viernes, 30 de noviembre de 2007

Así es Moura


A lo largo de los meses trascurridos desde que comencé esta apasionante y gratificante experiencia de crear un blog en el que comunicar aquello que me apeteciese en cada momento, muchos de vosotros –y también vosotras- amigos blogueros me habéis pedido que os contase cómo es mi encantadora amiga Moura, esa maravillosa meiga que me acompaña de manera casi permanente desde que tuve la oportunidad de conocerla el 29 de abril de este año 2007 que –desde mañana- emprende con inusitada velocidad el recorrido del último de sus meses de existencia. Quienes hayáis tenido a bien acompañarme en esta andadura comunicativa recordaréis aquel primer encuentro. Para quienes os hayáis incorporado a esta epistolar relación con posterioridad, podéis conocer los detalles de mi primer momento con Moura haciendo clic en el mes de abril para leer el post que llevó como título “La Meiga y el voto”.

Para unos y otros y especialmente para todos los que me lo habéis demandado intentaré en las siguientes líneas hacer algo que se me antoja extremadamente dificultoso. Contaros cómo es Moura. Porque eso sí, a quienes una y otra vez queridos amigos blogueros me habéis preguntado ¿quién es Moura en realidad?, no me queda más remedio que contestaros –tal y como lo he hecho siempre- que Moura es Moura, una encantadora Meiga que me ha concedido la alegría de ser mi amiga y a quien yo le he pedido que me cuente lo que quiera, que me de su parecer sobre lo que se le antoje, de tal manera que en muchas ocasiones –aunque no la mencione- mis dedos, al presionar las teclas del ordenador, están dirigidos por ella.

Posiblemente si recurro a ejemplos que todos conozcamos me sea más sencilla esta labor. Físicamente ¿cómo lo explicaría yo? Recordáis a Charlize Theron ¿verdad? A ver, a ver amigos blogueros, aunque estéis leyendo el blog con vuestra mujer, novia, amante, compañera o como quiera que denominéis a la mujer con la que compartís vuestros días, no disimuléis porque vais a hacer el tonto. ¿Acaso pensáis que ellas pueden creer que si habéis visto alguna vez a Charlize Theron no la recordáis? Es mejor no ofender su inteligencia. Entonces de acuerdo ¿verdad?, recordáis a Charlize. Su sensual belleza, su elegancia, el vértigo y la longitud de sus curvas, sus turbadores ojos de ese verde sobrenatural, un verde imposible y su delicada sonrisa. Pero Moura no es rubia.

En este trabajo -que espero sea compartido- por intentar explicarme mejor sobre la realidad de Moura, os voy a pedir otro pequeño esfuerzo de memoria -¡ojala todos los esfuerzos fuesen así! ¿verdad?- que seguro nos ayudará a todos a comprender mejor de lo que hablo. Imagino que no necesitaréis más de tres décimas de segundo para traer a vuestra memoria cualquier imagen que recordéis de Catherine Zeta Jones ¿verdad? No os voy a preguntar qué imagen habéis recuperado, no os preocupéis. Mi intención es contaros cómo es Moura a través de imágenes que todos –y todas- conozcamos, pero no pretendo crearos ningún problema con nadie. Por lo tanto, hayáis recordado la imagen que sea de Catherine Zeta Jones, podemos coincidir en que su solo recuerdo, su explosión de belleza morena conteniendo unos ojos marrones que parece que nos quieren abducir –como si de una extraterrestre se tratase, porque realmente su belleza no es de este planeta- la monumentalidad oculta tras las ropas que en cada momento lleve, sirven para explicar lo inexplicable. Pero Moura no es morena.

Y termino si me lo permitís con otra imagen. Cuando Moura me habla y miro su boca, es igual que si estuviese mirando la de una diosa de la voluptuosidad. Igual que si estuviese mirando la boca de Scarlett Johansson. Pero Moura no es actriz.

Explicado ¿verdad? ¡Ah! se me olvidaba, Moura es gallega, aunque eso me imagino que ya lo sabéis.

Ya sé que a vosotras amigas blogueras os hubiese gustado más que intentase explicaros cómo es Moura a través de imágenes de otro tipo, o de otros mejor dicho. Brad Pitt, Russell Crowe, Matt Damon, Johnny Depp, Leonardo Di Caprio, Tom Cruise o Richard Gere con toda seguridad os hubiesen encantado como ejemplos con los que hubiese podido definir aspectos de la apariencia de mi amiga meiga. Lamentablemente no es así. No es que no me gusten –que no me gustan, aunque tampoco tendría nada que objetar el hecho de que me gustasen- sino que Moura es como os la he descrito y no de otra manera. Entendéis por qué me encuentro a gusto con ella ¿verdad?

Unos y otras -o unas y otros, que da exactamente lo mismo- convendréis conmigo en que entre las virtudes que podemos encontrarle a la apariencia física de Moura hay una destacable. No se parece en nada a la ViceVogue.

jueves, 29 de noviembre de 2007

Mis disculpas


Como buena parte de vosotros amigos blogueros conocéis, los miércoles a las 19’30 participo en una tertulia radiofónica en Onda Cero Aranjuez, en el 90.7 de la FM. Comparto espacio y conversación con Juan Carlos Ramírez, Secretario General de UGT del sur de la Comunidad de Madrid, con quien además mantengo una relación de cordial respeto desde hace muchos años. Ayer me pasé. Lo quiero reconocer públicamente a través de este vuestro/mi blog.

Cuando hablando sobre la Semana de la Integración que anualmente organiza CCOO de Aranjuez con la colaboración de un buen número de asociaciones de nuestra ciudad, se puso encima de la mesa la invasión que demasiados vehículos –y con demasiada frecuencia- hacen de los accesos para minusválidos, ocupándolos sin ningún tipo de miramiento, dije que habría que quemar esos vehículos. Es una barbaridad la dicha –que nunca llevaría a cabo, entre otras cosas porque no fumo y por lo tanto no llevo encima cerillas ni mechero- que refleja el estado de ánimo que me produce semejante atropello contra quienes tienen en este tipo de accesos –mal hechos en muchos casos- la única posibilidad de desplazarse por determinados lugares de nuestras ciudades sin tener que pedir ayuda.

Es cierto, no quemaría los vehículos. Sin embargo creo que la administración, fundamentalmente la local, y los agentes de la autoridad de que disponen los municipios deberían hacer un esfuerzo integrador persiguiendo con ahínco y sin flexibilidad a quienes ocupan con absoluto desprecio hacia las personas con minusvalías físicas, hacia los ancianos, hacia los bebes que en cochecitos son transportados por sus padres, los pocos espacios de que disponen para desplazarse por las ciudades.

A esos conductores les podían quitar todos los puntos de su carnet de conducir –aunque me sabéis en contra del sistema de puntos, máxime cuando no premia por conducir con corrección- y desde luego creo que no habría mejor escarmiento para ellos que tener que acompañar y ayudar a algún ciudadano con minusvalía física en sus recorridos por la ciudad durante un par de meses. Seguro que tras esa experiencia entendería perfectamente la injusticia que se comete al invadir los pasos de los que hablamos.

