cobrado los sindicatos!!!

Ya sé amigos blogueros que en esto no voy a ser original, pero no me queda más remedio que parafrasear con aquello de ¡¡Joder que tropa!!