Y aprovechando que estamos hablando de barreras arquitectónicas, no vendría mal que desde la Federación Española de Municipios –por aquello de buscar la administración más cercana a los ciudadanos- se impulsase un gran acuerdo nacional por el que se estableciesen, junto con Comunidades Autónomas y Administración del Estado, las trasgresiones a las distintas normativas que se pudiesen realizar para garantizar de una manera digna la movilidad de las personas con minusvalías por nuestros pueblos y ciudades. La estética, la historia, la cultura e incluso el medio ambiente trabajan en infinidad de ocasiones contra este numerosísimo colectivo de personas.

Para quienes creemos que el aborto no es la mejor solución para un embarazo no deseado y que constituye un atentado contra la vida del ser en formación, cualquier noticia que tenga que ver con su práctica nos produce una enorme tristeza. Sin embargo los detalles que se van haciendo públicos tras la intervención de la Guardia Civil en cuatro clínicas de Barcelona en las que se practicaban abortos ilegales, van transformando la tristeza en indignación y horror.

La existencia en estas clínicas de trituradoras a las que tiraban los fetos para –una vez convertidos en una especie de macabro puré- verterlos por los desagües al alcantarillado es una mala pesadilla. Es el guión perverso de una estremecedora película de terror en la que los actores se representan a sí mismos, dejándonos ver lo más abyecto de su condición humana –en este caso inhumana- y las víctimas –los niños por nacer- son tratados como basura. Me imagino que la justicia mirará hasta el último resquicio de la responsabilidad penal que pueda existir tanto para los autores materiales de esta salvajada como para quienes desde la administración pudieran tener conocimiento –si es que lo tenían- de lo que estaba ocurriendo.

No podemos traer un niño desde algún remoto país del denominado Tercer Mundo para tratarlo médicamente y curarlo con nuestros avanzados medios y conocimientos y al mismo tiempo permitir que algunos trituren a nuestros niños futuros. No es mentalmente sano ni moralmente aceptable.

miércoles, 28 de noviembre de 2007

El lingüista


La historia esta de que el PSOE ha contratado para su campaña electoral un equipo en el que figuran algo así como 14 premios Nóbel, no me dice en principio nada. Mejor dicho, no me decía nada. Me parecía una excentricidad más del histriónico Pepiño, ese friki nacido en Galicia a quien sus compañeros de colegio –ahora galescola-debieron dar muchas collejas a juzgar por el estado en el que lo han dejado.

Sin embargo cuando esta mañana escuchaba la noticia de que Caldera -¿recordáis cómo manipulaba los documentos del Prestige?- se reunirá con uno de esos asesores, un afamado lingüista norteamericano que colabora asiduamente en las campañas del Partido Demócrata para tratar asuntos relacionados con la próxima campaña socialista, se me ha encendido la alarma. ¿Un tipo que habla inglés para asesorar en temas lingüísticos de campaña al PSOE? Eso es que están buscando fórmulas para mentirnos mejor. Nos van a contar milongas -¿acaso ha hecho Zapatero otra cosa durante toda la legislatura?- y están trabajando con los mejores especialistas para ver cómo las disfrazan.

Sin embargo lo que más me ha impresionado mientras me desperezaba escapando del calor de las sábanas y sintiendo los 3 grados bajo cero con los que la madrugada nos recibía en Aranjuez han sido las palabras escuchadas a José Luis Rodríguez Zapatero mientras inauguraba un par de placas solares que ha puesto en la casa que le pagamos en Moncloa. “El cambio climático exige un nuevo contrato del hombre con el planeta” ha dicho Zapatero. Se ve que considera que ya tiene bastante deshecha España, que ya nos ha fastidiado bastante a todos los españoles y ahora aspira a hacerlo con el resto del planeta. Y además lo quiere hacer con contrato y todo.

Por muy políticamente incorrecto que sea, manifiesto una vez más mi discrepancia con este movimiento mundial que intenta hacernos aparecer a los humanos como responsables de un cambio climático que, por insignificantes que pueda reconocernos, está operando la naturaleza al igual que ha venido ocurriendo desde hace miles de millones de años. Lo diga Al Gore, lo digan los ecologistas o lo diga Rita la cantaora. Los 200.000 dólares cobrados por el quien cuando era Vicepresidente de EEUU pasó olímpicamente del tema, por dar una conferencia nos hablan claramente de los grandísimos intereses económicos que se ocultan tras este movimiento. Si existen voces de reputados científicos en defensa de esa teoría, también existen –y con la misma reputación- en sentido contrario. Por lo tanto, menos lobos Caperucita y veamos los datos –el que quiera informarse para evitar la manipulación- con serenidad.

Que Zapatero pretenda liderar internacionalmente la lucha contra el cambio climático me parece una paparruchada. Algo del mismo calibre y con la misma intencionalidad que lo de la Alianza de Civilizaciones. Algo tan hueco e inútil como el tiempo perdido en la lucha contra ETA por la necesidad que tiene nuestro presidente de encontrar un espacio, un reglón, con el que pueda pasar a la historia por haber hecho algo positivo. No lo encuentra porque nada ha hecho que así pueda ser considerado.

Si fuese inteligente, valiente y responsable haría algo por lo que los españoles le estaríamos eternamente agradecidos y que a buen seguro le permitiría ocupar ese renglón en la historia. No me refiero a dimitir –que también, aunque para tres meses que le quedan da igual- sino al hecho de afrontar con rigor de futuro la mejor solución para los graves problemas energéticos que se nos presentan. La dependencia energética que nuestro país tiene del petróleo es, además de la mayor de Europa, sumamente preocupante y peligrosa. Ya es hora de que haga algo –sería la hora para la historia de Zapatero- con seriedad. Es hora de que piense con seriedad en la energía nuclear.

martes, 27 de noviembre de 2007

El achinado


En cuanto uno pone los pies en China, percibe con claridad que está en otro mundo. En el mismo planeta pero en otro mundo. Enormes diferencias y por lo tanto enormes parecidos. Cuando uno se desplaza más de 9.000 kilómetros en avión es imposible pensar que los olores, los colores, los sonidos, las lenguas puedan ser iguales a las del punto de partida. Y por supuesto las costumbres, las tradiciones, la cultura, solo se pueden parecer en aquello que haya sido mimetizado a través de las pantallas de televisión o las redes informáticas.

Valorar si mejor o peor que lo nuestro sería una petulancia tan irresponsable como innecesaria. Lo que sí me atrevo a trasladar a este vuestro/mi Blog son sensaciones, en la medida en que sea capaz de narrarlas sin pervertir con los sentidos lo recibido con los sentimientos. Moura –que no estuvo en China porque no venden billetes para meigas en las compañías aéreas- siempre insiste –y a fuerza de experimentarlo he comprobado que lleva razón- en llegar a los sentidos a través de los sentimientos, nunca al contrario aunque eso conlleva el riesgo de que cuando se lleva al papel, cuando se pone negro sobre blanco, la dirección es justo la contraria. Pero nadie está -ni debe estar- exento de dudas e incertidumbres al moverse a través del mundo de los sentimientos.

Si tuviese que quedarme con dos cosas para poner un punto de exclamación en lo vivido en aquellas lejanas tierras, una imagen y un espíritu. La imagen de las decenas de miles de bicicletas con una cadencia en el pedaleo solo ejecutable por quienes son expresión contemporánea de tradiciones milenarias, y un espíritu, el que les lleva a dar siempre la misma respuesta, “no hay problema”. Sobre las bicicletas y el pedaleo milenario otro día hablaremos un poco y entonces os contaré –recordádmelo si se me pasa- cómo funciona el tráfico en una ingente urbe como Beijing, en donde estoy convencido tienen como responsable de esa materia a algún aventajado discípulo de nuestro Pere Navarro, al día de hoy todavía Director General de Tráfico.

Cualquier solicitud, cualquier pretensión, cualquier necesidad planteada allí –solo tengo experiencia en las estrictamente legales- obtiene una respuesta inmediata, “no hay problema”, que a todas luces se ve les sale formando parte de su manera de ser, de su forma de entender la vida y las relaciones con los demás. Ahí te das cuenta –por si antes no lo habías hecho- de que no estás en España, ni siquiera en Occidente. Cuando te responden así dos, tres veces –las primeras-, crees que estás pidiendo algo fácil para ellos, que has tenido suerte, que has ido a caer en el sitio adecuado…pero cuando la respuesta se repite en sitios, con personas y con solicitudes distintas, en ese momento empiezas a darte cuenta de que son otra historia.

Luego la cosa podrá ser o no podrá ser, se podrá hacer o no, será posible o totalmente imposible, pero la primera respuesta, la actitud, la predisposición, el ánimo, es el de intentar hacer. Es aquello de “por mí que no quede”. Y no digo yo que esto sea siempre bueno, ya que un “no hay problema” inicial para una petición que se muestra imposible de satisfacer con el paso del tiempo, lo que provoca es una pérdida de tiempo que a veces se torna demoledora para los intereses del peticionario. Pero el tiempo también se vive allí con un ritmo distinto.

Os cuento esto amigos blogueros porque estoy viendo que Zapatero –que debe haber viajado mucho- ha conseguido trasladar este aspecto de la cultura china a una parte de su Gabinete. Por eso rompe su compromiso de “candidaturas cremallera” y en el número dos por Madrid no llevará a una mujer, sino a Pedro Solbes.

El Vicepresidente Económico del gobierno de Zapatero –que nunca ha ejercido como tal- había anunciado su intención de no continuar tras las elecciones, pero tras la oportuna orientalización -otro palabro que le regalo a la RAE- a que lo ha sometido su jefe de filas, ha pasado de la negativa más razonable y recalcitrante a los tics dadivosos y engañabobos de sus compañeros del Consejo de Ministros –alquileres para jóvenes, cheques por nacimiento, etc. etc.- a asumir como propio este aspecto de la forma de ser de la población china. Ahora –por eso va de número dos- cuando Zapatero le dice a Solbes que va a subvencionar a medio país, el achinado Don Pedro le dice “no hay problema”. Cuando entiendan que es imposible ya habrán reventado las arcas del Estado y nuestros bolsillos.

lunes, 26 de noviembre de 2007

Nobles intenciones


Este Zapatero es cuanto menos peculiar. Basta que alguno de los suyos lo haga mal, rematadamente mal y que se pida su dimisión, para que el Presidente haga gestos de apoyo incondicional, cuando no expresiones taxativas y concretas en defensa de la gestión y por lo tanto la continuidad en el cargo del criticado. Sin ir más lejos la ministra “de momento” Maleni Alvarez –repito que nada que ver con mi buena amiga Malena- lejos de la justa medida de mandarla a casa antes de Navidad- ha visto como premiaba su estiramiento de frente y su arrugamiento de cerebro manteniéndola en el cargo y apoyándola en algún multitudinario mitin de fin de semana.

Con el insolvente Director General de Tráfico, no solo lo mantiene en el cargo, sino que lo premia llevando a las Cortes una modificación del Código Penal que, lejos de solucionar el gravísimo problema del mortífero contador de víctimas de tráfico en que se han convertido los telediarios del fin de semana, lejos de encontrar alternativas a tan macabra cifra, no hará sino mantenerla –lamentablemente- y llevar a la cárcel a algunos basándose en una generalista reglamentación que para nada tiene en cuenta la responsabilidad de la administración –fundamentalmente la que dirige en este momento y esperemos que por poco tiempo Zapatero- en el mantenimiento de centenares de puntos negros en las carreteras españolas, en la deficiente señalización en miles de puntos y en la filosofía recaudatoria que encierra la proliferación de radares y por lo tanto de guardias civiles ocupados en controlarlos para poder multar.

La reforma del código penal aprobada la semana pasada por el Congreso de los Diputados con el voto en contra del PP, encierra un apoyo clarísimo al nefasto titular de tráfico en su gestión y un enroque del gobierno en el mantenimiento de medidas y mensajes que no pueden contribuir a rebajar la dolorosa cifra de los fines de semana y puentes. La modificación no contempla los matices que pueden y deben diferenciar a un imprudente de un asesino. No tiene en cuenta el tipo de vehículo, la fiabilidad del conductor o el estado de la carretera, la climatología, la densidad del tráfico o la visibilidad. No tiene en cuenta ninguno de los elementos que la inmensa mayoría de los conductores manejamos al ponernos al volante para garantizar tanto nuestra seguridad como la de quienes viajan con nosotros o por la misma carretera que nosotros. Es un injusto premio a un gestor nefasto. Pero claro, Zapatero es así.

Ha sido elegido candidato por los socialistas para las próximas elecciones el pasado fin de semana y sin querer quitarle ni un ápice de democracia al hecho, creo que es oportuno destacar al menos cuatro aspectos de dicha puesta en escena.

A cuatro meses vista de las elecciones, Zapatero ha dejado la vestimenta informal y se nos ha plantado en un acto de fin de semana con traje y corbata, intentando trasmitir una imagen más seria, más de hombre de estado, con la noble intención de recoger votos de sectores más tradicionales de nuestra sociedad, pero olvidándose de cuántas patadas le ha dado durante su mandato al país que preside.

Lo ha hecho acompañado en el escenario de su señora esposa, cogiditos ellos por la cintura, intentando trasmitir una imagen más familiar –de familia tradicional- con la noble intención de recoger votos de los sectores más tradicionales en la defensa de los valores familiares, pero olvidándose de cuánto daño a hecho a las familias españolas durante su mandato.

Se ha cuidado mucho de no enviar mensajes programáticos de futuro, al contrario que Rajoy hace una semana, sabedor de que el gran cúmulo de mentiras que se amontonan en el repaso de su legislatura le restan todo el crédito necesario para poder hablarnos de mañana sin que caigamos en la tentación de repasar el pasado inmediato. Omite sus planes futuros con la noble intención de recoger votos de los sectores más olvidadizos de nuestra sociedad, como si alguien pudiese olvidarse de todas las trácalas y patrañas que Zapatero nos ha metido al cuerpo durante estos cuatro años.

Todo esto lo hizo ante miles de simpatizantes socialistas que –hipnotizados por los cantos de sirena de “José Luis y su guitarra”- no se han dado cuenta de que su líder es amigo del golpista Hugo Gorila Chávez y que de él está aprendiendo modos y maneras que entrañan enormes riesgos para la democracia. En tiempos de Felipe González -¡qué bien que ya pasaron!- su personal y particular forma de dirigir el país y su partido nos llevaron a un movimiento político de pensamiento unipersonal conocido como “felipismo”, en el que los socialistas mantuvieron su imagen, la imagen del puño y la rosa. Hoy Zapatero no solo obliga a los socialistas a hablar mal el español –haciendo terminar en Z palabras que no contienen esa letra- sino que les ha cambiado el puño y la rosa por la Z. Todo un golpe de mano que no augura nada bueno.

jueves, 22 de noviembre de 2007

La audiencia


No voy a emplear más tiempo ni líneas en este blog para dejar constancia del rechazo que siento por determinados programas de televisión en los que son aireadas y alentadas las mayores miserias humanas, a través del seguimiento –persecución la mayoría de los casos- de la vida más íntima de distintos personajes, famosos de la farándula, de la política, de las artes, etc., etc. Creo que –al contrario de lo que manifiestan quienes los promueven y viven de ellos- estos programas no reflejan una parte oculta de nuestra sociedad, sino que están alentando unas actitudes y comportamientos que poco benefician a nuestra sociedad, especialmente a los más jóvenes.

El acuchillamiento de una joven rusa por parte de un individuo que cinco días antes había visto rechazada públicamente, ante los ojos de no sé cuantos millones de espectadores, su petición de reconciliación y matrimonio con la desdichada víctima no hace sino reafirmarme en mis convicciones con respecto a estos programas. Menos mal que la justicia y distintas entidades están analizando muy críticamente las intervenciones de las televisiones en conflictos como este porque si no, estoy convencido que más de un programita de estos –quienes los dirigen y emiten- ya estaría pensando en la entrevista en profundidad con el asesino.

Se que son muchas, muchísimas, las personas que delante del televisor se beben a través de las neuronas –ya os dije que las neuronas no giran y ahora añado que no beben, pero algunas personas al ver este tipo de programas tienen las neuronas como borrachas- las historias que con una buena carga de morbo y un toque fácil a los sentimientos van desfilando por la pantalla. Personas que no querrán entender ni compartir mi forma de pensar sobre este tipo de programas. Es más, está claro que los programas están perfectamente estudiados en cuanto a su horario, tipo de espectador y contenido con el fin de asegurar una determinada audiencia. Son programas –algunos de ellos- diseñados para acompañar en la soledad y desde los sentimientos a cientos de miles de personas necesitadas de ello, pero no son programas inocuos.

El caso de la joven rusa asesinada cinco días después de rechazar las pretensiones de su asesino alicantino en televisión, nos ha de obligar a estudiar las consecuencias que este tipo de programas pueden acarrear. La joven, que ya había sido maltratada por su asesino, con una orden de alejamiento dictada por un juez, es sentada por sorpresa ante los ojos de cientos de miles de espectadores frente a su maltratador y pese al horrible miedo que pueda sentir, es capaz de rechazarlo. Firma, en una situación totalmente anómala y desconcertante, su sentencia de muerte. El maltratador no solo ha sido rechazado, sino que lo ha sido en público. Ni la presión de su presencia, ni la presión de las cámaras, ni la presión del público presente en el estudio consiguen amedrentar a la joven y él, herido en su asqueroso machismo dominador y esclavizante, no puede consentir que siga viva.

¿Responsabilidad del programa? Se supone que ignoraban los antecedentes maltratadotes del asesino. Se supone que ignoraban que había sido condenado a prisión por malos tratos. Se supone que ignoraban –seguro que lo ignoraban ya que el auto aún no le había sido notificado al asesino- la orden de alejamiento a más de 500 metros de la joven rusa que pesaba sobre el asesino. De acuerdo en que posiblemente los responsables del programa ignorasen estos aspectos.

Sin embargo yo me hago una pregunta –que os traslado amigos blogueros- que me repito desde que se pusieron de moda este tipo de programas y que -sin ningún género de dudas- tiene una respuesta fácil que a buen seguro podrían aplicar los responsables de programas como el aludido en este post. ¿Qué mentalidad puede llevar a una persona a contar sus miserias y las de su amada -¡menuda forma de amar!- ante millones de espectadores para conseguir de ella lo que no ha conseguido en la cercanía y la intimidad? Si los responsables de estos programas contestasen a esta pregunta, sabrían por qué no deben llevar a la pantalla a determinadas personas. Si quienes son asiduos espectadores de estos programas pensasen la respuesta, les dejarían sin audiencia. Sea como sea, el asesino es un hijo de puta.

miércoles, 21 de noviembre de 2007

Menos Estado


Decía el golpista Chávez en una de sus bravatas últimas que esperaba que cuando fuese en el avión camino de Portugal, al sobrevolar la Zarzuela no le disparasen. En su incultura supina no sabe este zopenco con boina roja que nosotros hace ya muchos años que dejamos de disparar a los monos.

Parece que Mariano Rajoy y su equipo electoral se han puesto definitivamente las pilas y han entrado –desde la convención del pasado fin de semana- en una estrategia basada claramente en contarnos a los españoles las ventajas que va a suponer para todos y cada uno de nosotros, la llegada de Rajoy a la Moncloa.

La reforma fiscal anunciada, eximiendo del pago del IRPF entre otros a los millones de españoles que ingresan menos de 16.000 euros al año, es una reforma histórica fácil de adjetivar como revolucionaria, y una de las cosas buenas que en principio trae la propuesta es el hecho de que la está haciendo quien fue Vicepresidente del Gobierno de España con José María Aznar, cuando en España Aznar acometió una reforma de similar envergadura. Es decir, la propuesta es totalmente creíble por venir de quien viene. Condición esta que no arropa ninguna de las promesas electorales que pueda hacernos Zapatero, excepto la de enciscar este país, en donde ha dado sobradas muestras de su maestría.

Rajoy con su propuesta entiende lo que entendemos la mayoría de los españoles y piensa como pensamos la mayoría de los españoles. Existen excepciones, pero son las menos y además son comprensibles. Veía anoche en un canal de televisión una noticia en la que un señor –un anillo en cada mano y un collar de oro macizo tipo Mr. T, el del “Equipo A” al cuello- exigía a no sé qué ayuntamiento dinero para comprarse una casa y abandonar la chabola en la que vivía y hacía malvivir a sus hijos. Estas son las excepciones, los ciudadanos que se consideran subvencionables. A estos la propuesta de Rajoy no les gusta, o mejor dicho no les interesa, no les es rentable para el modo de vida que se han buscado, dependiente de los dineros que Hacienda recauda de los demás.

Lo que Rajoy propone va mucho más allá de las subvenciones que tanto les gustan a los socialistas. Su propuesta es una propuesta de libertad, de defensa del individuo frente a la colectividad, es un paso enorme para sacar al Estado de nuestras vidas, además de ser una medida inteligente y efectiva para que millones de españoles vivan un poco mejor y para que se genere riqueza y por lo tanto empleo.

Los jóvenes –el sector de la sociedad en donde se encuentra el mayor porcentaje de mileuristas- ya están haciendo sus cuentas y ven que la medida tiene para ellos dos ventajas a primera vista. Por un lado, económicamente salen más beneficiados no pagando el IRPF que recibiendo una hipotética subvención –si es que les toca- y por otro tienen la libertad de hacer con su dinero lo que crean que más les interesa, gastarlo –en lo que quieran, no en lo que les diga el gobierno- o ahorrarlo. Porque en definitiva lo que se les viene a reconocer es que, después de haber trabajado para ganar un dinero, ese dinero es suyo.

En Letonia, la “chiquillada” de ultrajar la bandera cuesta –les cuesta a los dos jóvenes españoles- 3.800 euros. Si lo hiciesen otra vez, ya no sería una chiquillada y les podría llevar tres años a la cárcel. Aquí en España, algunos pasaron de la chiquillada a la reiteración con descaro público. Que son más guapos que los dos condenados a pagar en Letonia ¿no?, porque sino no se explica.

En Aranjuez, sumidos en la línea de despropósitos del gobierno municipal que dirige el socialista Dionisio, parece que los problemas de inundaciones que sufren algunos vecinos de La Montaña –un nuevo y espléndido barrio de mi ciudad- son culpa, según el concejal de Urbanismo –socialista igual que el alcalde Dionisio- de los vecinos por no haber mirado el proyecto de urbanización del barrio antes de comprar la vivienda. Espero haber entendido mal al concejal o que el concejal se haya expresado mal.

martes, 20 de noviembre de 2007

Los tiempos


He leído las declaraciones de monseñor Ricardo Blázquez, Presidente de la Conferencia Episcopal Española y obispo de Bilbao en relación a la memoria histórica y realmente no sé si está pidiendo perdón o no. Es más, si lo hace, no sé si lo hace en nombre propio o en nombre de los católicos. No sé tampoco, si lo hace, por qué hechos y de cuándo esos hechos. Si hay que pedir perdón por algo se pide, pero me gustaría, si lo hacen en nombre mío, conocer al menos los motivos.

La memoria histórica y la memoria colectiva son dos conceptos creados para intentar manipular algo que pertenece individual e indisolublemente a cada persona y que solo así, colectivizándolo, puede ser modificado. La memoria es una facultad individual que no se tiene colectivamente, lo que no imposibilita que sea ejercida de forma individual ante el colectivo. Es decir, que a lo mejor monseñor Blázquez tiene en la memoria –la suya- algo que yo no tengo en la mía.

Resulta cuanto menos curiosa (seguro que os vendrán a la cabeza cientos de adjetivos para calificarla) la celebración de un pleno del Ayuntamiento de Aranjuez el pasado lunes. Era una convocatoria extraordinaria para desatascar la enorme cantidad de asuntos pendientes que arrastraba la Corporación Municipal. Fundamentalmente iniciativas de la oposición.

Visto así, sin mayor profundización en el análisis, se podría caer en la tentación de aplaudir la convocatoria realizada por el alcalde Dionisio, toda vez que parece que con la celebración del pleno está dando vía libre al democrático debate de las propuestas de los grupos municipales de la oposición. Sin embargo antes de aplaudir será mejor que conozcamos los motivos de tan excepcional convocatoria del pleno.

La gran cantidad de asuntos pendientes que fueron a ese pleno tienen su fundamento en el chusco intento del alcalde Dionisio por marcar los tiempos –los políticos- en una vana pretensión de ningunear y minimizar la incidencia que el trabajo de la oposición municipal pueda tener ante la opinión pública. Las propuestas –en su inmensa mayoría de la oposición- guardan siempre un indudable sentido de la oportunidad política, que el alcalde Dionisio rompe –o al menos lo intenta- con la sui géneris regulación que hace de los plenos municipales. No fueron debatidas en su momento no por falta de tiempo, sino porque el alcalde Dionisio no lo permitió.

No debatir por falta material de tiempo para hacerlo puede tener una justificación, pero no debatir –obviando los intereses de los ciudadanos- por capricho regulador del alcalde Dionisio, es una perversión de las potestades y competencias que la ley le otorga a un alcalde. Una perversión –cuando no prostitución- que los ciudadanos a buen seguro no tardaremos en percibir, ayudándonos a hacernos una idea bastante exacta del talante demoregulador y dialoembaucador del socialista alcalde de Aranjuez, Dionisio.

No todas las propuestas de la oposición municipal son de interés general de los ciudadanos. El PP genera un importante número de propuestas que intenta llevar a las distintas Comisiones y al Pleno de la Corporación y algunas de ellas seguro que no responden a lo que la mayoría de los ciudadanos podamos pensar –faltaría más, Dios aún no ha decidido presentarse en ninguna candidatura- pero la lectura de todas ellas me lleva a manifestar que están infinitamente más cerca de las necesidades y los problemas reales de los ribereños de lo que puedan estarlo las subidas de tasas e impuestos aprobadas por los socialistas ribereños, dejar sin transporte escolar a 70 niños o el decreto del alcalde Dionisio que premiaba –y sigue premiando- a determinados trabajadores municipales próximos, muy próximos, sospechosamente próximos.

La política como espectáculo, como show, está llegando a niveles insospechados. Intentar competir con un programa de televisión –por cierto de los malos, malos, malos- dirigiendo el Pleno Municipal a golpe de “59 segundos”, es patético.

sábado, 17 de noviembre de 2007

El alejamiento


La forcípula es el aparato que se usa para medir el diámetro de los árboles antes de su apeo. Es lo que algunos llamarían equivocadamente calibre ya que, forestalmente hablando, el calibre solo hace referencia al espesor del corcho en aprovechamiento del alcornoque. Esto está bien, pero yo me pregunto ¿la forcípula sirve también para medir tarugos? Porque si así fuese, estaríamos en condiciones de medir el tamaño no sé si de uno o varios tarugos.

Absortos en sus endiosados pensamientos, los gobernantes socialistas del Ayuntamiento de Aranjuez, con el alcalde Dionisio a la cabeza, están empeñados en alejarse a la carrera de los intereses y necesidades de los ciudadanos. La mayoría absoluta se les ha instalado como una cuña en el engranaje que permite la rotación adecuada de las neuronas (las neuronas no rotan, pero siempre es bueno dejarles que crean que lo pueden hacer, fundamentalmente para que sean más felices –una neurona feliz siempre trabajará mejor-) impidiéndoles la percepción de la realidad circundante.

Aunque el discurso oficial habla de cercanía a los ciudadanos y apoyo a sus actuaciones últimas, la realidad –la puñetera y cruda realidad- es que cada día están más alejados de los ribereños, cada día atienden menos a la solución de sus problemas y su barco, el barco del poder, empieza a hacer agua por algunos boquetes y más de uno se ha tirado porque no están de acuerdo con las órdenes del capitán y no quieren que les pille el remolino en el hundimiento.

Las subidas endilgadas a las tasas e impuestos en el Ayuntamiento de Aranjuez con el único -aunque suficiente a efectos legales- voto de los socialistas, está poniendo de manifiesto la lejanía existente -a seis meses vista de las pasadas elecciones- entre el gobierno socialista al que le dimos la mayoría absoluta en las urnas los ciudadanos y nuestros legítimos intereses. Y digo bien, la mayoría absoluta que le dimos los ciudadanos. Yo voté al PP al igual que otros muchos miles de ciudadanos y con nuestro voto contribuimos a conformar la distribución actual de la Corporación Municipal de Aranjuez.

Con los votos –esto algún advenedizo a la democracia desde las filas del “rojerío” no lo entiende- sean del signo que sean, pasa lo mismo que con los impuestos. Los introducimos en una urna única –igual que la caja del Estado- y con ello contribuimos al mantenimiento del sistema y el resultado final es fruto de la aportación de todos. Pues bien, no les dimos la mayoría absoluta para que nos frieran a impuestos y ellos, cual tarugos cuyo diámetro –el de su taruguez- intentaremos medir con una forcípula –no sé si registradora, finlandesa u óptica- se empecinan en trabajar contra nosotros, contra los ciudadanos a quienes tienen que servir.

Eso –les pasará igual que a Zapatero- no sale gratis.

Verdaderamente hemos de reconocer que somos unos mantas. ¿Cuánto hace que descubrimos América? Aproximadamente 515 años. Si como dice Hugo Gorila Chávez nuestros antepasados les cortaron la garganta para traerlos a la civilización, mal, muy mal, totalmente reprobable. Pero igualmente reprobable es el hecho de que 515 años después no hayamos sido capaces de enseñarle a hablar español correctamente al simio golpista que hoy dirige con mano de hierro Venezuela, un país hermano que de la mano de este sátrapa tirará por tierra la riqueza de aquel paraíso. Somos unos verdaderos mantas.

Insiste el gorila rojo en que el Rey de España le pida disculpas. Ignoro hasta qué punto Moratinos y su trupe pueden presionar a nuestro monarca, pero tengo clara una cosa. Como Don Juan Carlos, que actuó como legítimo representante de la dignidad de España ante el golpista, haga el más mínimo gesto de claudicación ante Chávez, ante el bruto venezolano, ante el golpista, me envuelvo en la bandera republicana para participar en la orgía de desatino e indignidad que generará. Y lo mido con una forcípula.

viernes, 16 de noviembre de 2007

La escalera


Sinceramente, si uno se pone unos cascos y cierra los ojos escuchando a Ella Fitzgerald mientras canta Misty o, en el sumun de la lujuria de los sentidos, a Duke Ellington y Louis Armstrong con su I don’t mean a thing, la pregunta que viene a la cabeza invariablemente es ¿y quién es Hugo Gorila Chávez? Es decir, el golpista venezolano no existe para los sentidos. Borrado, ni un minuto más para este orangután con boina que a golpe de petrodólares está intentando comprar la voluntad de Iberoamérica.

En el Ayuntamiento de Madrid están deteniendo a un grupo de funcionarios que presuntamente tenían montada una trama para enriquecerse en base a hacer bien su trabajo ¡¿?! Es decir, cobraban por hacer bien su trabajo más de lo que su nómina municipal refleja. Dicho de otra manera, si alguien pretendía obtener un permiso o licencia municipal en las áreas de urbanismo y medioambiente y quería obtenerlo sin demoras excesivas, esto le costaba 20.000 euracos del ala. O sea, que los funcionarios cobraban un extra –muy extra- por hacer debidamente su trabajo.

Si es así –la justicia dirá- me parece bien que penen su culpa. Sin embargo la noticia me genera una serie de dudas a las que no encuentro una respuesta fácil. Vamos por partes. Si estos funcionarios presuntos delincuentes completaban los expedientes de licencias de quienes accedían a pagarles en un tiempo de 5 ó 6 días, los otros funcionarios municipales con labores similares que no estaban inmersos en la supuesta trama ¿tardaban más tiempo? Es de suponer que sí, porque si no era así, los otros –los presuntos- no hubieran tenido negocio. Hasta aquí claro ¿verdad?

Y si ante una licencia municipal unos funcionarios tramitan el expediente en 5 ó 6 días y otros lo hacen en 2 ó 3 años, ¿por qué los que tardan 2 ó 3 años no lo hacen en 5 ó 6 días?, puesto que está claro que ese es el tiempo justo y necesario para hacerlo. Dos opciones. No lo hacen por incapacidad o no lo hacen porque no les da la gana, es decir les importan un pimiento las necesidades e intereses legítimos de los ciudadanos para quienes trabajan, los que con sus impuestos pagan sus salarios.

Si no tramitan los expedientes en 5 ó 6 días por incapacidad ¿qué hacen trabajando ahí?, ¿cómo es posible que cobren por su incapacidad? Y si no los tramitan con rapidez porque no les da la gana ¿cuántos miles de euros le cuesta a quien pide la licencia la tardanza de 2 ó 3 años?, ¿qué responsabilidad patrimonial asumen estos funcionarios frente al perjuicio económico causado a los ciudadanos?

Los presuntos corruptos se las verán con la justicia y habrán de pagar por sus actos –y me parece correctísimo- pero los que no piden dinero a cambio y someten a los ciudadanos a su tiranía en el tiempo, a esos ¿quién les canta las cuarenta? Alguien les tendría que recordar que sus compañeros presuntos corruptos han tenido oportunidad de “montar el negocio”, entre otras cosas por que ellos con su ritmo de trabajo generan la ocasión.

Dicen que nunca se suave si los gallegos subimos o bajamos. No creo que sea así, se nos ve muy a las claras y se nos entiende perfectamente. Lo único que ocurre es que en los colores vemos tonos y en los sonidos encontramos matices y nos gusta contarlo ¿o no?

Moura me apaga la pantalla del ordenador, mientras Frank Sinatra susurra Fly me to the Moon… ¿y quién demonios es Hugo Gorila Chávez?

jueves, 15 de noviembre de 2007

La adicción


Sigue el gorila rojo con sus bravuconerías y amenazas y el gobierno de Zapatero continúa agachado. La única respuesta posible para ese charlatán con sable es la de la firmeza y la autoridad. Ponerse de perfil, tal y como están haciendo en este momento Moratinos y Trinidad Jiménez, no deja de ser una actuación suicida cargada de irresponsabilidad. Los españoles residentes en Venezuela y los empresarios que están arriesgando allí miles de millones de euros necesitan verse respaldados por el gobierno español ante los envites del golpista.

Cosas curiosas estamos viendo en nuestro país a raíz de la autoridad mostrada por el Rey de España ante el energúmeno que preside –recortando derechos a diestro y siniestro- el país amigo. Tenemos, en clave interna, la posibilidad de conocer el nivel de estulticia de los dirigentes socialistas. Un diputado socialista, un tal Garrido –el mismo que defendió en el Congreso los derechos humanos de los simios- ha hecho una pregunta al gobierno sobre la “agresividad” del Rey contra Hugo Gorila Chávez.

En un partido democrático no se impide que un diputado haga semejante pregunta. Pero también, en un partido democrático, una vez que ha hecho la pregunta se le da de baja en el partido y en el grupo parlamentario. La democracia y la gilipollez no se deben confundir.

La periodista María Antonia Iglesias –ese indescriptible misterio de la estética- me ha producido siempre una reacción desagradable no por verla -cosas peores he visto, sin ir más lejos cuando sale en la tele la ViceVogue- si no por oírla. Por lo que dice y por cómo lo dice. Es de esas personas que hacen que uno bendiga continuamente al inventor del mando a distancia de la televisión, que nos permite desconectar el aparato de forma fulminante ante tan horrendas apariciones.

Sin embargo, a pesar de la vehemencia con la que se expresa y a pesar de que parece que vomita cada vez que pronuncia el nombre de José María Aznar –y si no vomita, al menos pone cara nauseabunda- tengo que reconocer que he cogido la costumbre de escuchar lo que dice cuando participa en una tertulia política que se desarrolla en el programa Locos por Madrid, presentado por Alfredo Urdaci en Onda Seis, un canal de televisión madrileño que me imagino no podréis sintonizar los blogueros que me leáis –sé que existís a través de vuestras muestras de apoyo y los comentarios privados que me hacéis llegar, y os lo agradezco de corazón- desde otros puntos del planeta. Merece la pena atender a sus intervenciones si se quiere conocer en profundidad el análisis y los mensajes que los medios cercanos al gobierno socialista hacen llegar a la población.

Ayer –no me produce ningún rubor reconocerlo- me encantó escuchar a esta periodista cuando analizaba críticamente el papel que sus compañeros de profesión de la prensa del corazón están jugando en la sociedad actual. Hay que tener la cabeza muy bien amueblada para descalificar con argumentos a quienes en un alarde de desparrame neuronal, fruto de la incapacidad para mantener a cada neurona en su sitio, mezclan vidas privadas, famoseo, sexo, pornografía chabacana, casposos y estupideces varias con investigaciones policiales, política internacional, actuaciones judiciales, etc., etc. Aunque siga pareciendo que vomita cuando menciona al mejor presidente del gobierno que ha tenido España, José María Aznar por supuesto, la seguiré escuchando.

Moura está algo desconsolada. Por un lado la falta de lluvia le afecta bastante. Aunque es un ser extraordinario, que no necesita nada más que los sentimientos para vivir, sabe que su existencia, al igual que la del resto de sus compañeras meigas, tiene que ver indisolublemente con la umbría que domina los montes y bosques de Galicia. El agua y el verde son su hábitat natural –lo es para la mayoría de quienes llegamos a la vida en Galicia- y este otoño ha sido especialmente rácano meteorológicamente hablando. Por otro lado le he podido confirmar algo que ella se temía, en China no hay meigas. Entre otras cosas, porque allí no hablan gallego, hablan mandarín.

Dice una persona muy inteligente –y que además sabe mucho de esto- que las adicciones del comportamiento se caracterizan por una pérdida de control, una persistencia de la conducta pese a valorar sus consecuencias adversas, un deseo obsesivo de repetir dicha conducta (dependencia psíquica), síndrome de abstinencia y pérdida de interés por otras conductas previamente satisfactorias. Aquí en Aranjuez, la adicción a un comportamiento claramente alejado de los intereses y los deseos de los ribereños, puede estar sumiendo al alcalde socialista Dionisio y su equipo de gobierno en un cuadro idéntico al descrito.

miércoles, 14 de noviembre de 2007

El obtuso


Es cierto que existen frases que forman parte de la historia. Desde el “¿Tu también, Bruto?”, pasando por “El doctor Livingstone, supongo”, o acercándonos mucho más en el tiempo y en el espacio el “Váyase señor González”, han sido muchas las frases que nos permiten identificar momentos variados de la historia de la humanidad.

Siempre he mantenido que hacia el pasado se puede viajar ya que lo dicho y hecho en un determinado momento, en un determinado sitio, permanece allí ya que ese momento y ese sitio por haber pasado ya, no pueden haber sido modificados por nada ni por nadie ya que ese tiempo, el tiempo en que se podrían modificar ya ha pasado. Por lo tanto, solo es cuestión de encontrar la forma de volver a esos momentos y espacios para situarnos en el pasado. Las frases históricas si bien no nos permiten volver físicamente al pasado, sí nos sitúan -al menos mentalmente- en torno a los hechos que rodean a la frase.

Sin embargo mantengo con la misma firmeza que hacia el futuro no se puede viajar. Lo que está por ocurrir, como aún no es, como aún no está, no puede ser visitado. Allí a donde vayamos pretendiendo que sea futuro no habrá nada y en cuanto lo encontremos, ya será pasado.

Estas dos ideas no entran en contradicción con el hecho de que yo afirme que la frase majestuosa –por quien la pronuncia y por sus consecuencias- de “¿Por qué no te callas?” espetada por nuestro monarca –que lo es, quieran o no, de todos los que se encontraban sentados el otro día en la Cumbre Iberoamericana- tendrá una trascendencia futura importantísima en Iberoamérica. De hecho ya la está teniendo en dos frentes muy importantes.

Me recuerda Chávez –el golpista venezolano- a esos malos periodistas que cuando entrevistan a alguien con quien no están de acuerdo pero al que no llegan ni a la suela de los zapatos intelectualmente, esperan a que el entrevistado haya colgado el teléfono o se haya ido para descalificarlo y poner en tela de juicio las afirmaciones que haya hecho durante la entrevista, convencidos de que si lo hicieran estando él presente, les rebatiría dejándolos a la altura del betún.

Lleva dos días el gorila despotricando y diciendo verdaderos disparates –por la falta de conocimiento e intelecto que esbozan- contra nuestro monarca, pero lo hace cuando Don Juan Carlos no está delante. Porque cuando el Rey estaba delante y mandó callar al energúmeno Chávez, Hugo se calló como una puta –perdonadme la expresión- porque sabía que le mandaba callar quien tiene autoridad para hacerlo, un Rey que ha sido refrendado democráticamente por los españoles en las urnas. Por eso se calló el gorila. El y todos los que estaban en la reunión.

Ahora, cuando Don Juan Carlos ya no está allí, el golpista venezolano –un golpe de estado, es una elección democrática para él- pretende reírse y cuestionar a nuestro monarca. Pero lo malo para Chávez es que todo el mundo, todo el planeta, ha podido comprobar cómo cuando el Rey de España mandó callar a ese matón de tres al cuarto, el Presidente de Venezuela, el golpista Chávez se calló. Lo vieron y lo oyeron también los folclóricos que están sucumbiendo a los cánticos de sirena de los petrodólares venezolanos, y empezaron a tentarse las ropas.

La frase, es también una frase de futuro que está sirviendo a las legiones de opositores al golpista para decirle que se calle de una vez, que deje de decir sandeces, que deje respirar al pueblo venezolano, que deje hablar al pueblo venezolano, que deje de manipular al pueblo venezolano. Hartos ya de caudillos, salvapatrias, filibusteros y chorizos de medio pelo vestidos de generales del pueblo, los jóvenes venezolanos, los trabajadores, los intelectuales le están diciendo al golpista Chávez “¿por qué no te callas?”.

La frase –que muchos tenemos ya instalada en nuestro móvil- con una proyección de futuro de alcance, solo podía haber sido pronunciada por quien una vez más ha sabido trasmitir la autoridad que solo el Rey de España puede tener ante el conjunto de países iberoamericanos. El gorila rojo aún se está dando de bofetadas al comprobar a quien respetan los que él cree sus fieles seguidores.

¡Ah! amigos blogueros, si alguno de vosotros tiene oportunidad de hacerlo, vendría bien que le explicase a tamaño obtuso que si quiere que el sol salga antes –según el reloj- lo que tiene que hacer es atrasar el reloj. Pero no esperéis que lo entienda, solo que lo haga.

martes, 13 de noviembre de 2007

Señor Rey


Durante algunos días -¡qué cortos para el conocimiento!- he tenido la oportunidad de imbuirme en distantes mundos, diametralmente opuestos al nuestro, y por eso no he tenido más remedio que alejarme de vosotros amigos blogueros. No perderé oportunidad de iros trasladando la experiencia, que ha sido sumamente enriquecedora, con la sana intención de haceros partícipes del conocimiento y las sensaciones que he cargado en mi mochila. Os pido por tanto disculpas por este paréntesis en el blog y os prometo intentar recompensaros a través de la lectura por la falta.

Llevo prendido en el corazón el “¿¡Por qué no te callas!?” como un sentimiento renovado de dignidad, sensatez, honorabilidad y españolidad. ¡Qué bien estuvo el Rey! ¡Qué oportunas y bien moduladas fueron sus palabras! Y ¡qué bien nos representó a todos! cuando se levantó dejando con la palabra (por llamarle de alguna forma a la basura que escupía por la boca el indocumentado Daniel Ortega) al otrora dirigente revolucionario del FSLN de Nicaragua.

Hubiese sido un buen momento para recordarle a Daniel Ortega que –aunque se ha librado utilizando todas las triquiñuelas que su inmunidad parlamentaria le han permitido- sobre él pesa moralmente la denuncia nunca sustanciada en un juicio presentada por su hijastra acusándolo de abusos sexuales y diversas agresiones físicas y psicológicas hacia ella desde los 11 años. Porque ese es el calado moral de quien despotricaba contra los empresarios españoles que se están jugando su dinero en Nicaragua. Si yo fuera el Rey, al salir le hubiera dado una colleja. Se la merece por indecente, filibustero y revolucionario de pacotilla.

Cuando nuestro Rey mandó callar al gorila rojo, me gustó aún mucho más lo que calló que lo que dijo. No es que no estuviese bien lo que dijo, que sí lo estuvo tanto en el tono, como en la forma, como en el momento, pero observando las imágenes –esas que en un intento de minimizar el hecho para seguir gozando de la amistad del energúmeno golpista venezolano le gustaría a Zapatero que no fuesen emitidas por televisión- uno se da cuenta de que Don Juan Carlos, con un dominio absoluto del idioma, puso un corchete al comienzo de la frase.

Realmente –nunca mejor utilizada la expresión- la frase era “¡Gilipollas, ¿por qué no te callas?!” pero se la entendimos todos aunque le pusiera el corchete.

Sin embargo –y no es por buscarle tres pies al gato- me ha llamado bastante la atención la postura del presidente Zapatero. Reprender al vocinglero golpista venezolano –por cierto, a lo mejor algún día, a algún juez estrella de estos que tenemos en nuestro país se le ocurre estudiar la responsabilidad penal que Chávez, el matón, tiene en las muertes, dieciséis creo que fueron, ocurridas durante el golpe de estado que perpetró en Venezuela- llamarle la atención tal y como hizo Zapatero por los insultos vertidos por el gorila contra José María Aznar, no deja de sorprenderme. Máxime cuando insultos semejantes han sido proferidos por miembros del gobierno de ZapateroMoratinos, sin ir más lejos- sin que el presidente haya hecho el más mínimo gesto de disgusto por los mismos.

Me ha sonado esta actuación de Zapatero un tanto machista, en la medida en que nos ha recordado a todos una frase extremadamente cruel del machismo más profundo y deplorable. Aquella de “la maté porque era mía”. Eso es lo que Zapatero ha venido a decirle a su amigo -¿acaso alguien piensa que Zapatero renunciará a su amistad por este “incidente”?- Chávez, a Aznar no me lo toques, que es mío y solo yo tengo derecho a insultarlo.

De todas formas, quienes en las elecciones generales celebradas después del 11-M fuimos objeto en nuestra condición de Apoderados e Interventores del PP de insultos tales como “¡asesinos, asesinos!”, sabemos muy bien de los vientos sembrados por Zapatero y sus compañeros y no nos pilla de sorpresa -es más, como simio imita lo que ve a su alrededor- la cantinela repugnante del golpista Hugo Chávez.

Este ignorante que preside Venezuela con la intención de convertirla en su cortijo, ha sido incapaz de discernir si tenía que adelantar o atrasar media hora su reloj para tener luz del sol antes, pero al menos alguien le podía explicar que Rey de España no son los apellidos de nuestro monarca y que por lo tanto no es correcto llamarle sr. Rey. La lengua española es muy bonita, pero el cociente intelectual de algunos les imposibilita para aprender más de 50 palabras y para entender el reloj.